Revistas que mueren

Ahora deja de salir Triunfo, que ya hab¨ªa pasado de semanal a mensual, y hace poco, cinco meses, La Calle, y hace unos tres a?os nos quedamos sin las underground, pero muy interesantes, Ozono y Ajo Blanco, y sin Transici¨®n y Cuadernos para el Di¨¢logo. Parecen indicios claros que lo que se llamaba izquierda -esos que han ido a por los carguillos pol¨ªticos bien retribuidos a altos emple¨ªllos de ejecutivos, horrible t¨¦rmino que recuerda a los ejecutores, de las diversas escalas de comecocos, industria de la cultura- consideran anticuada e innecesaria la operaci¨®n de leer, de reflexionar. Qu¨¦ sociedad esta, que no tiene de 30.000 a 50.000 posibles compradores de esas publicaciones.Tambi¨¦n me gustar¨ªa expresar, como sufrido y constante comprador de esos papelotes, c¨®mo uno notaba, a veces muy claramente, que se convert¨ªan en tertulia de un grupito de amigos dedicados a darse autobombo, sin reflejar problem¨¢ticas colectivas, sino directrices de modas discernidas muy de elite.

Claro, nos queda EL PAIS, donde un critico especializado de jazz nos dice que en un disco Mingus "toca una burrada" y donde se califica de malo, sin ning¨²n anl¨¢llisis ni explicaci¨®n, el concierto de Gregorio Paniaga. Pues qu¨¦ bien y qu¨¦ requetebi¨¦n. Cuanto m¨¢s entontecidos, m¨¢s burros seremos y consumiremos las diversas alfalfas innecesarias que nos anuncian: v¨ªdeos, trajes de ba?o o botines. ?Qu¨¦ es m¨¢s importante de un diario, los escritos o los anuncios?/