El Vaticano desmiente sus implicaciones en el Banco Ambrosiano

El Vaticano aconsej¨® ayer "cautela" acerca de las revelaciones publicadas el pasado d¨ªa 13 por el diario conservador Il Tempo, de Roma, sobre las conclusiones a las que, seg¨²n dicho peri¨®dico, hab¨ªan llegado los tres expertos internacionales invitados por el secretario de Estado, cardenal Agostino Casaroli, para informar al Papa sobre las posibles responsabilidades del Instituto de Obras para la Religi¨®n (IOR) en el crack del Banco Ambrosiano de Roberto Calvi.En el sutil lenguaje pontificio, tal "cautela" equivale a un claro desmentido. Y es a¨²n m¨¢s importante trat¨¢ndose del desmentido a un diario que ha sido el ¨²nico hasta este momento que ha podido publicar una entrevista con Juan Pablo II.

Y no menos importantes han sido el modo y las motivaciones con las que el portavoz del Papa, Romeo Panciroli, present¨® el comunicado de ayer. Despu¨¦s de haber reunido a los periodistas acreditados ante el Vaticano, afirm¨® que, "dadas las numerosas peticiones de clarificaci¨®n llegadas, sobre todo, del extranjero", se hab¨ªa hecho necesario un segundo comunicado oficial de la Santa Sede.

Mientras que en el primer comunicado el portavoz del Papa hab¨ªa dicho: "No podemos ni confirmar ni desmentir", esta vez el Iac¨®nico pero expresivo comunicado reza as¨ª: "Estoy autorizado a sugerir cautela acerca de la exactitud de las llamadas conclusiones de los tres expertos, expresadas en cinco puntos por un diario romano". La f¨®rmula "estoy autorizado" es usada muy pocas veces en tales comunicados y le otorga una fuerza particular. En las conclusiones publicadas por Il Tempo se afirmaba que el Vaticano no ten¨ªa ninguna responsabilidad en el asunto del ex Banco Ambrosiano.

El comunicado habla por s¨ª solo de las enormes presiones que de varias partes del mundo le han llegadg al Vaticano para que confirmara las informaciones del diario romano. Y demuestra, sobre todo, la existencia dentro del Vaticano de los dos grupos, de los que ya habl¨® este diario: uno, el de Marcinkus, que quiere salir limpio de este esc¨¢ndalo y sin pagar, y que probablemente es el que inspir¨® a Il Tempo, y el otro, el del cardenal Casaroli, que no est¨¢ tan convencido de la inocencia del banquero pontificio y se preocupa, sobre todo, de la imagen moral de la Iglesia, y que es quien ciertamente inspir¨® el comunicado del portavoz del Papa.