Gernica y Beirut

Mi primera impresi¨®n despu¨¦s de leer la carta del se?or Herbert Southworth, publicada el 26 de agosto, en la que comentaba su indignaci¨®n ultrajada y posterior tristeza por el dibujo, de M¨¢ximo, aparecido el d¨ªa 14 de agosto (la estrella de David dentro de una cruz gamada), fue tambi¨¦n de indignaci¨®n y sorpresa (?), pero poco a poco este sentimiento cambi¨¦ a un estado de sospecha sobre las ideas que alberga en su seno este indignado y triste lector. Seguramente, la masacre y el genocidio llevado a cabo por los nazis-jud¨ªos (Beguin, Sharon, etc¨¦tera) sobre L¨ªbano y el pueblo palestino, no le parecen a este se?or tan moralmente obscenos como la publicaci¨®n en un peri¨®dico de un dibujo que, por otra parte, no es sino un p¨¢lido reflejo de la realidad. Su carta es la que verdaderamente permite poner en tela de juicio su propio equilibrio mental, y no el de la Redacci¨®n o el del dibujante, como se atreve a insinuan/