Los argentinos, divididos con respecto a la decisi¨®n final que se debe adoptar en el conflicto

La crisis de las Malvinas, sea cual sea su desenlace final, afectar¨¢ profundamente a la situaci¨®n pol¨ªtica argentina y, mientras se viven horas cruciales para decidir la guerra o la paz, en varios sectores pol¨ªticos y militares se dan ya los primeros pasos tendentes a preparar "el pa¨ªs que viene".El presidente de la Rep¨²blica y comandante en jefe del Ej¨¦rcito, general Leopoldo Galtieri, celebr¨® ayer una importante reuni¨®n con todos los generales del Ej¨¦rcito que tienen mando de arma, excepci¨®n hecha de los destinados en la zona de operaciones. Aunque no trascendi¨® lo tratado, es evidente que Galtieri inform¨® a sus compa?eros de la situaci¨®n militar en las Malvinas y del estado de las negociaciones en las Naciones Unidas. Posiblemente tambi¨¦n busc¨® un consenso para las decisiones que en los dos ¨¢mbitos debe tomar la Junta Militar argentina.

Las opciones no son muchas ni dependen exclusivamente de Buenos Aires: o bien se alcanza un acuerdo de alto el fuego en la ONU, que llevar¨ªa consigo la retirada de las tropas argentinas del archipi¨¦lago y el establecimiento en el mismo de una administraci¨®n del organismo internacional, o bien se libra la batalla por la capital de las islas, con el peligro de una derrota militar, el alto precio de millares de vidas y la escalada consiguiente a una guerra total entre las dos naciones.

La sociedad argentina est¨¢ dividida respecto a esta decisi¨®n final -negociar una salida lo m¨¢s honrosa posible o luchar hasta el fin-, por m¨¢s que apoyara casi un¨¢nimemente la recuperaci¨®n de las islas el pasado 2 de abril. Tambi¨¦n son diferentes las opiniones sobre las consecuencias internas que acarrear¨ªa una derrota argentina. Hay quien piensa que podr¨ªa pasar algo similar, salvando las distancias, a lo que le ocurri¨® al r¨¦gimen de los coroneles griegos en la crisis de Chipre, en 1974, buscan ya el Caramanlis aut¨®ctono que sustituya en el poder a la Junta Militar ca¨ªda como consecuencia de su aventura.

Otros creen, sin embargo, que una derrota humillante para Argentina desembocar¨ªa en un r¨¦gimen militar mucho m¨¢s duro a¨²n y congelar¨ªa definitivamente les proyectos de apertura o de transici¨®n hacia un r¨¦gimen civil. La posibilidad de que Buenos Aires obtuviera un triunfo total y la Junta saliera reforzada por haber llevado a cabo la gesta hist¨®rica de reconquistar las Malvinas se baraja en muy escasos sectores.

Un columnista pol¨ªtico, generalmente muy bien informado, del diario La Prensa se hac¨ªa ayer eco del rumor de que el general Galtieri estar¨ªa dispuesto a renunciar a la presidencia si de ese modo se facilitase la consecuci¨®n de un acuerdo sobre las Malvinas y que podr¨ªa ser reemplazado por el comandante en jefe de la fuerza a¨¦rea, brigadier Lami Dozo, o por el ministro del Interior, general Saint Jean, otro de los militares que m¨¢s declaraciones pol¨ªticas ha hecho en las ¨²ltimas semanas.

Saint Jean ha sido el encargado de preparar el estatuto de los partidos pol¨ªticos, que est¨¢ siendo estudiado por la Junta Militar, que, seg¨²n se ha anunciado, se publicar¨¢ dentro de unas semanas. El estatuto reactivar¨¢, aunque con muchas limitaciones, la vida pol¨ªtica argentina, suspendida por el golpe de Estado de 1976.

El ministro del Interior, que en alguna ocasi¨®n hab¨ªa declarado que el conflicto del Atl¨¢ntico sur no s¨®lo no retrasar¨ªa la dernocratizaci¨®n del pa¨ªs, sino que podr¨ªa acelerarla dijo ayer que la publicaci¨®n del estatuto de los pairtidos pol¨ªticos debe ir acompa?ada de la autorizaci¨®n para el funcionamiento de los mismos.