El s¨ªndrome 'jud¨ªo' / y 2
El seductor ropaje ideol¨®gico con el que se enmascara la OLP no cambiar¨¢ el hecho fundamental de que son ellos los principales adversarios de la paz en el Oriente Pr¨®ximo. Seg¨²n la posici¨®n oficial de esta organizaci¨®n, el Estado de Israel no debe existir, tendr¨ªa que ser eliminado del mapa, en lo que al parecer coincide el catedr¨¢tico de relaciones internacionales Mesa, siendo los instrumentos fundamentales para ello la guerra y el terror.- El art¨ªculo XV del Pacto Nacional Palestino (Carta Consultiva de la OLP) dice textualmente: "La liberaci¨®n de toda la Palestina es, desde el punto de vista ¨¢rabe, un deber nacional, a fin de expeler de la Gran Patria Arabe la invasi¨®n sionista y limpiar a Palestina de la presencia sionista". Y sigue el art¨ªculo XIX de dicho pacto, que establece: "La partici¨®n de Palestina del a?o 1948 y la creaci¨®n de Israel est¨¢n viciadas de nulidad desde su base, cualquiera sea el lapso transcurrido".
Llevando a la pr¨¢ctica su planteamiento, la OLP ha sembrado el terror, asesinando en los ¨²ltimos catorce a?os a miles de personas. El terror de la OLP no se ha dirigido contra objetivos militares, sino contra civiles indefensos, jud¨ªos y no jud¨ªos, sin estar circunscritos a la geograf¨ªa de Israel. Como simples ejemplos de las guerras de la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina podr¨ªamos citar sus acciones en el aeropuerto de Lod, la matanza de Munich, la bomba en el autob¨²s de Haifa a Tel-Aviv o la matanza de ni?os en la ciudad de Maalot, fronteriza con L¨ªbano. En una palabra, el llamado Ej¨¦rcito palestino no se ha enfrentado todav¨ªa en campo abierto al Ej¨¦rcito israel¨ª.
Eliminar a Israel
La OLP establece entonces, m¨¢s all¨¢ de cualquier sutileza, que su objetivo es la eliminaci¨®n del Estado de Israel. A partir de su expulsi¨®n de Jordania (?qui¨¦n se acuerda del septiembre negro de 1970, en que los elementos de la OLP salvaban sus vidas cruzando la frontera en direcci¨®n a Israel?) la OLP trajo el caos a L¨ªbano, caus¨® la guerra civil, la consecuente ocupaci¨®n de su territorio por los sirios (?qu¨¦ mejor ocasi¨®n para poner en pr¨¢ctica las aspiraciones de la Gran Siria?), y utiliz¨® dicho pa¨ªs como santuario desde el cual hostigar las poblaciones de Galilea, organizaron actos de terror en el mundo entero y entrenaron a miles de terroristas de todos los pa¨ªses. Incluso efectivos de ETA, seg¨²n ha declarado recientemente un alto jefe militar, fueron entrenados por ellos: "La preparaci¨®n habitual de sus hombres se realiza en cursos en Francia de corta duraci¨®n. De mayor duraci¨®n, pero igualmente de escasa calidad, son los cursos celebrados en el extranjero: en Beirut, con la OLP; en Argel y Yemen del Sur (Ya, 13-6-1982)".
C¨®mo se puede pedir que nuestro pa¨ªs siga sus incomprensibles gestos de amistad hacia esta organizaci¨®n, cuando un grupo de los 1.500 palestinos que en nuestro suelo campan por sus respetos declararon a la revista Cambio 16, el 20 de abril de 1980, que si reconoc¨ªamos al Estado de Israel "las pistolas y las metralletas podr¨ªan comenzar a relucir". C¨®mo se puede pedir que Espa?a patrocine una conferencia de paz para esa zona del mundo si no reconoce a uno de los Estados -Israel- que est¨¢n en el conflicto. Resulta cuando menos chocante que esto sea pedido por un catedr¨¢tico de relaciones internacionales.
