Triunfo del director L¨®pez Cobos en la clausura del Festival de Granada
Con una espl¨¦ndida versi¨®n de La condenaci¨®n de Fausto, de Berlioz, la Orquesta y Coro Nacionales, dirigidos por Jes¨²s L¨®pez Cobos, clausuraron el mi¨¦rcoles, en el palacio de Carlos V, el XXXI Festival Internacional de M¨²sica y Danza de Granada.El d¨ªa anterior, en el Centro Manuel de Falla, el Cuarteto Gabrielli, de Londres, conmemor¨® el aniversario de Haydn con tres cuartetos de distinta ¨¦poca, tocados con perfecci¨®n t¨¦cnica y severidad de estilo.
En la catedral, el organista Jos¨¦ Manuel Azcue, de Oyarzun (Guip¨²zcoa), expuso en el ¨®rgano barroco, primero, y en el moderno despu¨¦s, obras de Cabez¨®n, Aguilera, Correa, Cabanilles, Soler, Bach, Franck y Vierne.Aunque nada dec¨ªa el programa, suponemos que el Festival de Granada ha querido sumarse a las conmemoraciones del quince aniversario de la muerte de Goethe con una de las mejores partituras -si no la mejor-, inspiradas en Fausto: La condenaci¨®n de Fausto, de H¨¦ctor Berlioz, genial cantata dram¨¢tica (1846), pensada para el concierto aun cuando, bastante despu¨¦s de su estreno, en 1893, Raoul Gunsbourg la adaptase a la escena. As¨ª se represent¨®, en el a?o 1906, en el teatro Real, despu¨¦s de su presentaci¨®n en el Liceo barcelon¨¦s, y se repuso, en 1927, bajo la direcci¨®n de Villa y con la Superv¨ªa como Margarita, en el teatro de la Zarzuela, en 1927.
S¨®lo unos montajes de excepci¨®n salvan en la escena una partitura que se basta a s¨ª misma en su forma original, incluso en su contenido dram¨¢tico, de una teatralidad imaginaria excelente.
"La naturaleza musical de Berlioz", escribe Espl¨¢, "era tan original e imperativa que nos ser¨ªa muy dif¨ªcil dar con otra semejante en la historia del arte". Creo que no hay exageraci¨®n en estas palabras sobre la imaginaci¨®n efectiva y precursora del m¨²sico franc¨¦s, al que no en vano reconoc¨ªa Wagner, junto con Liszt y ¨¦l mismo, como "los tres ¨²nicos que nos pertenecemos mutuamente porque somos iguales".
Alto lirismo musical
A lo largo de ocho escenas, tan personalizadas como integradas en un conjunto coherente y narrativo, de tan alto lirismo musical como intensidad po¨¦tica, los textos de Goethe, traducidos por Nerval y libremente adaptados por el mismo Berlioz, encuentran una v¨ªa natural de musicafidad, ese m¨¢s all¨¢ que la m¨²sica logra de la literatura cuando el compositor est¨¢ a la altura de las circunstancias. Y en este sentido, Berliez y Goethe, a pesar de los juicios del poeta, pueden llamarse. de t¨² gracias a esta variada, potente, ¨ªntima y, en suma, fascinante Condenaci¨®n de Fausto. Estamos, acaso en m¨¢s alto grado que en la Fant¨¢stica, ante una suma del esp¨ªritu rom¨¢ntico, frente a una imaginaria s¨ªntesis de las artes que Wagner tratar¨ªa de hacer real.
Obra dif¨ªcil para todos, solistas, coros, orquesta y director, Jes¨²s L¨®pez Cobos -excelente director, m¨²sico y refinado hombre de cultura-, consigui¨® una versi¨®n que -como el mismo Goethe- tuvo tanto de cl¨¢sica como de rom¨¢ntica, de buen orden como de medido arrebato. Maestro consumado en el g¨¦nero dram¨¢tico, L¨®pez Cobos organiz¨® todo el discurso como si de una peculiar¨ªsima ¨®pera se tratase. Y esto es, justamente, La condenaci¨®n de Fausto. La Orquesta Nacional respondi¨® con una calidad general de gran nivel y el coro -preparado por Enrique Rib¨®- cant¨® con afinaci¨®n, fuerza, claridad y delicadeza, seg¨²n demandaban los pentagramas berliozianos.
En cuanto a los solistas, la Margarita de Florence Quivar reuni¨® todos los atractivos deseables. La maravillosa canci¨®n g¨®tica fue dicha con tan sencilla e incisiva expresividad que parec¨ªa natural la suma de incitaciones antiguas y de su tiempo, que le dan raz¨®n y vida. Un bravo, sin duda alguna, para la soprano, y otro para Kenneth Collins, Alexander Malta y Alfonso Echevarr¨ªa que, en los papeles de Fausto, Mefist¨®feles y Brander, lucieron no s¨®lo buenos medios, sino un arte interpretativo de gran vuelo.
Raz¨®n y vida
El triunfo fue total y ha de anotarse que la obra de Berlioz no es muy conocida del p¨²blico granadino -quiero decir en la medida de la Novena o el Requiem, de Verdi-, lo que confirma, una vez m¨¢s, su incorporaci¨®n a las actividades del festival con criterio abierto y receptivo. Y su entusiasmo para Jes¨²s L¨®pez Cobos, cada d¨ªa m¨¢s definido y due?o de su t¨¦cnica y su estilo, aut¨¦ntico protagonista de la jornada.
Babelia
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