Nicaragua: el coste de la victoria / 1
Los lectores de algunos diarios europeos, y en particular espa?oles, en los ¨²ltimos dos meses ya se est¨¢n familiarizando con leer art¨ªculos sobre la revoluci¨®n nicarag¨¹ense. Los temas de los conflictos con la Iglesia, la voluntad totalitaria de los sandinistas, las matanzas de ind¨ªgenas miskitos, la presencia sovi¨¦tico-cubana, el armamentismo, etc¨¦tera, temas todos que aparecen en diferentes art¨ªculos elaborados por articulistas nicarag¨¹enses, espa?oles, costarricenses, franceses y estadounidenses. Todos los art¨ªculos que presentan los temas se?alados coinciden claramente y se entremezclan apuntando hacia la creaci¨®n de un ambiente, hacia la elaboraci¨®n de opiniones encaminadas a observar como normal una situaci¨®n de preguerra en Centroam¨¦rica, con la continuaci¨®n de la violencia pol¨ªtica en Guatemala y El Salvador, la actividad de las bandas de ex guardias somocistas en territorio hondure?o (o, como aparece en los art¨ªculos, el conflicto hondure?o-nicarag¨¹ense), las crisis sociales en Costa Rica y Honduras.Todo un cuadro de violencia con manifestaciones pol¨ªtico-econ¨®micas, que hacen del istmo centroamericano escenario para el desarrollo de peligrosos conflictos militares entre pa¨ªses.
Los art¨ªculos aludidos presentan, a mi modo de ver -de manera subjetiva y arriesgada-, los efectos y no las causas de la crisis social que abate a una regi¨®n, hist¨®ricamente dependiente -pol¨ªtica y econ¨®micamente- de las administraciones de Estados Unidos, engendradoras de pobreza, corrupci¨®n, analfabetismo, endeudamiento y violaciones a los derechos humanos. Lo acotado son las causas que provocan la rebeli¨®n de pueblos que han llegado a adquirir conciencia de su realidad como seres humanos dignos, con derecho a la vida y a las libertades democr¨¢ticas. Es as¨ª como surgen los fen¨®menos y las tendencias sociales que producen los movimientos y organizaciones que como en Nicaragua derrotaron al r¨¦gimen de Somoza, o que, como en El Salvador y Guatemala, han luchado desde hace m¨¢s de veinte a?os contra las minor¨ªas detentadoras del poder pol¨ªtico.
Pa¨ªses como Costa Rica y Honduras no quedan al margen de estas manifestaciones, con diferentes expresiones. El primero, con una progresiva crisis econ¨®mica derivada del endeudamiento que lo ha colocado en situaci¨®n de quiebra y el segundo, con problemas sociales t¨ªpicos del pa¨ªs m¨¢s empobrecido de Am¨¦rica.
Luchas fronterizas
El cuadro de la regi¨®n no es en verdad alentador: guerrillas y conflictos fronterizos, con las consiguientes medidas que toman los respectivos Gobiernos a nivel militar. En Guatemala y El Salvador los Gobiernos se arman con apoyo de la Administraci¨®n Reagan para resistir a la poblaci¨®n, que, armada -como ¨²ltimo recurso-, reclama libertad, democracia e independencia. La Junta de Gobierno de Nicaragua declara el estado de emergencia ante la creciente actividad de unos rriles de ex guardias somocistas que, cuando huyeron en desbandada en 1979, se refugiaron en Honduras y ahora atacan los puestos fronterizos y poblados indefensos de Nicaragua.
Los nicarag¨¹enses, como respuesta, se enrolan en las milicias y los batallones de reserva para defender y proteger las poblaciones fronterizas, una actitud l¨®gica por parte de un pueblo que en cuatro ocasiones ha sufrido agresiones militares de los Gobiernos de EE UU. El Gobierno de Honduras, en un acto sin precedentes, recibe millones de d¨®lares para el presupuesto militar, asesores de EE UU y construye aeropuertos en la frontera con Nicaragua.
