El hechizo veraniego de la ciudad
Los que vivimos en Barcelona hemos visto, junto con la llegada de temperaturas t¨®rridas, una verdadera competencia de los estamentos p¨²blicos catalanes patrocinando una serie de actividades que si algo indican es que Barcelona no est¨¢ dispuesta al letargo veraniego. Muy al contrario, parece prepararse para constar como lugar de cita para quienes, tambi¨¦n en vacaciones, se declaren partidarios de la adicci¨®n a la ciudad. Ni que decir tiene, adem¨¢s, que los habitantes naturales de la ciudad nos dejamos invitar muy a gusto por el alcalde, por ejemplo, al recital de Montserrat Caball¨¦, la extraordinaria soprano, en la plaza de la Catedral de la ciudad (celebrado el d¨ªa 6 de julio), y no nos extra?a que la respuesta fuera un p¨²blico de 18.000 personas (seg¨²n c¨¢lculos de la Guardia Urbana) que seguimos religiosamente las acrobacias vocales de nuestra conciudadana.Por otra parte, Expocultura, bajo el patrocinio de la Generalidad de Catalu?a, bajo el lema de Muestra de la vitalidad cultural de Catalu?a, fue, del 23 de junio al 4 de julio, fiel a su lema. M¨²sica y danza popular, canciones, cine, adem¨¢s de un amplio programa infantil, alternaron con unas jornadas de estudio sobre cuestiones de actualidad (dentro de un panorama en el que tuvo cabida la ciencia, la literatura, as¨ª como las posibilidades de una utilizaci¨®n global del v¨ªdeo), as¨ª como exposiciones fotogr¨¢ficas, recitales de poes¨ªa, proyecci¨®n de audiovisuales, muestra de arte pl¨¢stico, etc¨¦tera. El Palacio de Congresos de la Feria de Barcelona fue sede de Expocultura, donde se pudo contemplar -y ense?ar a los visitantes de la ciudad- la vitalidad, en tantas ocasiones puesta en duda, de la cultura catalana.
Por su parte, la Diputaci¨®n de Barcelona, entre otros patrocinios, exhibe en otro enclave t¨ªpico, las Reales Atarazanas, una exposici¨®n dedicada a Darwin en su centenario. Muy cerca, la Fundaci¨®n Mir¨® -de junio a septiembre- ofrece en su magn¨ªfica sede -obra de Josep Llu¨ªs Sert- una magn¨ªfica retrospectiva Joan Mir¨® de pintura, escultura, cer¨¢mica, obra gr¨¢fica, carteles, tapicer¨ªa y teatro. A destacar veinte cer¨¢micas y cincuenta pinturas sobre papel, que se exponen por vez primera en Barcelona. Asimismo, otro enclave tradicional, el palacio de la Virreina, en las mediterr¨¢neas Ramblas, acoge la exposici¨®n itinerante, procedente del Centro Georges Pompidou, de Man Ray, quien ya hab¨ªa expuesto en la Barcelona republicana de los a?os treinta, cuando la Ciudad Condal era centro de encuentro europeo, puesto que, por lo que vemos, intenta recuperar.
Punto y aparte en el verano barcelon¨¦s son las actividades que bajo el nombre de Grec 82 organizan los servicios de cultura del Ayuntamiento de Barcelona. Aparte de un programa de teatro, danza, ¨®pera, conciertos, recitales de canci¨®n y festivales infantiles, que suman un total de 190 sesiones, la, convocatoria supone una consolidaci¨®n de un esfuerzo municipal que comenz¨®, en la forma actual, en 1979. El Grec 82 opera en cuatro enclaves: el teatro Griego, del parque de Montjuich, el teatro de la Casa de la Caridad y los llamados Jardines del Hospital, en el casco antiguo de la ciudad, pr¨®ximo a las Ramblas, y en la plaza del Rey, en pleno barrio g¨®tico.
