Homenaje a Guti¨¦rrez Mellado durante su preg¨®n de las fiestas de Santa Coloma de Gramanet

La fiesta mayor de la localidad barcelonesa de Santa Coloma de Gramanet, cuya densidad de poblaci¨®n compite con las mayores del mundo, tuvo en la noche del s¨¢bado como pregonero de la misma, al teniente general Manuel Guti¨¦rrez Mellado. Entre gigantes y castellets y acompa?ado por el alcalde-cura comunista de la ciudad, el teniente general ley¨® a los varios miles de vecinos congregados en la plaza de la Vila (plaza de la Villa), su mensaje de fiesta. Habl¨® el pregonero de solidaridad, esperanza y justicia, en t¨¦rminos que no quisieron ser pol¨ªticos, al tiempo que Santa Coloma se dispuso a celebrar su noche festiva, a medio camino entre la reivindicaci¨®n y el jolgorio.Guti¨¦rrez Mellado no quiso hablar de pol¨ªtica en su preg¨®n -"estoy de vacaciones, no es el momento", dijo-. No consigui¨®, en cambio, que su ins¨®lita imagen de pregonero de Santa Coloma, se vaciara de contenido formalmente pol¨ªtico. "Debemos lograr entre todos", se?al¨®, "una vida mejor, en la que vayan desapareciendo las injusticias". Junto a ¨¦l, en la sala de reuniones del consistorio, se encontraba el diputado socialista Ernest LLuch, la diputada del PSUC Eulalia Vintr¨®, el parlamentario de Convergencia Joan Colominas y hasta el ex alcalde de Santa Coloma, Blas Mu?oz, actualmente ¨²nico concejal centrista de la ciudad. La posible rentabilidad pol¨ªtica del acto, parad¨®gico en s¨ª mismo, est¨¢ pendiente de discusi¨®n. No obstante, Luis Hern¨¢ndez, -alcalde y cura comunista de la ciudad, conocido por su trabajo militante durante ocho a?os en la marginal barriada colomense de Las Oliveras-, doce concejales del PSUC, once socialistas y una muy minoritaria representaci¨®n de Convergencia y UCD, estuvieron de acuerdo en ofrecer el preg¨®n al teniente general. Un matiz reivindicativamente pol¨ªtico presidi¨®, como otros a?os, la fiesta.

Torres humanas formadas por diferentes grupos de castellets sucedieron en el programa festivo al preg¨®n del ilustre militar. Al deshacer la torre cinc de set (cinco de siete), cayeron els nois de Terrassa (los chicos de Tarrasa). Ninguno de ellos result¨® herido y Guti¨¦rrez Mellado desde el balc¨®n consistorial, presenci¨® la ca¨ªda, aplaudiendo despu¨¦s. "Es la primera vez que veo los castellet", se?al¨®, "y me paso el tiempo deseando que baje el ¨²ltimo ni?o del castillo". Abajo, en la plaza de la Vila, bailaban los gigantes de la ciudad, bautizados el s¨¢bado con los nombres de Coloma y Silvestre.

Una r¨¢pida radiografia de la m¨¢s significativa ciudad dormitorio de Catalu?a, Santa Coloma de Gramanet, refleja enseguida, m¨¢s all¨¢ de su fiesta mayor, una poblaci¨®n de 240.000 habitantes, donde el paro y el hacinamiento urban¨ªstico son fantasmas siempre presentes. La ciudad alcanza la cifra de 16.000 parados censados, de los cuales s¨®lo la mitad reciben el subsidio.

La ciudad record¨®, sin duda, en el preg¨®n del teniente general, la noche del 23 de febrero de 1981, presente desde entonces en el edificio del ayuntamiento donde, aquel atardecer, varios tiros de pistola efectuados por elemetos ultraderechistas penetraron a trav¨¦s del balc¨®n consistorial.

Las balas se incrustraron en una pared lateral de la sala de reuniones, donde el alcalde y los concejales se encontraban reunidos siguiendo con nerviosismo los acontecimientos del Congreso de los diputados.