Los atentados de ETA
Hoy, tristemente, un ni?o vuelve a ser v¨ªctima de la irracional violencia ejecutada sin escr¨²pulos por un grupo de salvajes que se autoproclaman como leg¨ªtimos defensores de un pueblo.La verdad es que estoy harto de tantas muertes sin sentido -sean de cualquier signo y vengan de donde vengan-, que no conducen a nada. Cuando se intenta imponer una doctrina o ideas con el uso de la fuerza, existiendo unos medios legales de comunicaci¨®n y di¨¢logo, no deben tener mucho que decimos sus defensores.
Si, adem¨¢s, el resultado de esta absurda violencia recae sobre un ni?o, que seguramente le trae al fresco esa vida hostil, creada por determinados individuos del mundo adulto, es cuando m¨¢s me asquea la estupidez de justificar estos asesinatos.
?Es que hay justificaci¨®n alguna para destrozar y mutilar el cuerpo de un chaval e impedirle ver el resto de su vida? ?Qui¨¦nes sois vosotros, terroristas y dictadores, para acabar con la vida de una persona, muchas veces por el simple hecho de tener ideas distintas a las vuestras? ?Pod¨¦is vosotros hablar de libertad si no sab¨¦is respetar y convivir con los que no piensan de igual manera?
Cerca de donde explosion¨® la bomba a Alberto, hay una pintada en la que se lee "Ecolog¨ªa o muerte", con el dibujo de una calavera. La cuesti¨®n no est¨¢ en elegir entre estas dos alternativas, yo escribir¨ªa "Ecolog¨ªa y vida", que son complementarias y creo son m¨¢s consecuentes. Adem¨¢s, se?ores de ETA, no os apunt¨¦is el tanto ecol¨®gico, que nada os preocupa, y que, en vuestros planteamientos y formas de acci¨®n, dista mucho de parecerse al car¨¢cter pacifista de los verdaderos ecologistas.
Alg¨²n d¨ªa alguien tendr¨¢ que explicar a Alberto por qu¨¦ le impidieron correr y seguir viendo como lo hac¨ªa antes, pienso que nadie podr¨¢ darle una respuesta v¨¢lida a tan cruel y despiadado atentado. Pero, de todas maneras..., ?¨¢nimo Alberto!, porque la muerte es suya y la vida es nuestra. /
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