En Honduras vale aclarar, la poblaci¨®n no teme invasiones, al no existir en territorios salvadore?o y nicarag¨¹ense, con quienes colinda, grupos armados que incursionen tierras hondure?as. Los reclutamientos forzosos de campesinos se han vuelto la t¨®nica de la vida en el campo, y las radios del Estado lanzan llamados patri¨®ticos a la poblaci¨®n ante la amenaza sandino-comunista, como reza HRN, emisora de dicho pa¨ªs. Pero internamente hay problemas; hace tres semanas, el coronel Le¨®nidas Torres Arias fue destituido de su cargo, por denunciar al general Gustavo Alvarez, jefe del Ej¨¦rcito de Honduras, de preparar una guerra entre Honduras y Nicaragua y facilitar terreno hondure?o para la instalaci¨®n de bases militares de EE UU. El coronel Torres Arias era el jefe de la inteligencia militar del Ej¨¦rcito hondure?o.
Ante tal situaci¨®n, el Gobierno de Nicaragua ha invitado al canciller de Honduras, Paz Barnica, para que visite Nicaragua y conversar sobre las relaciones entre ambos pa¨ªses. No ha sido aceptada la invitaci¨®n.
El Gobierno de Nicaragua ha invitado al jefe del Ej¨¦rcito de Honduras a mantener una reuni¨®n con el jefe del Ej¨¦rcito de Nicaragua, comandante de la revoluci¨®n Humberto Ortega Saavedra, invitaci¨®n que tampoco ha sido aceptada. La Canciller¨ªa nicarag¨¹ense ha presentado al Gobierno de Honduras pruebas documentales sobre la ubicaci¨®n en territorio de dicho pa¨ªs de los campamentos de los ex guardias somocistas. S¨®lo en lo que va de a?o, decenas de miembros de milicianos y guardafronteras de Nicaragua han perdido sus vidas en los combates con las bandas, y los cad¨¢veres siempre han quedado en territorio nicarag¨¹ense.
Mientras tanto, varios campesinos nicas han sido llevados secuestrados a los campamentos de los somocistas en Honduras, algunos han logrado escapar y han atestiguado de los hechos.
Di¨¢logo con Estados Unidos
Para la soluci¨®n de este problema y el desarrollo del conflicto, la Junta de Gobierno de Nicaragua ha puesto el punto en la llaga: el di¨¢logo con la Administraci¨®n Reagan, y es que el Gobierno de EE UU no es ajeno a la crisis centroamericana. No puede ser ajeno cuando el subsecretario de Estado para Am¨¦rica Latina, Thomas Enders, en un discurso reciente a inversionistas de EE UU en Centroam¨¦rica, afirmaba: "No hay que invertir en Nicaragua por el riesgo que ello implica". Agregaba Enders en el discurso que pretend¨ªa aislar a EE UU del conflicto: "El curso de los acontecimientos est¨¢ a nuestro favor. Las controversias en el congreso son menos virulentas, pero todav¨ªa tenemos que ganar mayor serie de votos en los pr¨®ximos meses". En el seno del Congreso, Reagan se ha encontrado con parlamentarios que cuestionan las ventas de armas a Honduras y El Salvador por su injustificaci¨®n.
Continuando con el discurso de Enders: "El Gobierno de Honduras est¨¢ deseoso de cooperar en la lucha contra las fuerzas antidemocr¨¢ticas en Nicaragua".
"El Gobierno de Costa Rica est¨¢ convencido de que hay que tratar con firmeza a Nicaragua".
"Los conflictos de Nicaragua con Honduras demuestran que el problema es bilateral de EE UU-Nicaragua" (formulaci¨®n).
La pol¨ªtica que el mundo est¨¢ conociendo de parte de la actual Administraci¨®n de EE UU, que descansa en la agresiva doctrina militar, basada en la hegemon¨ªa de las armas y el uso indiscriminado de las fuerzas, arriesgando la paz mundial, no descarta en su aplicaci¨®n a Centroam¨¦rica, apreci¨¢ndose en el istmo la sombra de la guerra producto de la regionalizaci¨®n del conflicto interno salvadore?o y las tensiones entre Honduras y Nicaragua.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.