El 'tapado', presidente
EL RITO electoral mexicano se ha cumplido una vez m¨¢s. Gobierna el pa¨ªs, desde 1928, el Partido Revolucionario Institucional (PRI), que ha dado hasta ahora catorce presidentes de la Rep¨²blica y las suficientes mayor¨ªas abrumadoras en el Congreso (Senado y C¨¢mara) como para hacer su larga voluntad. A los presidentes los designa el partido por cooptaci¨®n: los candidatos a tapados van surgiendo en el per¨ªodo presidencial de seis a?os, y, poco m¨¢s o menos un a?o antes de las elecciones, el aspirante finalmente elegido queda destapado. Es el nombre de quien, indefectiblemente, ser¨¢ elegido en la votaci¨®n popular. No ha fallado la predestinaci¨®n en este rito que se cumpli¨®.el domingo. El candidato del PRI juega con los enormes recursos del Estado y tiene a su disposici¨®n una amplia y eficaz red caciquil para hacer inevitable su elecci¨®n.Cuando se conozcan los resultados definitivos (oficialmente, ocho d¨ªas despu¨¦s de la votaci¨®n) se ver¨¢ si ha habido alguna sorpresa, que no puede ir m¨¢s all¨¢ de lo que supongan las variaciones de votos para los otros partidos -el m¨¢s importante, a la izquierda, el Partido Socialista Unificado de M¨¦xico (PSUM), nueva formaci¨®n integrada por el partido comunista y otros grupos subalternos-. La circunstancia de que el sistema mayoritario por distritos uninominales sea corregido mediante la representaci¨®n proporcional de los restos permitir¨¢ a la oposici¨®n, aun quedando abrumadoramente por debajo de los sufragios populares en favor del PRI, disponer de esca?os en el Senado y en la parte de la C¨¢mara que se renueva.
El PRI es el sue?o dorado de numerosos gobernantes de este mundo. En las postrimer¨ªas del franquismo y los comienzos de la Monarqu¨ªa hubo pol¨ªticos del anterior r¨¦gimen que aspiraron a la importaci¨®n, ligeramente disfrazada y modernizada, del modelo mexicano. Sin embargo, no es tan sencillo conseguir la imitaci¨®n del PRI en otros ¨¢mbitos hist¨®ricos y sociales. Es y no es un partido ¨²nico; forma un bloque, pero dentro de ese bloque caben tendencias muy diversas, de la derecha a la izquierda, y se hacen presentes muy distintos intereses, desde sectores empresariales hasta el corrupto sindicalismo de Fidel Vel¨¢zquez, pasando por una clase pol¨ªtica que ha convertido el presupuesto en una fuente de enriquecimiento ilimitado. La diferencia entre un presidente y otro es, a veces, muy notable, pero existe la generalizada impresi¨®n de que los cambios de rumbo del sucesor son buscados y previstos por el presidente saliente que lo designa. La designaci¨®n del tapado es consecuencia del predominio de una de las corrientes dentro del PRI y de su adecuaci¨®n al momento. Una vez elegido nuevo presidente, que dispone de poderes casi equivalentes a los de un dictador y muy superiores a los normales en un sistema democr¨¢tico, el partido forma un bloque durante los seis a?os de su mandato, aunque contin¨²e la lucha subterr¨¢nea por la presidencia siguiente. Aprender del PRI la permanencia y el perpetuo reparto de puestos,y bienes es f¨¢cil en teor¨ªa; pero conocer su mecanismo interno no lo es tanto, ya que el modelo necesita, para funcionar, una experiencia hist¨®rica tan traum¨¢tica como la revoluci¨®n mexicana, el factor de aglutinaci¨®n nacionalista que significan los 3.000 kil¨®metros de frontera con Estados Unidos, una refinada cultura pol¨ªtica de la clase dirigente, la generalizada aceptaci¨®n de la corrupci¨®n como lubricante para la buena marcha del sistema y un vasto sector p¨²blico que convierte al Estado en el primer empresario de la naci¨®n.
Miguel de la Madrid ha hecho declaraciones tambi¨¦n rituales. Ha mencionado en ellas la palabra revoluci¨®n -que est¨¢ naturalmente fosilizada, pero a cuyo nombre, que forma parte del del partido, hay que rendir tributo-. Ha anunciado la rutinaria lucha contra la corrupci¨®n y el consabido anuncio de que hace p¨²blicos sus bienes de fortuna y los de su familia, para rendir cuentas al final de su per¨ªodo; ha tocado los temas de actualidad (descentralizaci¨®n de la capital, ahogada por la afluencia de quienes huyen de la pobreza del campo para encontrar la pobreza urbana; revalorizaci¨®n del petr¨®leo y otros yacimientos; reforma agraria; contenci¨®n de la inflaci¨®n y de la deuda exterior, etc¨¦tera) y ha hecho, a los periodistas espa?oles que le felicitaban, promesas de profundizaci¨®n en las relaciones entre los dos pa¨ªses. En pol¨ªtica exterior, De La Madrid se propone continuar los esfuerzos de L¨®pez Portillo por apaciguar las tensiones entre Estados Unidos y los pa¨ªses centroamericanos y preservar la relativa autonom¨ªa de la pol¨ªtica internacional mexicana, que ha permitido siempre a los sucesivos presidentes del PRI acallar los esc¨¢ndalos de sus estrategias interiores represivas mediante una diplomacia progresista en Am¨¦rica Latina.
La personalidad del nuevo presidente s¨®lo podr¨¢ ser conocida cuando tome posesi¨®n de su mandato. No va a serle f¨¢cil, en cualquier caso, mantener las l¨ªneas de inmovilidad tradicionales en pol¨ªtica interior. M¨¦xico atraviesa una grave crisis como consecuencia de los acelerados y espectaculares cambios sociales inducidos por su reciente acceso a la riqueza petrolera, que se producen sobre el tel¨®n de fondo de una econom¨ªa dual, de una poblaci¨®n rural progresivamente empobrecida, de una inflaci¨®n desbordada, de las elevadas tasas de crecimiento demogr¨¢fico, del hacinamiento de la capital, de los desajustes de la devaluaci¨®n del peso, del estancamiento del mercado internacional de crudos, de una elevado deuda externa y de la incapacidad del sector p¨²blico para satisfacer crecientes y contradictorias demandas sociales. En pol¨ªtica exterior, L¨®pez Portillo ha actuado inteligentemente al elaborar planes de pacificaci¨®n para Centroam¨¦rica, y cuidadosamente al apoyar a Argentina en sus reivindicaciones sobre las Malvinas. Pero esas actitudes en el plano internacional no pueden ocultar los grav¨ªsimos problemas con que se enfrenta un pa¨ªs escindido por la desigualdad en el reparto de las riquezas. En 1968 el movimiento estudiantil de protesta fue ferozmente reprimido por el presidente D¨ªaz Ordaz, y dio lugar a la tr¨¢gica matanza de la plaza de las Tres Culturas. El esp¨ªritu de esa revoluci¨®n -nada institucional- no se ha desvanecido, y existen s¨ªntomas de que los volcanes apagados pr¨®ximos a M¨¦xico DF pueden entrar simb¨®licamente en erupci¨®n en los pr¨®ximos a?os si la pol¨ªtica de reformas iniciada hace casi cincuenta a?os por L¨¢zaro C¨¢rdenas no es reasumida en los ochenta.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.