Kennedysmo y cine

El hombre fuerte o The Best Man es la m¨¢s conocida de las pel¨ªculas de Franklin Schaffner, junto con El se?or de la guerra. La pel¨ªcula alcanz¨® en su tiempo, 1964, fama, y se le tom¨® corno una de las contribuciones m¨¢s expl¨ªcitas de la ideolog¨ªa kennedysta al cine norteamericano. De ah¨ª cierta condici¨®n de cine militante -Schaffner perteneci¨® al equipo M presidente Kennedy y se encarg¨® de la puesta en escena televisiva de sus discursos-, casi de consumo pol¨ªtico interior en USA, adosada sobre este filme, lo que es un hecho raro en la industria cinematogr¨¢fica norteamericana, que generalmente mantiene posiciones suprapartidistas cuando aborda cuestiones de partido.Es probable que, precisamente por esta circunstancia, a nosotros se nos escapen muchos de los subentendidos caseros del filme, si tenemos en cuenta que trata de algunos aspectos de la mec¨¢nica electoral norteamericana que pueden ser tan transparentes para los ciudadanos de ese pa¨ªs como opacos para un espa?ol. Algo similar a lo que ocurre con Tempestad sobre Washington, el famoso filme de Otto Preminger rodado dos a?os antes, del que ¨¦ste de Schaffner es, aunque tal vez no lo quiera, una r¨¦plica. Una r¨¦plica cinematogr¨¢fica solvente y s¨®lida -el drama de Gore Vidal en que se inspira tiene un h¨¢bil dise?o de personajes y situaciones, a lo que hay que a?adir la presencia de Henry Fonda y Cliff Robertson.

Y es que Schaffner -hombre culto, con buena formaci¨®n intelectual- es un mediocre hombre de im¨¢gen. En sus mejores filmes, los sucesos, los tipos y las situaciones son siempre m¨¢s ricos que la forma f¨ªlmica en que est¨¢n capturados. La c¨¢mara de Schaffner, su ojo, su mirada profunda, es chata, poco penetrante, de escasa inventiva visual, un simple punto de vista neutro que asiste a los sucesos que fotograf¨ªa sin llegar a convertirse en parte sustancial de ellos. Y esta capacidad para involucrar a la c¨¢mara, a la mirada, y fundirla en un mismo aliento narrativo, dram¨¢tico y po¨¦tico con lo narrado, dramatizado y poetizado, que es el sello del cineasta de talento, le falta a Schaffner incluso cuando hace filmes inteligentes, como este.

El hombre bueno se emite hoy a las 19.30 por la segunda cadena.