El alto el fuego en Libano puede desembocar en la negociaci¨®n o en la batalla por Beirut

Una total incertidumbre, propiciada por las declaraciones contradictorias de los responsables de las fuerzas involucradas en el conflicto, persist¨ªa ayer en L¨ªbano sobre si la prolongaci¨®n del alto el fuego palestino-israel¨ª iba a dar paso a una soluci¨®n negociada o a una batalla encarnizada por Beirut. La tregua, escasamente respetada, expiraba ayer, pero fue prolongada por Israel a petici¨®n del emisario norteamericano, Philip Habib.

Al margen de las gestiones norteamericanas, la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina (OLP) parece cada vez m¨¢s dividida sobre las concesiones que puede efectuar en la actual negociaci¨®n y, m¨¢s concretamente, sobr¨¦ el precio a pagar por el desarme, se?alan fuentes de la central palestina.Numerosos milicianos palestinos de la base y grupos radicales, como el Frente Popular para la Liberaci¨®n de Palestina, de Georges Habash, son reticentes a su eventual desarme, que equiparan a una rendici¨®n, mientras un sector mayoritario de Al Fatah, principal organizaci¨®n integrante de la OLP, se inclina, al parecer, por la entrega de las armas al Ej¨¦rcito liban¨¦s a cambio, en un primer momento, del levantamiento del cerco de Beirut por el ocupante israel¨ª.

Los radicales creen, bas¨¢ndose en la seria advertencia formulada por Arabia Saud¨ª a Israel, que el inicio de los combates en el mismo Beirut suscitar¨ªa, por fin, una reacci¨®n solidaria ¨¢rabe conjunta y obligar¨ªa a Siria a participar de lleno en la guerra, lo que se puede permitir tras la transformaci¨®n, el s¨¢bado, de su tratado de amistad y cooperaci¨®n con la URSS en un acuerdo estrat¨¦gico y el reciente suministro de armas a Damasco por los reg¨ªmenes libio y sovi¨¦tico.

Los moderados de la OLP argumentan, en cambio, que las fuerzas progresistas libanesas aliadas de la OLP desean a toda costa que se evite la batalla de la capital para preservar la ciudad; dudan que la reacci¨®n ¨¢rabe rebase la mera protesta verbal y temen que la resistencia palestina quede decapitada.

Toda la direcci¨®n palestina est¨¢ de acuerdo en rechazar por ahora -como lo afirm¨® ayer Abu Iyad, n¨²mero dos de Al Fatah- su inserci¨®n en las negociaciones sobre la autonom¨ªa palestina para Cisjordania y Gaza prevista por el acuerdo de Camp David, que consideran como una traici¨®n a la poblaci¨®n de los territorios ocupados, y su traslado a la otra capital ¨¢rabe, Damasco o El Cairo, donde disfrutar¨ªan de menos independencia que en Beirut.

La poblaci¨®n del sector occidental de Beirut, controlado por la izquierda libanesa y los palestinos, parece temer un desenlace fatal del conflicto, a juzgar por su fuga masiva de la capital, aprovechando la tregua del fin de semana, hacia zonas controladas por los cristianos o incluso hacia el Sur, ahora pacificado por los israel¨ªes. Los palestinos, civiles y militares, atrapados en la ciudad, no tienen ninguna posibilidad de salir.

Por otra parte, el l¨ªder de la izquierda libanesa, Walid Jumblatt, ha aceptado formar parte del Comit¨¦ de Salvaci¨®n Nacional que pretende encontrar una soluci¨®n pol¨ªtica a la crisis.