El m¨¦dico explica
Ruego a usted inserte en EL PAIS las siguientes aclaraciones a una carta del se?or Angel Solano publicada en su peri¨®dico el d¨ªa 10 de septiembre, en la que hace referencia al servicio de Oftalmolog¨ªa del" centro Ram¨®n y Cajal, cuya jefatura ostento.Este servicio de Oftalmolog¨ªa, con una plantilla de once m¨¦dicos, ha realizado en los primeros ocho meses de este a?o 9.281 consultas ambulatorias e intervenido a 738 pacientes, incluidos veintitr¨¦s trasplantes de c¨®rnea, 37 reparaciones microquir¨²rgicas de canal¨ªculos, 72 desprendimientos de retina con vitrectom¨ªas y microciruig¨ªa, y otras intervenciones de alta tecnolog¨ªa, como 269 fotocoagulaciones con rayo l¨¢ser. Tan abrumadoras cifras implican un sobreesfuerzo tremendo del personal sanitario del servicio, e inevitablemente una relaci¨®n m¨¦dico-enfermo que, dentro del trato humano, no permite emplear mucho tiempo en cultivar aspectos no t¨¦cnicos. Las caracter¨ªsticas de centro nacional del Ram¨®n y Cajal hacen que se le env¨ªen enfermos con patolog¨ªa grave desde toda la geograf¨ªa espa?ola, y la afluencia masiva de enfermos necesariamente obligar¨ªa a no atenderlos -a todos, a atenderlos insuficientemente o a demorar su asistencia con crecientes listas de espera. ?Qu¨¦ soluci¨®n tomar? El personal del servicio se desvive por satisfacer a todos los enfermos, y mfles de pacientes dispersos por toda Espaf¨ªa son testigos de ello. El que incidentalmente se manifieste la insuficiencia del servicio es algo que no podemos personalmente evitar.
El caso particular del se?or Solano, junto a algunas apreciaciones justas, tiene otras incompletas o impropias. La esposa del se?or Solano acudi¨® al servicio de urgencias del CERYC el d¨ªa 18 de julio, y se le estableci¨® la indicaci¨®n de fotocoagularle la retina como urgencia media no inmediata. Pese a indic¨¢rsele que en la sectorizaci¨®n sanitaria de Madrid el centro que le correspond¨ªa para practic¨¢rsela era otro, la paciente insisti¨® en que se le practicase en nuestro servicio, a lo que, a pesar de la gran sobrecarga de nuestras urgencias propias, se accedi¨®. Dos d¨ªas y medio despu¨¦s, el 21 de julio, se le hizo una sesi¨®n de fotocoagulaci¨®n con l¨¢ser, con las inevitables incomodidades y retrasos provocados a los pacientes listados. para fotocoagular ese d¨ªa. Se la volvi¨® a citar para revisi¨®n quince d¨ªas despu¨¦s, fecha en que el l¨¢ser, aparato muy delicado, debido al incesante uso a que tuvo que ser sometido este verano, necesitaba un ajuste y reparaci¨®n, cosa totalmente imprev¨ªsible y que oblig¨® a retrasar su cita en tanto que el servicio t¨¦cnico de la casa sun¨²ffistradora (que por ser agosto ten¨ªa dificultades en su personal especializado) lo reparase. Esto oblig¨® a no poder efectuar entonces una segunda sesi¨®n de l¨¢ser, cit¨¢ndose a la enferma para finales de este mes.
Por otra parte, debo manifestar que las deficiencias de atenci¨®n derivadas de las inc¨®modas listas de espera son algo cuya soluci¨®n directa escapa a las posibilidades de un servicio. Precisamente, cuanto mejor funciona un servicio m¨¦dico-quir¨²rgico, m¨¢s se prestigia y mayor afluencia de enfermos tiene -sin que por ello se aumente su plantilla de personal-, por lo que mayor es su lista de espera.
Sentimos sinceramente el caso concreto del se?or Solano y cualquier otro similar que, pese a la entrega e inter¨¦s de nuestro personal sanitario, se haya podido producir. La carta del se?or Solano, m¨¢s que referida al centro especial Ram¨®n y Cajal, creo que debe entenderse como una llamada a la opini¨®n p¨²blica por un problema gen¨¦rico que incidentalmente en su caso se relacion¨® con nuestro servicio, y es eso precisamente lo que la hace ¨²til y constructiva, contribuyendo a presionar a nuestra sociedad a atender y mejorar el complejo problema de la asistencia sanitaria. /
catedr¨¢tico de Oftalmolog¨ªa.
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