La bipolarizaci¨®n
La bipolarizaci¨®n pol¨ªtica y parlamentaria, que es lo que yo he llamado "sagastocanovismo", sac¨¢ndome un palabro, parece no gustar aqu¨ª a nadie. Y es que llevamos el guerracivilismo en el subconsciente colectivo y por bipolarizaci¨®n entendemos derecha / izquierda a muerte y hale, otra vez a matarse.No es eso, no es eso. La bipolarizaci¨®n tampoco supone una alternancia de dos partidos, mon¨®tona y mec¨¢nica c¨®mo la inglesa o la yanqui. No s¨¦ qu¨¦ escritor se acusaba de haber incurrido en la palabra "caleidosc¨®pico", en la que incurren todos los d¨ªas quienes no tienen recursos estil¨ªsticos en su m¨¢quina de escribir. Bueno, pues hay que incurrir: Espa?a es caleidosc¨®pica, callejeadora e inestable, y piensen la izquierda y la derecha que aqu¨ª un bipartidismo nunca va a llevarse burocr¨¢ticamente. Somos un pa¨ªs con mucha burocracia, pero no somos un pa¨ªs burocr¨¢tico. Aqu¨ª, a Fraga le van a salir catorce Fragas. Y a Felipe catorce Felipes. Y a Su¨¢rez catorce Su¨¢rez, m¨¢s Ros¨®n, que son quince. Precisamente por lo profuso, difuso y confuso de nuestras ideolog¨ªas -qu¨¦ gran imaginaci¨®n pol¨ªtica la de este pueblo sin pol¨ªticos-, la bipolarizaci¨®n me parece un correctivo, tanto m¨¢s necesario que en Gran Breta?a o USA, donde ambos partidos llegan a parecerse como Shakespeare a Marlowe y a la viceversa, hasta el punto de que los historiadores barrenan si no ser¨¢n la misma persona. La bipolarizaci¨®n, ya digo, aparte de ser conveniente o inconveniente en este momento, ser¨¢ siempre una purga para el coraz¨®n barroco de los espa?oles.
No hay monolitismos ni mayor¨ªas naturales, aunque Fraga haya inaugurado en Sitges -qu¨¦ moral- una sede AP con veinte socios. A Fraga ya le ha salido por abajo un Verstrynge antifranquista (del que se enomoran las entrevistadoras y al final le dan un beso). A Fraga ya le han salido unos colaterales que vaya usted a saber. Oscar Alzaga est¨¢ entre el patito feo y el pato Donald con gafas, pero una vez en los predios de don Manuel, me parece que le iba a dar muchos dolores de cabeza. Y reparen ustedes en el per¨ªmetro de un dolor de cabeza en la enorme cabeza de Fraga, donde dijo Felipe que "cab¨ªa el Estado". El Estado s¨®lo cabe en la cabeza de un hombre cuando el Estado es moi. M¨¢s historia de Francia, Macuna¨ªma / Felipe. A Felipe ya le han salido mil Felipes entre el pobrerio socialista, comunista, proestalinista, revisionista, proleninista, eurocomunista. Carrillo lo dijo en la tarde retardada de la Casa de Campo:
-El ¨²nico partido socialista somos nosotros.
No era -o no s¨®lo era- una verdad demag¨®gica para el grader¨ªo gastado de los p¨¦treohist¨®ricos. Era una verdad de ida y vuelta: en el general corrimiento hacia la derecha, Felipe se ha situado en una saludable socialdemocracia saludada por Esc¨¢mez (Central, su Banco amigo) y Carrillo en un eurosocialismo / verit¨¦ (que Carrillo ha pasado muchos a?os en Par¨ªs). Esto va en dem¨¦rito del pec¨¦ ¨¦pico, pero en favor del pec¨¦ f¨¢ctico. Herrero de Mi?¨®n y Alzaga ni siquiera son como el gordo y el flaco del celuloide rancio, sino que son el flaco y el flaco. La gente les confunde por la calle, como a Aranguren le piden la firma de Alberti, en los restaurantes, e imagino que a la viceversa.
A Su¨¢rez, con ser Su¨¢rez, le cuesta despegarse de los azules, de Mart¨ªn-Villa, Cisneros y el citado Ros¨®n. Contra lo que escriben a diario analistas y polit¨®logos, no creo que seamos un desierto pol¨ªtico, sino, en todo caso, un desierto "populoso de anacoretas" (Flaubert). Tenemos tantas riqueza pol¨ªtica (Calvo-Sotelo es una rueda de molino con la que nadie comulga) que la bipolarizaci¨®n parlamentaria, buena o mala en s¨ª, me parece un correctivo c¨¢si necesario. Como aquella ley de Prensa franquista, la bipolarizaci¨®n es ne cesaria para violarla todos los d¨ªas.
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