La OLP actuar¨¢ pol¨ªticamente desde T¨²nez

El m¨¢ximo dirigente palestino, Yasir Arafat, tiene la intenci¨®n de hacer de T¨²nez el centro de la actividad pol¨ªtica de la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina (OLP), a pesar de mantener en Damasco la sede oficial, por razones de proximidad con los territorios ocupados por Israel.

La Liga Arabe, con residencia en T¨²nez, considera que tal es la posibilidad barajada por la direcci¨®n pol¨ªtica de la organizaci¨®n palestina para a evitar un control excesivo por parte de las autoridades sirias.

El Gobierno tunecino ha hecho saber oficialmente que conceder¨¢ el m¨¢ximo de posibilidades a la OLP si ¨¦sta decide instalar su direcci¨®n pol¨ªtica en T¨²nez.

Los tunecinos han afirmado que, al igual que hiciera con los argelinos del Frente de Liberaci¨®n Nacional(FLN) en los a?os de lucha contra la ocupaci¨®n francesa, la OLP no se ver¨¢ sometida a ning¨²n tipo de presi¨®n, aunque tendr¨¢ que respetar, obviamente, una serie de medidas de seguridad destinadas a proteger f¨ªsicamente a los l¨ªderes palestinos.

T¨²nez es una de las capitales ¨¢rabes que menos ha presionado sobre la OLP. El propio Arafat mantiene relaciones estrechas con el presidente tunecino, Habib Burguiba, a pesar de que este ¨²ltimo es considerado en el Magreb como un hombre excesivamente ligado a los intereses del mundo occidental.

Ni Tr¨ªpoli ni Damasco

En la medida en que la OLP forma parte del llamado Frente de la Firmeza -integrado por Argelia, Libia, Siria y Yemen del Sur-, Damasco o Tr¨ªpoli deb¨ªan haber figurado en primera l¨ªnea de las capitales que Arafat hubiera podido tener en cuenta para trasladar las actividades pol¨ªticas de su organizaci¨®n, pero el primer dirigente palestino nunca ha mantenido una relaci¨®n privilegiada con el presidente libio, coronel Muamar el Gadafi, ni con el presidente sirio, Hafed el Asad.Al primero de ellos, Arafat le ha reprochado haber dirigido un mensaje en el que recomendaba a los palestinos el suicidio para evitar la verg¨¹enza di la derrota a manos de Israel, en tanto que con el dirigente sirio el dilema se refiere a las preferencias que tendr¨ªa ¨¦ste hacia otros l¨ªderes palestinos para sustituir a Arafat a la cabeza de la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina.

Arafat, en opini¨®n de los medios de la Liga Arabe, tiene necesidad de una autonom¨ªa real para impulsar el proceso pol¨ªtico de negociaci¨®n destinado a buscar una. soluci¨®n global al problema palestino.

El dirigente de la OLP se hab¨ªa visto enfrentado a una seria oposici¨®n por parte de otras fracciones de la resistencia palestina a la hora de defender las grandes l¨ªneas del plan del actual rey de Arabia Saudi, Fahd Abdelaziz, concebido como, una alternativa a los acuerdos de Camp David. El plan contempla la creaci¨®n del Estado palestino y el reconocimiento impl¨ªcito de Israel.

En Argel -donde complace la presencia de Arafat en T¨²nez- se estima que Arafat ha salido reforzado pol¨ªticamente de la crisis libanesa y ha conseguido elevar su prestigio ante la opini¨®n p¨²blica internacional, deshaciendo la imagen de terrorista que le han atribuido los dirigentes israel¨ªes.