Concluye el VI Foro del Hecho Religioso sobre '¨¦tica p¨²blica y Estado laico'
Con el tema Etica p¨²blica y desconfesionalizaci¨®n del Estado ha tenido lugar en Madrid el VI Foro del Hecho Religioso, un encuentro interdisciplinar de pensadores espa?oles interesados por la significaci¨®n cultural de la religi¨®n que viene celebr¨¢ndose desde hace seis a?os. El Instituto Fe y Secularidad organiza los debates del centenar de participantes, que tienen en Jos¨¦ G¨®mez Cafarena y J. L. L¨®pez Aranguren dos animadores constantes.
Alfonso Alvarez Bolado y Jos¨¦ Antonio Gonz¨¢lez Casanova eran los encargados de poner el bal¨®n en movimiento con las ponencias Confesionalidad, desconfesionalizaci¨®n y residuos nost¨¢lgicos, del primero, y Etica p¨²blica: su pasado y su presente en nuestra sociedad, del segundo."La naciente democracia espa?ola est¨¢ amenazada por el neoconfesionalismo y el laicismo", dec¨ªa el te¨®logo Alvarez Bolado. Se?al. de que el nacional-catolicismo sigue vivo son la pretensi¨®n de la Iglesia a presentarse como "el yo ¨¦tico exclusivo en la comunidad pol¨ªtica", as¨ª como el modo y manera con que se han producido las declaraciones de la Conferencia Episcopal sobre el divorcio y la familia. En el debate posterior se nombraron igualmente hechos como los 600 millones que la Iglesia ha invertido para controlar la Editorial Cat¨®lica, la creaci¨®n a estas alturas de una universidad cat¨®lica y los contactos de un sector del episcopado con las tendencias democristianas. Esos elementos dan a entender que amplios sectores de la Iglesia no aciertan a distinguir entre ¨¦tica cristiana y la racionalidad ¨¦tico-pol¨ªtica de un Estado laico.
Al mismo tiempo, Alvarez Bolado llamaba la atenci¨®n sobre otra tentaci¨®n que acecha, esta vez, al Estado laico: el laicismo; esto es, la voluntad de imponer una ideolog¨ªa totalitaria a la sociedad "sobre todo a trav¨¦s del monopolio de los medios culturales, como la escuela, los mass media y la universidad".
Esta distinci¨®n entre laicidad y laicismo fue objeto de animada pol¨¦mica. Antonio Santesmases se preguntaba con qu¨¦ criterios se hac¨ªa la diferencia. "No se puede obviar la, sospecha", a?ad¨ªa, "que bajo esa distinci¨®n, que coloca a la escuela p¨²blica en el cap¨ªtulo del laicismo, lo que se est¨¢ haciendo es una sutil defensa del confesionalismo".
Para Gonz¨¢lez Casanova, "la tradici¨®n m¨¢s constante en la ¨¦tica p¨²blica espa?ola es el car¨¢cter privado de la misma". Valores ¨¦ticos hist¨®ricos han sido la pureza de la sangre, el honor o la fidelidad al monarca, valores que se contrapon¨ªan a otros "que pudi¨¦ramos llamar burgueses, como el c¨¢lculo econ¨®mico, el trabajo, la riqueza y la propiedad". Poca fortuna tuvieron los esfuerzos modemizadores que representaron en el siglo XIX el humanismo democr¨¢tico, el organicismo pedag¨®gico de la Instituci¨®n Libre de Ense?anza y el regeneracionismo patri¨®tico, que quiso hacer suyos la II Rep¨²blica.
Vac¨ªo moral
Con Franco, la moral p¨²blica volvi¨® a ser privada. "La ¨¦tica p¨²blica del franquismo", explicaba Gonz¨¢lez Casanova, "se basaba en la moral individualista del 'caballero cristiano' a lo Maeztu, en la moral sexual y familiar del oscurantismo cat¨®lico y en la moral econ¨®mica del propietario moderado". Y conclu¨ªa: "Existe un profundo y a?ejo vac¨ªo moral en Espa?a respecto a la vida c¨ªvica p¨²blica paralelo a la escasa realidad hist¨®rica de un verdadero Estado, de una aut¨¦ntica naci¨®n tejida por el consenso popular".Ha sido la Constituci¨®n democr¨¢tica la que ha vuelto a hacer suyos los contenidos ¨¦ticos modernizadores inscritos hist¨®ricamente en el liberalismo, la democracia y el socialismo.
En una vibrante intervenci¨®n, Ortiz Os¨¦s abog¨® por la presencia p¨²blica de elementos vitales insertos en la vida ¨ªntima de los pueblos, que se expresan de manera simb¨®lica y que son inaccesibles a la racionalidad. Algunos interpretaron esa presencia como una reivindicaci¨®n de lo religioso en la vida p¨²blica. Otros entendieron que Ortiz Os¨¦s ofrec¨ªa unas claves originales para entender al pueblo vasco, cuya vida est¨¢ m¨¢s determinada por esa simbolog¨ªa no racional que por las ideas cartesianas de la raz¨®n que determina a los Estados modernos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.