Paz Zamora: "Creo que la inmensa mayor¨ªa del Ej¨¦rcito boliviano est¨¢ a favor del proceso democr¨¢tico"
Pregunta. ?Es la reciente inaugurada democracia boliviana una democracia vigilada?Respuesta. Es una democracia vigilada por el pueblo, que la defiende. Esta tiene que ser una democracia constitucional, tomando el t¨¦rmino en su sentido estricto. Una democracia que, indudablemente, no va a agraviar a los sectores que no est¨¢n totalmente a favor del proceso democr¨¢tico, pero que va a aplicar a fondo la Constituci¨®n.
P. ?Qu¨¦ criterio van a seguir con los militares golpistas? ?Van a juzgarlos?
R. Nuestro criterio es que deben perseguirse todos los delitos contra el pueblo, especialmente los cometidos durante el ¨²ltimo per¨ªodo dictatorial. Pero hay que juzgarles al margen de todo show pol¨ªtico, de todo espect¨¢culo; porque eso podr¨ªa perjudicar el proceso democr¨¢tico. Hay que juzgarles de acuerdo con las leyes vigentes.
P. ?Teme un golpe de Estado?
R. No; en este momento, no.
P. ?Hubo un acuerdo previo con el r¨¦gimen militar para que cediera el poder a los civiles? ?Supone eso una garant¨ªa?
R. Nuestra ¨²nica garant¨ªa es lo que haga el pueblo boliviano para defender la democracia. Sin embargo, hoy d¨ªa, a partir de la tremenda derrota pol¨ªtica que ha sufrido el esquema militar, creo que la inmensa mayor¨ªa del ej¨¦rcito est¨¢ a favor del proceso democr¨¢tico. Naturalmente, hay varios sectores dentro de las fuerzas armadas. Unos est¨¢n a favor del proceso por la propia instituci¨®n a la que pertenecen, porque se dan cuenta de que as¨ª se estaba destrozando el Ej¨¦rcito. Otros est¨¢n a favor porque creen verdaderamente en la democracia. Queda un n¨²cleo, que protagoniz¨® el golpe de 1980, que es una minor¨ªa activa y coherente, que no se deja desactivar.
'Esperan que caigamos en la trampa'
P. Y que espera su ocasi¨®n...
R. Probablemente esperan que caigamos en la trampa, que nos estrellemos al tratar de resolver la crisis que ellos mismos han producido. As¨ª tendr¨ªan mejores probabilidades de agrupar a su alrededor a la mayor¨ªa de las fuerzas armadas.
P. ?No est¨¢ demasiado aislada en el poder la coalici¨®n Unidad Democr¨¢tica y Popular (UDP), que dirigen el presidente, Siles Zuazo, y usted? ?No les han dejado solos instituciones tan poderosas como la Central Obrera Boliviana (COB)?
R. La COB hizo una huelga. general pol¨ªtica para echar a los militares del poder. ?Qu¨¦ m¨¢s apoyo podr¨ªa darnos? Por supuesto que no est¨¢ en el Gobierno, porque es un sindicato aut¨®nomo; pero no hay que olvidar que la mayor¨ªa de los dirigentes de la central est¨¢n en partidos de la coalici¨®n UDP y por tanto, en el Gobierno.
P. ?C¨®mo interpreta entonces la ausencia en la ceremonia de transmisi¨®n de poderes del l¨ªder sindical Juan Lech¨ªn, del ex presidente V¨ªctor Paz Estenssoro o incluso del ex presidente B¨¢nzer?
R. El caso de B¨¢nzer es diferente. Nadie le invit¨® a la ceremonia porque, entre otras cosas, no fue un presidente constitucional. Lo de Paz Estenssoro y Lech¨ªn se debe m¨¢s bien a razones personales, a cuarenta a?os de amores y rencores con el presidente Siles Zuazo. Su ausencia no tiene una significaci¨®n pol¨ªtica.
P. Dada la grav¨ªsima situaci¨®n econ¨®mica que atraviesa Bolivia, ?no temen que la COB presione al Gobierno en busca de mejoras salariales?
