Los cuatro 'nuevos Japones'
Taiwan, Corea del Sur, Hong Kong y Singapur constituir¨¢n pronto una amenaza para occidente tan importante como Jap¨®n
Aunque la atenci¨®n del mundo occidental ha sido mayormente captada por el indiscutible ¨¦xito de Jap¨®n, primero en la industria primaria y, cada vez m¨¢s, en la alta tecnolog¨ªa, expertos en asuntos del oriente asi¨¢tico advierten que Jap¨®n es, simplemente, una punta de iceberg de un mayor desaf¨ªo econ¨®mico que acecha en el horizonte.El desaf¨ªo se centra en el creciente poder¨ªo econ¨®mico de los cuatro nuevos Japones -Taiwan, Corea del Sur, Hong Kong y Singapur-, que est¨¢n apart¨¢ndose de industrias tan laboriosas como las textiles, las del calzado y las de componentes electr¨®nicos menores, en favor de industrias de m¨¢s alta tecnolog¨ªa.
Estos pa¨ªses han modelado su pol¨ªtica de desarrollo econ¨®mico seg¨²n el patr¨®n japon¨¦s. Como dijo Lee Kuan Yew, primer ministro de Singapur, "los japoneses han acertado".
Las fuerzas combinadas de los cinco pa¨ªses han llevado a predecir a Mike Mansfield, embajador de Estados Unidos en Jap¨®n, uno de los que cree en el porvenir de la zona, que el mundo est¨¢ adentr¨¢ndose en "el siglo del Pac¨ªfico", con consecuencias econ¨®micas y estrat¨¦gicas muy profundas para Estados Unidos.
Debate animado
El que sea una amenaza el ¨¦xito econ¨®mico de Asia oriental para la industria de Occidente, un ejemplo para imitar o una buena oportunidad para las empresas multinacionales bien situadas es asunto de animado debate.La amenaza es evidente. Si Estados Unidos y los pa¨ªses del Europa Occidental europeo no pueden contrarrestar el desaf¨ªo asi¨¢tico habr¨¢ un evidente empeoramiento de la potencia industrial de Occidente y, con toda probabilidad, se crear¨¢n fuertes tensiones comerciales.
El desaf¨ªo se basa en una vieja f¨®rmula. Las naciones del Oriente asi¨¢tico tienen escasez de recursos naturales y por lo general dependen de la exportaci¨®n para promover su crecimiento econ¨®mico. Estados Unidos, el m¨¢s importante socio comercial del Oriente asi¨¢tico, es, ante todo, el suministrador de materia prima para estos pa¨ªses.
Algunos especialistas en comercio dicen que, como estos pa¨ªses aumentan continuamente la exportaci¨®n de los productos m¨¢s sofisticados, Estados Unidos se arriesga a convertirse en una "colonia econ¨®mica" del Oriente asi¨¢tico, suministrando materia prima y un mercado para los productos terminados que reportan beneficios.
"Con el tiempo puede que lleguemos a vernos como el oscuro pa¨ªs que suministra productos agr¨ªcolas a centros industriales del Asia Oriental, un mero ap¨¦ndice del coraz¨®n del mundo del comercio que se desplaza hacia Occidente a trav¨¦s del Pac¨ªfico", dicen Roy M. Hofheinz Jr., antiguo profesor de Harvard, que ahora es asesor, y Kent E. Calder, instructor de Harvard en un nuevo libro titulado The East Asia Edge.
Dominio temible
Si las corrientes comerciales se aceleran se teme que los exportadores del Asia Oriental invadan m¨¢s ampliamente el mercado americano y lleguen a convertirse en dictadores de las condiciones en que ha de desarrollarse el comercio mundial.Como coment¨® Akio Mikuni, asesor financiero de numerosas empresas de Jap¨®n, "Jap¨®n es, en este momento, quien fija los precios de los autom¨®viles, de la electr¨®nica y de algunos semiconductores; se trata de un cambio trascendental que refleja c¨®mo la balanza de la competitividad se inclina hacia el lado de Jap¨®n".
Son tambi¨¦n inquietantes las consecuencias estrat¨¦gicas de esta amenaza para el poder¨ªo industrial de Estados Unidos, sobre todo si se tiene en cuenta la actual escalada militar del pa¨ªs.
"Hay que disponer de una s¨®lida base industrial para costear todos esos aviones de combate, misiles y dem¨¢s", dijo Clyde Prestowitz, secretario adjunto de Comercio de Pol¨ªtica Econ¨®mica Internacional. Adem¨¢s, funcionarios de la Administraci¨®n Reagan han advertido sobre la amenaza potencial de llegar a depender de un proveedor extranjero en lo referente a componentes de armas de alta tecnolog¨ªa.
Con todo lo que signifique para Estados Unidos, la presi¨®n competitiva de Asia Oriental se advierte cada vez m¨¢s en el mismo Jap¨®n.
