Orlando apenas ruidoso
Rold¨¢n -Orlando- fue un palad¨ªn de Carlomagno muerto -en Roncesvalles -se suele dar la fecha del a?o 778- que dio origen a una canci¨®n de gesta, y el poema se engarz¨® -y abult¨®, y multiplic¨®- despu¨¦s en los mitos y leyendas carolingios.El personaje y su gesta, y sus delirantes haza?as, prendieron especialmente en Italia y tuvieron un desarrollo peculiar. Sobre todo, en N¨¢poles y Sicilia, donde est¨¢n los famosos teatros de puppi -marionetas- y donde en puestecitos callejeros se venden mu?ecos de "il paladino", de "la bella Ang¨¦lica" y de algunos otros personajes.
Es todav¨ªa una leyenda viviente, que se representa cada d¨ªa. ?Por qu¨¦, precisamente, en N¨¢poles y en Sicilia? Fueron tierras de la ocupaci¨®n militar espa?ola, y la leyenda de Orlando relata derrotas espa?olas, y presenta espa?oles malos.
Hacia el Siglo de Oro hubo una reacci¨®n espa?ola, y se escribieron dramas espa?olizando el mito (Juan de la Cueva, Lope de Vega.. .). No han prevalecido.
Hace a?os, el director italiano Luca Ronconi hizo una versi¨®n teatral gigantesca del Orlando furioso, de Ariosto: la trajo a Madrid, al Palacio de los Deportes, y se descubri¨® como una gran muestra del teatro de participaci¨®n. Los personajes actuaban entre el p¨²blico, que se ve¨ªa aplastado por carros y caballos, y hu¨ªa alborozado y feliz, seguro de que as¨ª participaba. Todav¨ªa se recuerda aquel alarde. Despu¨¦s, Ronconi hizo una serie para la televisi¨®n, que se emiti¨® en Espa?a y que igualmente qued¨® como ejemplo de obra maestra.
Como las marionetas
Se repone ahora en la segunda cadena. Ronconi ha dispuesto el movimiento de los personajes tom¨¢ndolo directamente de los puppi, de las marionetas populares. Los actores se mueven sobre peque?as carras para evitar el balanceo del paso humano; sus brazos y sus cabezas siguen relativamente los movimientos que hubieran sido producidos por los hilos; las frases se dicen lenta y entrecortadamente.
Para personas no impregnadas de esta tradici¨®n italiana, el movimiento puede ser demasiado lento. Se compensa con la belleza de las im¨¢genes: escenarios naturales enriquecidos con decorados, figurines extraordinarios, maquillajes...
El doblaje debi¨® ser enormemente dif¨ªcil. Se ha buscado el verso de la misma m¨¦trica y la sobren aturalidad de las voces; no siempre se ha conseguido, probablemente, por el mal end¨¦mico de la televisi¨®n: la falta de tiempo, lugar y dinero para ensayos y repeticiones.
El primer episodio nos ha contado la subhistoria de Ruggiero y Bradamente, que ha tenido por si sola un desarrollo en la literatura y el teatro. Una historia de amor y de magia a la que Ronconi ha dado todo su misterio.
Ortando furioso se comenz¨® a emitir el pasado domingo. Proseguir¨¢ el pr¨®ximo domingo.
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