J¨®venes problem¨¢ticos

A trav¨¦s del art¨ªculo de Javier Garc¨ªa sobre la fuga de un centro del Tribunal, Tutelar en el n¨²mero de EL PAIS del d¨ªa 8 de junio he tenido conocimiento de la experiencia piloto que el Consejo Superior de Protecci¨®n de Menores ha inaugurado en Madrid.La indignaci¨®n ha suplantado a la temprana esperanza que levant¨® en m¨ª el encabezamiento del art¨ªculo. Me resulta dificil concebir la clase de ayuda que unos profesionales pretenden dar a unos j¨®venes "problem¨¢ticos" encerr¨¢ndolos, como si de ratas de laboratorio se tratara, para, una vez "observados, clasificados y diagnosticados, dar una propuesta de soluci¨®n a cada caso". ?C¨®mo pretenden conocer la personalidad de un joven al que encierran, sin contar la variable "encierro"? ?C¨®mo pretenden conocer una personalidad, cuyo ¨²nico fin -y deber-, por amor a la libertad, es el de fugarse? ?C¨®mo pretenden socializar a unos j¨®venes a los que un muro les separa de la sociedad a la cual pretenden integrarlos?

?Qu¨¦ criterios psicol¨®gicos y pedag¨®gicos justifican un estricto horario militar en la distribuci¨®n de su tiempo?

Creo que esta forma de trato a lo marginal s¨®lo genera m¨¢s marginados y m¨¢s conciencia de serlo. A pesar de todo, todav¨ªa conservo la esperanza de que alg¨²n d¨ªa se asuma la problem¨¢tica del menor como una tarea de verdadera protecci¨®n. Atentamente. /

Psic¨®logo.