Derecho a la autodefensa
Los terroristas palestinos o la OLP motivaron una imparable escalada de terror, no obstante los intentos de Israel de poner fin a la misma. En los once meses transcurridos desde el ¨²ltimo alto el fuego, ¨¦ste fue violado por la OLP reiteradamente. La enorme acumulaci¨®n de armamento en poder de sus 17.000 hombres lleg¨® a constituirse en una tremenda amenaza no solamente contra Israel, sino contra L¨ªbano. Los ciudadanos de Israel ten¨ªan el mismo derecho a la autodefensa que los ciudadanos de cualquier otro pa¨ªs, y lo que han hecho no ha sido m¨¢s que ejercer este inexcusable derecho.
Israel no tiene aspiraciones territoriales respecto a L¨ªbano, y su ¨²nico deseo es que la soberan¨ªa libanesa sea restablecida plenamente, y que la amenaza del terror sea erradicada. Nada m¨¢s, pero nada menos. Todos hemos podido leer en este peri¨®dico, en la cr¨®nica desde Beirut de Ignacio Cembrero, el d¨ªa 15 de junio, que no s¨®lo miles de cristianos acud¨ªan a abrazar a las tropas liberadoras israel¨ªes, sino tambi¨¦n la polic¨ªa y algunos oficiales del Ej¨¦rcito regular liban¨¦s.
Un programa de paz
Ni conferencias internacionales, ni inoportunas intervenciones de las Naciones Unidas zanjar¨¢n establemente el conflicto ¨¢rabe-israel¨ª. S¨®lo la disposici¨®n de las partes involucradas en el conflicto a negociar, disposici¨®n que por parte ¨¢rabe hasta hoy s¨®lo ha sido mostrada por Egipto, acabar¨¢n con el mismo. Pero, por supuesto, todo ello pasa por la erradicaci¨®n de las bases terroristas que desde L¨ªbano dejan su reguero de terror en todos los rincones del mundo.
Un aut¨¦ntico programa de paz para el Oriente Pr¨®ximo no debe fundarse en el odio y el exterminio, como lo hace la OLP, sino como ha propuesto Isaac Shamir, ministro de Relaciones Exteriores de: Israel en estos cinco puntos publicados en la revista Foreing Affairs de mayo de 1982:
"1. Negociaciones entre Israel y cada uno de sus vecinos, animadas por el prop¨®sito de lograr un acuerdo sobre la paz justa y duradera, expresado en formales tratados de paz que estipulen el establecimiento de normales relaciones diplom¨¢ticas, econ¨®micas y de buena vecindad.
2. Reconocimiento de la soberan¨ªa e independencia pol¨ªtica de todos los Estados de la regi¨®n, y de su derecho a vivir en paz dentro de fronteras seguras y reconocidas, libres de amenazas o actos de fuerza, incluyendo actividad terrorista de cualquier tipo.
3. Autonom¨ªa para los habitantes ¨¢rabes de Judea, Samaria el distrito de Gaza por un per¨ªodo interino de cinco a?os, tal como lo prev¨¦n los acuerdos de Camp David, y postergaci¨®n de la determinaci¨®n final sobre la situaci¨®n de esos territorios hasta la terminaci¨®n de ese per¨ªodo transitorio.
4. Restauraci¨®n de la plena independencia de L¨ªbano, mediante la retirada de las fuerzas de Siria y de la OLP del territorio liban¨¦s.
5. Negociaciones entre todos los Estados del Oriente Pr¨®ximo, con el objetivo de declarar la regi¨®n como zona libre de armas nucleares, para la seguridad y bienestar de todos sus habitantes".
Las diferencias entre las propuestas de unos y otros son suficientes para comprobar qui¨¦n tiene la raz¨®n y el derecho de su lado.
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