Bofetadas en San Sebasti¨¢n

El Peri¨®dico

No han sorprendido, a nadie. Los insultos y las agresiones propinadas a la comitiva de Ga?aikoetxea por simpatizantes de Herri Batasuna responden a una estricta l¨®gica pol¨ªtica: la de la escisi¨®n del nacionalismo vasco y el aislamiento de las posturas independentistas.Hasta ahora, sobre el Pa¨ªs Vasco planeaba la sombra de la confusi¨®n, producto m¨¢s de los errores del Gobierno de Madrid que del inter¨¦s de los grupos radicales por liar la vida pol¨ªtica vasca. Sin embargo, en pocos meses aparecen signos esperanzadores de que puede reducirse la violencia en Euskadi y, consecuentemente, de mejorar la convivencia en el conjunto de la sociedad¨¦spa?ola.

Junto a esos signos de primera magnitud se agrupan otros de menor entidad, pero quiz¨¢ d¨¦ mayor hondura: el sentimiento de hast¨ªo de muchos vascos -nacionalistas o no- respecto a la degradaci¨®n de la vida social y econ¨®mica de su pa¨ªs; las manifestaciones individuales de enfrentamiento a ETA -como la del bilba¨ªno Arteche, cuyo pub fue destruido por el puritanismo de los terroristas-, y la sensaci¨®n de que las instituciones de autogobierno empiezan a ser efectivas.

As¨ª pues, en v¨ªsperas de que entre en vigor la actividad de la Polic¨ªa aut¨®noma vasca, el furor de los independentistas batasunos crece espasm¨®dicamente. As¨ª pues, ellos, sost¨¦n moral de la m¨¢s insensata y cruel de las facciones etarras, acaban por insultar al PNV y al Gobierno de Vitoria y agredir a sus representantes. En consecuencia, berrean que berrozis (los escoltas personales de Garaikoetxea) y Polic¨ªa "son la misma porquer¨ªa".

Cabe pensar, pues, que la crispaci¨®n y el paroxismo de los radicales independentistas es el preludio de una pr¨®xima pacificaci¨®n ciudadana. ( ... )

, 16 de agosto