Eliminar la corrupcion, nuevo objetivo de los l¨ªderes sovi¨¦ticos
La corrupci¨®n -uno de los males capitales de la sociedad sov¨ª¨¦tica- parece encontrarse ahora en el punto de mira de los dirigentes de la URSS. Durante el ¨²ltimo a?o se han multiplicado los controles -ya de por s¨ª bastante abundantes- e incluso el propio Le¨®nidas Breznev hizo referencia a este problema el pasado lunes, horas antes de finalizar su visita a la Rep¨²blica Sovi¨¦tica de Aserbaiy¨¢n."En algunos eslabones administrativos y empresariales", afirmaba el l¨ªder sovi¨¦tico, refiri¨¦ndose en concreto a Aserbaiy¨¢n, "a¨²n se conservan las condiciones que permiten a los delincuentes robar bienes del pueblo, causar da?o al Estado y cometer actos antisociales". "Su deber", agreg¨® dirig¨ª¨¦ndose a los l¨ªderes de esa rep¨²blica, "es hacer m¨¢s activa la lucha contra estos hechos peligrosos para la sociedad".
Esta reprimenda de Breznev -publicada el martes en la primera p¨¢gina de Pravda- toma especial significado si se tiene en cuenta que hace s¨®lo trece a?os que el Partido Comunista Aserbaiyano (PCA) sufri¨® una operaci¨®n de limpieza con la que -se suponese desbarat¨® una arraigada trama de corrupci¨®n a gran escala.
Fue el actual secretario general del PCA, Gueidar Aliev, de 59 a?os, quien denunci¨® en 1969 una serie de hechos que terminaron costando el cargo a su antecesor, Veli Ajundov. Aliev -que hab¨ªa hecho parte de su carrera dentro de la Seguridad del Estado (KGB)- denunci¨® por aquel entonces ante el Comit¨¦ Central el sistema de venta de cargos vigente en Aserbaiy¨¢n hasta aquellos d¨ªas.
Todo ten¨ªa un precio: desde el ingreso en las escuelas especiales hasta el puesto de primer secretario de distrito del PCA, pasando por los t¨ªtulos de acad¨¦mico o el cargo de jefe local de la Milicia (polic¨ªa uniformada). Las tarifas eran muy variadas y depend¨ªan del beneficio que se pod¨ªa obtener durante el ejercicio de la funci¨®n: de 20.000 a 250.000 rublos (de tres milones a cerca de cuarenta millones de pesetas al cambio actual).
En el pretente, los dirigentes del PCA tienen que someterse a reglas muy estrictas y, por ejemplo, no pueden poseer autom¨®viles privados ni dachas (casas de descanso). Sin embargo, la corrupci¨®n a¨²n no se ha erradicado, seg¨²n se deduce del discurso pronunciado recientemente por Breznev.
Cuando se habla de corrupci¨®n en la URSS, habitualmente se piensa en las rep¨²blicas cauc¨¢sicas o transcauc¨¢sicas, que es donde se han producido los esc¨¢ndalos m¨¢s llamativos. Pero algunos indicios hacen creer que el fen¨®meno no se circunscribe en exclusiva a esas zonas de la geografla sovi¨¦tica.
Recientemente, un semanario de la URSS revelaba que el 64% de la gasolina que consumen los veh¨ªculos privados en la URSS es robado al Estado. El volumen de este fraude ha de ser inmenso, si se tiene en cuenta que el parque automovil¨ªstico de la Uni¨®n Sovi¨¦tica comienza a tener unas dimensiones respetables: cada a?o se producen 1.300.000 coches.
El fen¨®meno del robo de gasolina al Estado es tan impresionante -y, por lo visto, tan irreprimible-, que el mercado negro se ha extendido tambi¨¦n al combustible utilizado por los camiones y veh¨ªculos industriales: algunos moscovitas instalan en sus autos ingeniosos artilugios para poder hacerlos funcionar con esta gasolina de menor octanaje.
El sector del autom¨®vil
Es en el sector del autom¨®vil -por ser m¨¢s joven- donde el problema de la corrupci¨®n es m¨¢s patente, si bien pueden encontrarse ejemplos similares en otros muchos aspectos de la vida en la URSS. La Prensa sovi¨¦tica se ha preguntado en m¨¢s de una ocasi¨®n c¨®mo pueden existir listas de espera de hasta dos a?os para poder comprar veh¨ªculos privados que cuestan entre. 5.000 y 15.000 rublos -pagados al contado como ¨²nica f¨®rmula-, cuando estas cantidades constituyen el sueldo ¨ªntegro que un sovi¨¦tico medio puede ganar trabajando durante un per¨ªodo que va de los dos a?os y medio a los siete a?os y medio. Este interrogante se hace a¨²n m¨¢s misterioso cuando se cae en la cuenta de que el paciente poseedor legal de un coche puede duplicar o, triplicar por su cuenta su precio si decide venderlo d¨ªas despu¨¦s de haberlo adquirido... y, con seguridad, no le faltar¨¢n clientes.Hace s¨®lo unas semanas, la Prensa sovi¨¦tica publicaba las nuevas normas que tratan de impedir la especulaci¨®n con los autos de segunda mano. Lo m¨¢s sorprendente es que el decreto recordaba la prohibici¨®n -que parece no ser tan obvia, o, al menos, tan respetada- de vender veh¨ªculos oficiales o industriales propiedad del Estado.
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