Durante la d¨¦cada de los setenta, las econom¨ªas de los pa¨ªses que se iban industrializando r¨¢pidamente, Taiwan, Corea del Sur, Hong Kong y Singapur, crecieron a una media anual superior al 9% mientras que Jap¨®n alcanz¨® una tasa de crecimiento anual del 6%. Para Estados Unidos la tasa fue exactamente del 3%.
Desde luego, el crecimiento econ¨®mico de los pa¨ªses asi¨¢ticos ha disminuido durante el actual receso mundial. Pero la mayor¨ªa de los economistas prev¨¦n que, una vez que la situaci¨®n mundial mejore un poco, las econom¨ªas de Asia Oriental resurgir¨¢n incontenibles.
Predicen que en la d¨¦cada de los ochenta, Taiwan, Corea del Sur, Hong Kong y Singapur aumentar¨¢n su crecimiento econ¨®mico entre un tanto que la m¨¢s madura econom¨ªa de Jap¨®n mostrar¨¢ ganancias anuales de un 4%.
"Durante las dos pr¨®ximas d¨¦cadas veremos mayor crecimiento econ¨®mico en esta zona que en cualquier otro lugar del mundo", dijo Clayton Yeutter, antiguo adjunto al secretario de Comercio de Estados Unidos y actual presidente de la Bolsa Mercantil de Chicago, durante una reciente visita a Tokio. "Asia Oriental es el lugar para obligar al esfuerzo a los negocios de Am¨¦rica".
Transici¨®n dif¨ªcil
Por el momento, los pa¨ªses del Oriente asi¨¢tico, con Jap¨®n, son productores de primera calidad de acero, buques, plataformas petrol¨ªferas y televisores en blanco y negro. Pero la transici¨®n hacia industrias m¨¢s sofisticadas, autos, semicondutores y computadoras, no ser¨¢ f¨¢cil.En primer lugar, seg¨²n mejoran sus econom¨ªas, le pisan los talones a Jap¨®n. Y aunque la econom¨ªa japonesa ya no depende tanto de industrias b¨¢sicas, como la naviera y la del acero, es el l¨ªder mundial de estos productos, y, desde luego, no los va a abandonar.
Adem¨¢s, mientras que Jap¨®n tiene una tradici¨®n industrial de un siglo de existencia, Taiwan y Corea del Sur han sido sociedades agrarias hasta la d¨¦cada de los cincuenta, y tambi¨¦n estuvieron bajo el dominio japon¨¦s durante d¨¦cadas. Por su parte, Hong Kong y Singapur son peque?os estados-isla que son, sobre todo, centros comerciales y de servicios.
Estas diferencias hacen preguntarse sobre si -o en qu¨¦ manera- los nuevos Japones pueden realmente emular a Jap¨®n.
Nobumitsu Kagami, economista de la compa?¨ªa de inversiones Jardine Fleming, dijo: "Estos pa¨ªses nunca llegar¨¢n a ser lo que Jap¨®n; intentar transformarse en empresas m¨¢s fuertes de valor a?adido ser¨¢ un ascenso penoso; no obstante, ser¨¢n fuertes competidores en el comercio mundial".
Cada una de las cuatro zonas de Asia Oriental en v¨ªas de industrializaci¨®n tiene su propio sistema de pol¨ªtica econ¨®mica, conformado por distintos avatares hist¨®ricos, pol¨ªticos y econ¨®micos. Cada una tiene, adem¨¢s, sus propios elementos de incertidumbre.
No obstante, existen rasgos comunes en la pol¨ªtica econ¨®mica que siguen estos pa¨ªses y Jap¨®n:
-Pol¨ªtica gubernamental que promociona el ahorro y la inversi¨®n antes que el consumo.
-Control de la direcci¨®n de la pol¨ªtica econ¨®mica a trav¨¦s de un cuerpo de ¨¦lite de bur¨®cratas.
-Distribuci¨®n relativamente equitativa de la renta entre la poblaci¨®n.
-Control de sectores clave de la econom¨ªa a trav¨¦s de grandes corporaciones o grupos industriales que no se hallan afectados por leyes antimonopolistas tipo americano.
-Atenci¨®n especial en programas de preparaci¨®n para formar especialistas.
-Control pol¨ªtico de un solo partido, lo cual proporciona estabilidad para la planificaci¨®n econ¨®mica a largo plazo.
Por a?adidura, los observadores mencionan la tradici¨®n confucionista que comparten los pa¨ªses del Asia Oriental -con ¨¦nfasis en la laboriosidad- como fuerza que asegura la disciplina social.
"Puede que no encaje con ning¨²n modelo econom¨¦trico", dijo Eric W. Hayden, economista jefe de la divisi¨®n asi¨¢tica del Banco de Am¨¦rica, "pero la ¨¦tica confucionista confiere una ventaja enorme a estos gobiernos".
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