El Salvador, Honduras, Guatemala y Costa Rica critican el rearme del r¨¦gimen nicarag¨¹ense

Los cancilleres de Costa Rica, El Salvador, Honduras y Guatemala han suscrito, despu¨¦s de dos d¨ªas de reuniones en la capital salvadore?a, un documento conjunto en el que critican severamente al Gobierno nicarag¨¹ense por su "desproporcionada carrera armamentista", que, a su juicio, pone en peligro la paz regional.

La reuni¨®n de los cuatro ministros de Relaciones Exteriores obedece a un intento de revitalizar la Comunidad Democr¨¢tica Centroamericana (CDC), que incorpora a sus comisiones de trabajo al Gobierno guatemalteco, aunque su incorporaci¨®n plena qued¨® pospuesta para una futura reuni¨®n.El ataque frontal a las autoridades sandinitas excluye, de hecho, a este pa¨ªs de un organismo regional que, desde su creaci¨®n, el pasado mes de enero, aparece como una iniciativa de Washington para aislar a¨²n m¨¢s a Nicaragua.

Los cuatro ministros ratificaron su "fe en la democracia pluralista", sin importar demasiado, parecer, que el canciller guatemalteco estuviera representando a un r¨¦gimen militar, surgido de un golpe de Estado. Una promesa de retorno a la democracia por parte del ministro Eduardo Castillo (Guatemala) bast¨® para solventar esta aparente contradicci¨®n.

Su an¨¢lisis de la realidad nicarag¨¹ense fue mucho m¨¢s exigente. En opini¨®n de los cuatro cancilleres, el Gobierno sandinista "no ha mostrado intenciones de sumarse a los principios de una democracia pluralista", lo que equivale a una impl¨ªcita exclusi¨®n de la CDC. Para no aumentar las tensiones regionales, los ministros de Exteriores rechazaron la propuesta de adoptar sanciones conjuntas contra el r¨¦gimen de Managua.

El Gobierno sandinista denunci¨® la constituci¨®n de la CDC diciendo que tras una defensa formal de los principios democr¨¢ticos se escond¨ªa el intento de crear una alianza militar dirigida desde EE UU contra Nicaragua.

Gobiernos agonizantes

La CDC fue creada por tres Gobiernos agonizantes: el salvadore?o de Jos¨¦ Napole¨®n Duarte, que dos meses m¨¢s tard6 perder¨ªa las elecciones; el hondure?o del general Policarpo Paz, que una semana despu¨¦s ten¨ªa que entregar el poder a Roberto Suazo, primer presidente civil despu¨¦s de nueve a?os de dictadura militar; y el costarricense de Rodrigo Carazo, cuyo mandato expiraba en mayo.Esto hizo anunciar al presidente electo de Costa Rica, Luis Alberto Monge, que revisar¨ªa los supuestos fundacionales de la comunidad, que se erig¨ªa en un extra?o defensor de la democracia contra la firma de dos Gobiernos de hecho. El socialdem¨®crata Monge a?adir¨ªa que la defensa de la democracia no deb¨ªa entenderse s¨®lo contra el marxismo, sino tambi¨¦n contra las camarillas militares que controlan el poder en tantos pa¨ªses del continente americano.

Pasados dos meses desde su toma de posesi¨®n, y despu¨¦s de un viaje a Washington que discurri¨® en medio de una gran cordialidad, el presidente de Costa Rica ha olvidado sus prevenciones contra, los reg¨ªmenes militares, para atender s¨®lo al peligro comunista que presiente en la vecina Nicaragua. De ah¨ª que el Gobierno militar guatemalteco haya sido aceptado en el club de los dem¨®cratas centroamericanos, aunque para salvar las apariencias se le haya relega o a nivel de observador.