R. La COB est¨¢ en todo su derecho de presionar para conseguir mejoras en el nivel de vida de los trabajadores. Pero este Gobierno, el Gobierno de UDP, tiene un programa popular y revolucionario, a favor de los trabajadores. La UDP no tiene nada que ocultar a la clase obrera. Hay un nuevo clima en el pa¨ªs. Los peligros pueden venir de dirigentes sindicales pertenecientes a partidos no democr¨¢ticos (los trotskistas o anarcosindicalistas, por ejemplo) que traten de confundir a los trabajadores, de hacerles creer que nada ha cambiado en Bolivia con nuestra llegada al poder.
'Vamos a iniciar un proceso de cogesti¨®n en las empresas'
P. ?C¨®mo piensa conjurar su Gobierno toda esa serie de peligros?
R. Personalmente pienso proponer al Gobierno que utilice nuevos m¨¦todos, que discuta de manera directa con la clase trabajadora. Repito que no tenemos nada que ocultarles. Podemos explicarles cu¨¢l es la situaci¨®n real. Vamos a iniciar un proceso de cogesti¨®n en las empresas estatales, y esto no es demagogia, sino una forma de resolver los problemas. Hay que democratizar el poder en todo el ¨¢mbito de la actividad nacional. La cogesti¨®n es una responsabilidad compartida, es una manera de desarrollar una gesti¨®n m¨¢s eficaz y m¨¢s honesta.
P. Su posici¨®n en el Congreso no es demasiado fuerte. ?No teme que se trate de distorsionar el proceso democr¨¢tico desde el propio poder legislativo?
R. No lo creo. Las grandes fuerzas parlamentarias est¨¢n a favor de la consolidaci¨®n de la democracia, porque les interesa. De hecho lo demostraron la semana pasada, al votarnos a Siles y a m¨ª para la presidencia y la vicepresidencia. Fue ¨¦ste un voto estabilizador, no un voto ideol¨®gico o partidario. En cuanto a los partidos m¨¢s peque?os, s¨ª es posible que traten de crearnos problemas para buscar votos.
P. ?Se sienten entonces seguros con la actual distribuci¨®n del Congreso?
R. Tenemos en Bolivia el Congreso m¨¢s progresista de Am¨¦rica del Sur, incluso de toda Am¨¦rica Latina, si se except¨²an las asambleas populares de Cuba, Nicaragua y Panam¨¢. ?De qu¨¦ podemos quejarnos, si del centro a la izquierda forman la mayor¨ªa absoluta?
P. En cambio, no parece muy s¨®lida la coalici¨®n UDP, formada por su partido -el MIR-, por el Partido Comunista y por el Movimiento Nacional Revolucionario de Izquierda (MNRI) del presidente Siles Zuazo.
R. La falta de unidad es nuestro tal¨®n de Aquiles, efectivamente Eso es algo muy grave; pero, entend¨¢monos, la coalici¨®n UDP es ya un r¨¦cord de unidad en este pa¨ªs. Nunca hasta ahora, ni en la izquierda ni en la derecha, ha habido tal uni¨®n. Sin embargo, es insuficiente todav¨ªa y podr¨ªa hace fracasar el proceso democr¨¢tico Creo que tardaremos un tiempo largo en consolidar esa unidad aunque tal vez el hecho de estar en el Gobierno ayude a los partidos en el poder a limar sus diferencias y a cohesionarse.
P. ?Cu¨¢les van a ser las l¨ªneas generales de la pol¨ªtica exterior de su Gobierno?
'Un nuevo tipo de relaciones con los pa¨ªses vecinos'
R. Pienso que lo m¨¢s significativo es que vamos a hacer del no alineamiento el pivote central de la pol¨ªtica exterior boliviana. Nuestro pa¨ªs lleva muy poco tiempo en el movimiento de los no alineados y ahora queremos que juegue un papel mucho m¨¢s activo. Adem¨¢s tendremos que crear un nuevo tipo de relaciones con los pa¨ªses vecinos y abrir nuevas fronteras internacionales a nuestro pa¨ªs. Por ejemplo, Bolivia apenas mantiene relaciones con una naci¨®n de la importancia de Canad¨¢, y, con excepci¨®n de una embajada en Egipto, no est¨¢ presente en Africa.
