La pel¨ªcula de Pedro Almod¨®var despierta pasiones encontradas en el certamen donostiarra
ENVIADO ESPECIALEl filme de Pedro Almod¨®var Laberinto de pasiones ha despertado algunas otras pasiones a?adidas y ha logrado que se hable de ¨¦l con profusi¨®n en el patio de Monipodio del Festival de San Sebasti¨¢n, que es la terraza del bar Gur¨ªa, un pintoresco foro de apuestas, susurros al o¨ªdo y, por regla general, de publicidades boca a boca o de diatribas a media voz.
En el Gur¨ªa se dice y se desdice, se conciertan entrevistas, y se hacen incluso proyectos de ventas o de trueques de pel¨ªculas futuras. Un curioso Rastro de murmullos, un mercadillo de cotilleos, un gallinero de bulos.
Pedro Almod¨®var se queja, sin perder la sonrisa, de que la gente del Gur¨ªa esperaba una pel¨ªcula que fuera una simple continuaci¨®n de Pepi, Luci, Boom y otras chicas del mont¨®n: "Cada pel¨ªcula es distinta, y aqu¨¦lla ya la hice y no voy a repetirla. Se esperaba, por lo visto, de m¨ª m¨¢s disparates, m¨¢s esc¨¢ndalos, y no s¨¦ por qu¨¦. Laberinto de pasiones es, por lo menos, tan amoral como Pepi, pero m¨¢s templada, menos esperp¨¦ntica. Parece que algunos se han desconcertado con la parte de melodrama que hay en ella, pero a m¨ª me parece que tiene suficiente unidad, que es una pel¨ªcula coherente, porque cuenta una historia imposible de ciencia ficci¨®n, como si fuera una comedia de costumbres".
"Lo m¨¢s curioso de todo", contin¨²a Almod¨¢var, "es que tambi¨¦n se me ha reprochado que Laberinto de pasiones sea una pel¨ªcula mejor hecha que Pepi. Por lo visto, uno no tiene derecho a aprender. Pepi era una pel¨ªcula pobre, muy pobre, y sus defectos se tomaron como una parte de su estilo. Ahora, que no hay tales defectos, algunos quieren volver contra m¨ª esta ventaja, lo que no deja de ser un poco raro. El paso al profesionalismo s¨®lo me ha dado ventajas, y no he visto nunca disminuida mi libertad. Si esta pel¨ªcula es m¨¢s comedida que aqu¨¦lla es porque as¨ª lo he querido y porque as¨ª lo pide la historia, y no hay ninguna certidumbre comercial impuesta. La he hecho como he querido".
Ayer se proyect¨® en la secci¨®n oficial del festival -mientras las secciones paralelas pasaban por uno de sus d¨ªas m¨¢s anodinos, con la excepci¨®n de Grog, del italiano Laudalio, en la secci¨®n de nuevos realizadores- un flojo melodrama filipino titulado, con exceso de explicitud, Ca¨ªn y Abel, y dirigido por uno de los pocos cineastas filipinos que ha alcanzado eco en el extranjero, Lino Brocka.
Hizo una dura descripci¨®n de la situaci¨®n del cine en Filipinas: "La mayor parte de las pel¨ªculas filipinas son melodramas o filmes de gangster y de violencia. Hacer cine con otras ambiciones es en Filipinas est¨²pido, porque no se vende. La importanci¨®n de cine en Filipinas es libre, de ah¨ª que cada a?o entren entre quinientas y seiscientas pel¨ªculas extranjeras, la mayor¨ªa norteamericanas, y s¨®lo se produzcan doscientas o trescientas nacionales."
"La industria est¨¢ grabada con porcentajes muy altos, del orden del 45%. Adem¨¢s existe una doble censura, la previa y la final, que es especialmente dura y rigurosa en temas pol¨ªticos. Por ejemplo, no se pueden hacer pel¨ªculas sobre la pobreza en un pa¨ªs donde casi todo el mundo es pobre. Y finalmente hay consignas, que no son oficiales pero que tienen consecuencias reales, provenientes de personas muy influyentes, gentes que tienen poder, en las que se dice qu¨¦ pel¨ªculas hay que hacer y cu¨¢les no. Todo esto es as¨ª, y no hay que tomarlo como una excusa para justificar el cine que hacemos". No se puede ser m¨¢s claro.
Las conversaciones entre industriales del cine espa?ol y responsables de la TVE enfrentaron ayer a ¨¦stos con un grupo de exhibidores. El memorial de agravios de este gremio contra TVE sali¨® a relucir de nuevo. Los exhibidores solicitan una coordinaci¨®n de horarios entre las programaciones cinematogr¨¢ficas en TVE y los horarios de las salas de cine, para que no se produzcan interferencias en las clientelas de ¨¦stas.
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