Una pel¨ªcula rara, incatalogable
Esta pel¨ªcula es un caso raro, incatalogable, y solo posible dentro del Hollywood de los a?os cincuenta, cuando la crisis de la producci¨®n, provocada por la televisi¨®n, comenz¨® a dejarse notar en los estudios y estos comenzaron a buscar nuevos productos, a experimentar mezclas de g¨¦neros y extra?os maridajes de cineastas hasta entonces inasimilables rec¨ªprocamente.En Cuando ruge la marabunta, rodada en 1953, el melodrama psicol¨®gico, la historia de aventuras con ecos m¨ªticos, la estructura situacional del western, el dramon expresionista -hay una evidente similitud con La senda de los elefantes, de Dieterle-y la tragedia c¨®smica, al estilo de las grandes ¨®peras de ficci¨®n cient¨ªfica, se funden en una sola. La fusi¨®n es tan s¨®lida que debe existir una causa, m¨¢xime cuando el director del filme, Byron Haskin, cineasta superficial, tiende en sus filmes al engolamiento hueco. Aqu¨ª hay tambien engolamiento, pero no hueco: hay materia bajo la ret¨®rica de Haskin: el gui¨®n de Philip Yordan.
Sobre Philip Yordan -guionista excepcional, en cuyo historial hay joyas de la especie de Johnny Guitar, Rey de Reyes, ambas de Nicholas Ray, El hombre de Laramie y Horizontes lejanos, de Anthony Mann- hay una leyenda negra. Se dijo que sus guiones no los escrib¨ªa ¨¦l, sino uno o varios negros, cuyos servicios alquilaba aprovech¨¢ndose de que eran hombres perseguidos y sin trabajo, por estar inscritos en la lista negra del Comit¨¦ de Actividades Antiamericanas. En concreto se habl¨® de dos guionistas: de Bernard Gordon, cosa poco veros¨ªmil, dado su escaso fuste; y de Ben Maddow, lo que no es un disparate, dada la calidad de este guionista, autor de El hombre de Colorado, de Henry Levin, y La jungla de asfalto, de John Huston.
Sin embargo, esta leyenda negra tiene escasas grietas para dejar paso a la certidumbre, y es precisamente Cuando ruge la marabunta su mejor refutaci¨®n. En efecto, el magn¨ªfico gui¨®n de este filme tiene un sello, una ostensible personalidad en la mano de su autor, que recuerda al de Johnny Guitar. Ambos guiones lo son de una misma imaginaci¨®n, de un mismo autor de estilo poderoso y diferenciado. Ben Maddow pudo escribir Johnny Guitar, gui¨®n cuyos or¨ªgenes y redacci¨®n son confusos; pero no Cuando ruge la marabunta, cuya ejecuci¨®n, al alim¨®n entre Yordan y Ronald Mac Dougall, tuvo lugar poco menos que a la luz del d¨ªa y bajo control de los estudios. Y si Yordan era autor de este filme, es evidente que tambien lo fue de Johnny Guitar, dada la evidencia de que arribos proced¨ªan de la misma mano.
El dominio de los g¨¦neros cl¨¢sicos que hay en el gui¨®n de Cuando ruge la marabunta puso en bandeja a Haskin una realizaci¨®n engolada que no resultara hueca, como era habitual en sus pel¨ªculas m¨¢s ambiciosas. Hizo Haskin hincapi¨¦ en los aspectos catastr¨®ficos de la historia, tanto psicol¨®gicos -para lo que cont¨® con dos actores con sentido de la tensi¨®n violenta, Eleanor Parker y Charlton Heston, en un duro enfrentamiento er¨®tico- como pl¨¢sticos, e inesperadamente le sali¨® su mejor filme.
Cuando ruge la marabunta se emite ma?ana a las 15.35 por la primera cadena.
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