P. ?Est¨¢ usted a favor de la creaci¨®n de un organismo panamericano en el que no est¨¦ presente Estados Unidos?
R. S¨ª; pero eso no significa desechar la Organizaci¨®n de Estados Americanos (OEA). La experiencia nos dicta que debe haber dos organizaciones: una, para todo el hemisferio, y otra, para la realidad latinoamericana. No son organizaciones incompatibles entre s¨ª, pero es necesario que exista una exclusivamente latinoamericana.
P. ?Cu¨¢l va a ser la actitud de la Bolivia democr¨¢tica en relaci¨®n a los pa¨ªses vecinos en los que reinan reg¨ªmenes dictatoriales y respecto a los partidos democr¨¢ticos en esos pa¨ªses.
R. No pensamos intervenir en los asuntos ajenos de ninguna manera, de igual modo que no queremos que nadie intervenga en los nuestros. Ahora bien, nosotros no podemos dejar de decir nuestra verdad, y si ¨¦sta trasciende las fronteras, all¨¢ ellos.
P. Usted se ha referido en varias ocasiones a la necesidad de renegociar conjuntamente la deuda externa por parte de los pa¨ªses latinoamericanos. ?Existe ya un proyecto concreto de esta asociaci¨®n de pa¨ªses deudores?
R. No, a¨²n no. Se trata de un proyecto germinal que todav¨ªa no se ha desarrollado.
P. Volviendo a la situaci¨®n interna boliviana, ?cu¨¢les van a ser las primeras medidas econ¨®micas del Gobierno de la UDP?
R. Todav¨ªa no tenemos una idea exacta de la cat¨¢strofe, de la situaci¨®n del pa¨ªs que hemos recibido. Ahora, desde los diferentes ministerios, lo veremos con detalle y explicaremos al pueblo la verdad. Esa ser¨¢ la tarea inicial de nuestro Gobierno. La pol¨ªtica alimentar¨ªa tendr¨¢ la m¨¢xima prioridad, seguida de la pol¨ªtica salarial. Respecto a los salarios, hay varias posibilidades. Se pueden seguir los consejos del Fondo Monetario Internacional, que s¨®lo quiere que se pague la deuda externa, o se puede caer en la demagogia y empezar a subir los sueldos y a fabricar m¨¢s y m¨¢s billetes. Buscaremos una tercera v¨ªa, creando una pol¨ªtica salarial nueva, acorde con la realidad del pa¨ªs.
P. ?Tienen proyectos de nacionalizar algunos sectores de la econom¨ªa?
R. Nosotros s¨®lo hemos planteado la nacionalizaci¨®n del Estado boliviano. De nada sirvi¨® en nuestro pa¨ªs nacionalizar tantas cosas, ya que el Estado segu¨ªa siendo antinacional. No; no est¨¢ previsto ning¨²n tipo de nacionalizaciones. Quiz¨¢ durante el proceso surja alguna necesidad, pero no est¨¢ en nuestro programa.
P. Por ¨²ltimo, ?c¨®mo van a actuar en el problema del tr¨¢fico de narc¨®ticos?
R. Somos conscientes de que el narcotr¨¢fico afecta al pa¨ªs. Y nos afecta a nosotros mucho m¨¢s que a Estados Unidos. Aqu¨ª nos distorsiona no s¨®lo la moral de los bolivianos, sino la econom¨ªa de pa¨ªs. Y nos distorsiona tambi¨¦n e mismo sistema pol¨ªtico, ya que e tr¨¢fico de narc¨®ticos estaba ¨ªntimamente ligado con la dictadura Tenemos, pues, muchas razones para buscar una soluci¨®n del problema. Ahora bien, del mismo modo que Estados Unidos tiene derecho a plantear sus propias soluciones, nosotros tenemos el derecho de plantear las nuestras. Sobre esa base habr¨¢ que realizar la negociaciones. Ni nosotros les impondremos soluciones ni vamos
aceptar que nos las impongan Queremos resolver el problema del tr¨¢fico de narc¨®ticos en funci¨®n de nuestros intereses nacionales .
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