Comienza una 'caza de brujas' en el seno del Partido Liberal colombiano

El silencio del presidente electo de Colombia, Belisario Betancur, que ha rehusado hacer declaraciones tras su victoria, contrasta con la algarab¨ªa desatada en el interior del Partido Liberal, donde se ha iniciado una caza de brujas en busca de responsables del fracaso electoral.

El principal derrotado, Alfonso L¨®pez Michelsen, que no pudo repetir la reelecci¨®n de su padre denuncia que ha sido v¨ªctima de una trampa planeada hace m¨¢s de un a?o, cuando a¨²n no estaba en juego su candidatura. Menciona un editorial de la revista Nueva Frontera, que dirige el ex presidente liberal Carlos Lleras Restrepo, donde se plante¨® la necesidad de aplicar al partido el tratamiento de la ca¨ªda para iniciar luego su renovaci¨®n.Entre los seguidores del candidato oficialista destaca por su virulencia el senador Alberto Santofimio, pol¨ªtico de desbordante demagogia que ha conocido la c¨¢rcel por manejos il¨ªcitos de fondos p¨²blicos. En las horas inmediatas a la derrota ha llegado a proponer la expulsi¨®n del partido de Carlos Lleras y Luis Carlos Gal¨¢n, por considerarlos culpables directos de la divisi¨®n interna.

En el punto de mira del aparato liberal est¨¢ el que fue candidato disidente, aunque tampoco se oculta cierto malestar ante los dirigentes regionales, de quienes llega a decirse abiertamente que no se esforzaron como deb¨ªan en la compra de votos.

Gal¨¢n apunta en su declaraci¨®n que los resultados electorales se?alan el final de esta corruptela de la democracia colombiana, cuya transformaci¨®n pasa necesariamente por la conversi¨®n del liberalismo en un partido moderno. En lo que se considera ya como un inicio de campa?a para las elecciones de 1986, anuncia que esa ser¨¢ su bandera pol¨ªtica.

Los ataques mutuos de los liberales no han impedido que la victoria de Betancur haya sido reconocida por todos y que se le haya dado incluso un margen de confianza. En el momento actual es sin duda el ¨²nico l¨ªder conservador que puede ser aceptado por el partido liberal, sin temor de que vaya a desatar una persecuci¨®n.

Gerardo Molina, que s¨®lo logr¨® un 1% de votos para la izquierda socialista y comunista, se ha ofrecido tambi¨¦n a colaborar con el presidente electo en la b¨²squeda de la paz nacional.