Reagan reitera sus ofertas de reducci¨®n de armamentos ante la conferencia de la ONU

El presidente norteamericano Ronald Reagan, vestido con un chaleco antibalas y rodeado por dos guardaespaldas que proteg¨ªan su seguridad, reiter¨® sus cuatro propuestas de desarme -eliminaci¨®n de los misiles de medio alcance en Europa, reducci¨®n de un tercio de los misiles bal¨ªsticos intercontinentales, supresi¨®n de gran parte de las fuerzas de tierra de la Alianza Atl¨¢ntica y del Pacto de Varsovia, y aumento de las medidas de prevenci¨®n de una guerra nuclear occidental- en un discurso pronunciado en la conferencia de desarme de la ONU.

Durante veinticuatro minutos, en un mensaje que fue televisado en directo a Estados Unidos Reagan acus¨® a la Uni¨®n Sovi¨¦tica de "violar el derecho internacional al usar armas qu¨ªmicas incumplir los acuerdos de Yalta, patrocinar el terrorismo en todo el mundo y fomentar la carrera armamentista con sus constantes aumentos del presupuesto de Defensa".El titular de la Casa Blanca, que pronunci¨® su mensaje detr¨¢ de una pantalla antibalas que estaba oculta por el podio y resultaba invisible para la audiencia altern¨® las censuras al Kremlin con c¨¢nticos de paz. "?Cu¨¢nto mejor ser¨ªa el mundo si las armas permanecieran silenciosas, si los vecinos no atacaran a los vecinos, si todos los pueblos fueran capaces de determinar su propio destino y elegir libremente sus Gobiernos!".

Sus palabras merecieron la respuesta de un educado aplauso de la mayor¨ªa de delegados participantes en la segunda conferencia de desarme de la Asamblea General de las Naciones Unidas, a la que asisten presidentes y primeros ministros de pa¨ªses de los cinco continentes. Los representantes de Cuba, la Uni¨®n Sovi¨¦tica y Libia permanecieron en silencio. "Pienso que los hombres y mujeres de todas las razas y todos los credos deben trabajar juntos en favor de la paz. Estados Unidos est¨¢ dispuesto a dar los pr¨®ximos pasos en el camino de la reducci¨®n verificable de armas nucleares", declar¨® el presidente norteamericano despu¨¦s de acusar a Mosc¨² de "erosionar la fe del mundo en el desarme".

"Mi pa¨ªs no tiene ambiciones territoriales de ning¨²n tipo, no ocupa ning¨²n pa¨ªs, no ha levantado murallas ni encerrado a nadie detr¨¢s de ellas. Estamos comprometidos con las causas de la autodeterminaci¨®n, la libertad y la paz, que constituyen el alma misma de Am¨¦rica", dijo el titular de la Casa Blanca.

"Desde el final de la segunda guerra mundial, la tiran¨ªa sovi¨¦tica ha incluido la violaci¨®n de los acuerdos de Yalta y la dominaci¨®n del Este de Europa, simbolizada por el muro de Berl¨ªn, un s¨ªmbolo gris y funesto de represi¨®n que acabo de visitar hace una semana, las invasiones de Hungr¨ªa, Checoslovaquia y Afganist¨¢n, y la inmisericorde represi¨®n del orgulloso pueblo de Polonia", acus¨® Reagan.

"Guerrillas Ipatrocinadas por el Kreinlin", a?adi¨®, "operan en Am¨¦rica Central y del Sur, en Africa, en el Oriente Medio, en Europa, en el Caribe, violan los derechos humanos y sacuden al mundo con su violencia. La llamada d¨¦cada de la distensi¨®n fue testigo del m¨¢s impresionante incremento del poder militar (sovi¨¦tico) de la historia".

No hay confianza

El presidente Reagan indic¨® que "la agresi¨®n sovietica y su apoyo a la violencia han eliminado del planeta la confianza que es necesaria para la celebraci¨®n de negociaciones constructivas de reducci¨®n de armamentos", y que "el aumento del 40% en el presupuesto defensivo del Kremlin supera con creces el aplicado por Washington.

El ministro sovi¨¦tico de Asuntos Exteriores, Andrei Gromiko, que habl¨® anteayer en la misma conferencia de desarme de la Asamblea General de la ONU y ofreci¨® el compromiso de su pa¨ªs de no ser quien use primero armas nucleares (propuesta que no mereci¨® ning¨²n comentario de Reagan), escuch¨® impasible el discurso del presidente norteamericano.