Lugar de cita
El Grec 82 se inaugur¨® en el teatro Griego de importante aforo, el 25 de junio, con Arlechino e gli altri, a cargo del Piccolo Teatro de Milano. El Pilobolus Dance Theatre sorprendi¨® no s¨®lo por una gran calidad de danza, sino tambi¨¦n por sus recursos escenogr¨¢ficos. Este mismo lugar servir¨¢ o sirve para la cita con la Danza Nacional de Cuba, las Juventudes Musicales de T¨²nez (con Mar¨ªa del Mar Bonet), Narciso Yepes, Jango Edwards and Friends Road Show, la compa?¨ªa de Lindsay Kenip, la de Jos¨¦ Luis G¨®mez (naturalmente, con El mito de Edipo rey) y los Grandes Ballets del Africa Negra. Asimismo, la presencia de compa?¨ªas locales est¨¢ asegurada -aunque s¨®lo supone una muestra parcial del teatro nacido en Barcelona- por las compa?¨ªas de la sala Villarroel, la del Teatre Lliure y la del Teatre del Confetti, con obras de B¨²chner, Moli¨¦re y Rostand, respectivamente. Por otra parte, Madame Butterfly es una ¨®pera de producci¨®n ¨ªntegra del Grec 82 (vestuarios incluidos).
El teatro de la Casa de la Caridad tambi¨¦n combina la participaci¨®n extranjera, como, por ejemplo, el arte singular de Kazuo Oono y su Homenatge a l'Argentinita, con elencos locales, como el Teatre de Sants, la Claca y el Teatre Estable de Sabadell, dejando espacio para recitales de canci¨®n muy variados (desde Guillermina Motta a Els Pavesos), a pesar de que el ¨¢mbito tradicional para tales eventos ha venido siendo la plaza del Rey, donde siguen citados este a?o Mar¨ªa del Mar Bonet (ya tradicional), Ovidi Montllor, Pau Riba, entre otros, alternando con actuaciones de la Banda Municipal de Barcelona, tradicionales coblas y muestras de canci¨®n rosellonesa, as¨ª como la presencia de Paco Ib¨¢?ez junto a Jacques Florencie y Atahualpa Yupanqui.
En los Jardines del Hospital se han concentrado, bajo la denominaci¨®n de Serenates d'Estiu, una serie de: grupos y concertistas tanto nacionales como extranjeros, de la Coral Cantiga a Harmonia Calda o Pro Cantione Antiqua de Londres, as¨ª como de Peter Bradley o Anna Baget y M¨®nica Pons (viol¨ªn y piano, respectivamente).
Puesto europeo
En el programa general del Grec 82 se nos recuerda que en una hora en que se da un verdadero despertar de los pueblos mediterr¨¢neos, Barcelona quiere afirmar su papel genuino en un ¨¢mbito (el Mediterr¨¢neo) que le corresponde y del que muy -a menudo ha ido al frente de muchas iniciativas. S¨ª, papel mediterr¨¢neo, pero con mayor ambici¨®n tambi¨¦n podr¨ªa confiarse en un digno puesto europeo, en un Grec que recordar¨¢, a su manera, festivales como los de Edimburgo o el teatral de Nancy. Y no parece excesiva presunci¨®n confiar que, de mantenerse esta din¨¢mica oficial -e incluso mejorarla-, Barcelona lo consiguiera. De momento, ante los aciertos, quienes vivimos en Barcelona recordamos aquel verso de Maragall, uno de nuestros grandes poetas y dialogadores con el resto del Estado espa?ol, que en su Nova oda a Barcelona, siguiendo los pasos de un coloso de nuestra literatura, Jacint Verdaguer, concluye diciendo que Barcelona con todos sus pecados es "nuestra, nuestra". Y, naturalmente, estamos dispuestos a ofrecerla en sus virtudes, puesto que, seg¨²n el poeta, es "la gran hechicera".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.