La toma de posesi¨®n de Shultz coincide con una situaci¨®n explosiva en Oriente Pr¨®ximo

George Shultz, de 61 a?os, se convirti¨® oficialmente ayer en el 60? secretario de Estado norteamericano al prestar juramento, bajo un calor t¨®rrido, en los jardines de la Casa Blanca en presencia del presidente Ronald Reagan.

Shultz, que sucede al general Alexander Haig, dimitido el pasado 25 de junio, accede a la cabeza de la diplomacia norteamericana en un per¨ªodo particularmente agitado en el Oriente Pr¨®ximo, donde dos guerras hacen estragos, una en L¨ªbano, la otra en la frontera entre Ir¨¢n e Irak.Se?alando las cualidades "excepcionales" del nuevo secretario de Estado, "un hombre que inspira confianza", el presidente Reagan ha indicado que la nominaci¨®n de Shultz es "un gesto de firmeza, tanto para los amigos como para los enemigos". La elecci¨®n de Shultz fue aprobada ayer por unanimidad por el Senado, despu¨¦s de dos d¨ªas de audiencias que no han provocado ninguna controversia, contrariamente a lo que ocurriera con su antecesor.

Sus declaraciones ante la comisi¨®n de Asuntos Exteriores del Senado, no hacen prever cambios importantes en la pol¨ªtica exterior de Estados Unidos. Shultz ha criticado la invasi¨®n israel¨ª de L¨ªbano. Ha declarado que el problema palestino constituye la "realidad central" en Oriente Pr¨®ximo y que deb¨ªa ser resuelto "con la mayor urgencia, teniendo en cuenta las leg¨ªtimas necesidades del pueblo palestino".

Shultz se ha defendido de las acusaciones de falta de objetividad en las relaciones con los pa¨ªses ¨¢rabes por sus antecedentes al frente de la multinacional de la construcci¨®n Bechtel Corp., que participa en importantes proyectos en Oriente Pr¨®ximo, particularmente en Arabia Saud¨ª. Ha tenido, adem¨¢s, que apresurarse a confirmar en varias ocasiones el compromiso de Estados Unidos con Israel.

El nuevo secretario de Estado ha declarado en el Congreso que en sus relaciones con la Uni¨®n Sovi¨¦tica Estados Unidos deber¨¢ evitar toda "estrategia de confrontaci¨®n", pero in tentar¨¢ limitar su potencial militar, a fin de "tratar con Mosc¨² a partir de una posici¨®n de fuerza".

George Shultz fue secretario del Tesoro de 1972 a 1974, y es m¨¢s un economista que un experto en cuestiones internacionales. Tendr¨¢ no obstante una ventaja sobre su predecesor: es un viejo amigo del secretario de Defensa, Caspar Weinberger, quien se hab¨ªa, opuesto a numerosas decisiones del general Alexander Haig, a quien reprochaba un exceso de benevolencia con los aliados europeos y falta de firmeza con los dirigentes del Kremlin.

El ministro sovi¨¦tico de Asuntos Exteriores, Andrei Gromiko, dirigi¨® ayer a Shultz un mensaje de felicitaci¨®n por su designaci¨®n, para el cargo de secretario de Estado.

En el telegrama, citado por la agencia oficial sovi¨¦tica Tass, el jefe de la diplomacia de la URSS expresa la esperanza de que contribuya a la mejora de las relaciones sovi¨¦tico-norteamericanas "en el inter¨¦s de los pueblos de los dos pa¨ªses y en el inter¨¦s del reforzamiento de la paz".