Francia re¨²ne toda la obra de Braque para conmemorar el centenario del pintor de 'la emoci¨®n contenida'
Para conmemorar el centenario del nacimiento de Georges Braque (1882-1963), el Centro Georges Pompidou, en Par¨ªs, ha organizado una exposici¨®n-homenaje que re¨²ne, por un lado, todas las obras del artista conservadas en las colecciones p¨²blicas francesas, y del otro, la mayor¨ªa de los papeles pegados catalogados hasta hoy (sesenta), realizados entre 1912-1918, lo que da un car¨¢cter extraordinario a esta muestra, puesto que es la primera vez que se exponen juntos estos elementos de la magn¨ªfica obra de este pintor de emoci¨®n contenida. La importancia de la muestra est¨¢ a la altura de la admiraci¨®n que merece este gran artista del siglo XX polifac¨¦tico personaje de una vanguardia que no perece.
Una exposici¨®n bien montada, que felizmente no tiene nada de gigantesca, pero recoge perfectamente todos los momentos importantes de la obra de Braque, comenzando por el fauvisme, el primer impacto que encaj¨® el joven normando en el terreno art¨ªstico, concretado, en su caso, en el Sal¨®n de Oto?o de 1905, donde tuvo ocasi¨®n de ver obras de Matisse y Derain. Fue la exaltaci¨®n, el ¨¦xtasis, la borrachera del color, que traer¨ªa como con secuencia una serie de obras, entre ellas, una significativa, La petite baie de Ciotat, de 1907, que Braque consigui¨® recuperar, compr¨¢ndola, en 1959, "porque la echaba de menos; algunas veces pensaba en ella como alguien a quien se quiere y que est¨¢ muy lejos", y que guard¨® siempre con ¨¦l hasta la muerte. Un paisaje estructurado a base de firmes pinceladas cortas y diversificadas azules, verdes, rojas, malvas, en contraste con las m¨¢s lar gas y sinuosas del ¨¢rbol que proyecta sus ramas hacia el mar.Pero este paroxismo no pod¨ªa durar: su intuici¨®n le dec¨ªa que ten¨ªa que buscar otros caminos. El entusiasmo primero dej¨® paso a la reflexi¨®n que le devolvi¨® a C¨¦zanne, quien siempre le hab¨ªa impresionado; la construcci¨®n deb¨ªa imponerse a la sensaci¨®n.
Visita a Picasso
Este mismo a?o, 1907, visita el estudio de Picasso y tiene ocasi¨®n de ver las Demoiselles d'Avignon. Nuevo impacto que le confirmar¨ªa en su b¨²squeda. A partir de ahora se inicia un camino (su Grand nu, de 1907-1908, es su primer paso) que, gracias a la estrecha colaboraci¨®n de los dos artistas, unidos durante algunos a?os como "la cordada en la monta?a", desembocar¨ªa en la creaci¨®n de una nueva visi¨®n, de un nuevo espacio: el cubista.El a?o 1912 fue otra fecha clave. En la primavera, Picasso introdujo el objeto real en la pintura en Bodeg¨®n con silla de rejilla. En septiembre, Braque realiz¨® su primer papier coll¨¦, Compotier et verre, utilizando un rollo de papel imitaci¨®n madera, encontrado en una tienda de Avignon. Aunque los dos artistas pasaban el verano juntos en Sorgues, Braque no cre¨® su obra m¨¢s que en ausencia de Picasso, obligado a ir a Par¨ªs por algunos d¨ªas. "Fue como una revelaci¨®n", dir¨ªa Braque a?os m¨¢s tarde.
En todo caso, un hallazgo que supuso el paso del cubismo anal¨ªtico al sint¨¦tico, solucionando de un golpe dos problemas fundamentales: el del reconocimiento del tema real, que las sabias y sucesivas metamorfosis del cubismo anal¨ªtico velaban, contrariando as¨ª su voluntad de permanecer en contacto con la realidad exterior, y el del color, abandonado en la ¨¦poca anterior, porque "sent¨ªa que pod¨ªa producir sensaciones que perturbaban el espacio", el papel pegado "me permit¨ªa introducirlo de nuevo, sin molestar el espacio".
Sobre la estructura dibujada a carboncillo en el papel blanco, los grandes planos de papel color madera lo determinan y definen sin equ¨ªvocos. El color y la forma dejan de confundirse, son "dos sensaciones que act¨²an simult¨¢neamente".
Aunque Braque realiz¨® la mayor parte de sus collages en los a?os inmediatamente anteriores a la guerra (donde fue herido gravemente), esto no signific¨® el abandono de la pintura: ten¨ªa claro que si bien no eran dos caminos diferentes, los logros del primero no pod¨ªan m¨¢s que enriquecer el segundo, como lo demuestran muchas de sus obras, no s¨®lo de la misma ¨¦poca, como L'homme a la guitare, de 1914, sino otras muchas muy posteriores (tambi¨¦n expuestas).
Papeles pintados
Al contrario que Picasso y Gris, Braque nunca utiliz¨® papeles con motivos figurativos, y en pocas ocasiones, peri¨®dicos, programas, partituras, cajas de cigarrillos, etc¨¦tera. Sus collages son sobrios y fundamentales. Pronto, a partir de 1914, comenz¨® a fabricar sus propios papeles pintados, reintroduciendo as¨ª el color pintado en sus obras.En el ¨²ltimo de los conocidos realizado en 1918, Guitare, el instrumento inusical est¨¢ formado por un troze, de peri¨®dico cubierto de pintura verde, lo que algunos interpretan como un deseo de Bra que en el sentido de significar el final de una etapa.
Distanciamiento
Terminada la guerra, el distanciamiento art¨ªstico entre Picasso y Braque se hace m¨¢s evidente, aunque, primero, uno y, luego, el otro, se fueran hacia un realismo m¨¢s naturalista.Resulta interesante comprobar una vez m¨¢s (en este caso referido a Braque y en su exposici¨®n), c¨®mo los creadores del cubismo, adem¨¢s de que nunca sintieron la necesidad de teorizar sobre ¨¦l, como lo hicieron Gleizes y Metzinger, se fueron alejando progresivamente de sus aspectos m¨¢s aparentes, sobre todo cuando, como dijo Duchamp, "el cubismo se convirti¨® en un dogma m¨¢s que en una necesidad".
El que la exposici¨®n insista fundamentalmente en los a?os clave de la obra de Braque, no significa que su trabajo posterior se haya dejado de lado. Braque sigui¨® su b¨²squeda, hasta el final de su vida, como lo demuestran El d¨²o (1937), la serie de los billares y, m¨¢s tarde de los estudios, repletos de objetos que se superponen, se imbrican, como dando solidez a ese espacio del cuadro que cada vez se vuelve m¨¢s intimista, m¨¢s misterioso, m¨¢s m¨¢gico, pareciendo en algunas ocasiones que va a volcarse sobre el espectador.
El espacio mental del extra?o y casi ins¨®lito A tire d'alle (1956-1961) cierra la exposici¨®n como con una inc¨®gnita; esa extra?a ave, entre p¨¢jaro y avi¨®n, que parece avanzar sobre la masa terres tre o introducirse en un agujero negro de la atm¨®sfera, deja abierta la puerta a todas las interpretaciones.
Babelia
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