M¨¢s de 2.000 invitados asistieron a la recepci¨®n ofrecida por los Reyes en los jardines del 'Campo del Moro'

Los Reyes de Espa?a ofrecieron ayer una recepci¨®n en los jardines del Campo del Moro (Palacio Real) con motivo de la onom¨¢stica de don Juan Carlos, a la que asistieron m¨¢s de 2.000 invitados, en su mayor¨ªa personalidades de la vida pol¨ªtica, del mundo de la econom¨ªa y las finanzas, de las artes, las letras, la investigaci¨®n y la milicia.

La recepci¨®n comenz¨® a las 20.30 horas con la llegada de los Reyes, a quienes acompa?aba la infanta Elena. Tras escuchar el himno nacional, fueron cumplimentados por el Gobierno en pleno, encabezado por su presidente, Leopoldo Calvo Sotelo, y por el cuerpo diplom¨¢tico. Don Juan Carlos vest¨ªa uniforme de gala de capit¨¢n general y la reina Sof¨ªa un traje con volantes tono malva bordado en pedrer¨ªa.Los Reyes se dirigieron escoltados por una secci¨®n de alabarderos, al interior de los jardines, concretamente a una explanada donde hab¨ªa sido instalada una peque?a carpa y junto a la cual se encontraba un templete de m¨²sica, desde donde interpretaba diversas piezas la Banda del Regimiento de la Guardia Real. Desde este lugar los Reyes comenzaron a saludar de manera informal a la gran mayor¨ªa de los invitados, que se agrupaban en torno al Jefe del Estado con intenci¨®n de felicitarle personalmente.

El Rey, aprovechando este encuentro informal, bromeaba con unos y comentaba con otros temas de lo m¨¢s variado. En un momento de la recepci¨®n, don Juan Carlos se apercibi¨® de que frente a ¨¦l, sin darse cuenta, pasaba en esos momentos el acad¨¦mico Pedro Sainz Rodr¨ªguez, y le sorprendi¨® por la espalda de forma cari?osa. Sainz Rodr¨ªguez brome¨® con el Rey unos minutos cuando este le recordaba algunos pasajes de su etapa en Estoril. "Don Juan Carlos ven¨ªa a mi casa", comentar¨ªa despu¨¦s a este peri¨®dico el acad¨¦mico, "a jugar a los dardos, y siempre me preguntaba por una doncella que hac¨ªa un chocolate exquisito, como si fuera de Madrid".

La persona que mayor atenci¨®n centr¨® en la recepci¨®n, despu¨¦s de los Reyes, fue el duque de Su¨¢rez, que tard¨® bastante tiempo en recorrer los veinte metros que separaban el acceso al jard¨ªn de la explanada principal, ya que era solicitado no s¨®lo por periodistas, sino por diferentes pol¨ªticos, muchos de ellos actuales ministros que se dirig¨ªan a ¨¦l llam¨¢ndole presidente, y ¨¦ste a su vez les respond¨ªa con un "?C¨®mo est¨¢s, ministro?". "Lo mejor es estar en el paro pol¨ªtico", le dec¨ªa Adolfo Su¨¢rez al presidente del Consejo de Estado, Antonio Jim¨¦nez Blanco, quien se acerc¨® tambi¨¦n a saludar al ex presidente del Gobierno. "Deber¨ªa durar m¨¢s de dieciocho meses este tipo de paro y en algunos casos para siempre", bromeaba.

Felipe Gonz¨¢lez, muy cerca de Su¨¢rez, tuvo oportunidad de conversar con el presidente de la Confederaci¨®n Espa?ola de Organizaciones Empresariales (CEOE), Carlos Ferrer Salat, que se acerc¨® al l¨ªder socialista para felicitarle por el triunfo de su partido en las recientes elecciones andaluzas. El secretario general del PSOE, que reconoci¨® no haber mantenido con Ferrer Salat un encuentro desde antes de es tos comicios, manifest¨® que se encontraba bien de la lesi¨®n en la pierna y asegur¨® que el bast¨®n en que se apoyaba no se lo hab¨ªa regalado Antonio Gala, como algunos dicen, sino el secretario particular de Alfonso Guerra.