Muri¨® M¨¦ndes-France, uno de los pol¨ªticos m¨¢s respetados de la izquierda francesa

La muerte de uno de los hombres pol¨ªticos de izquierda m¨¢s respetados de este pa¨ªs, Pierre M¨¦ndes-France, ha conmovido a sus cong¨¦neres, y m¨¢s profundamente a la izquierda no comunista. En cuanto se enter¨® de su fallecimiento, a los 75 a?os de edad, el presidente de la Rep¨²blica, Fran?ois Mitterrand, acudi¨® a su domicilio parisiense para inclinarse ante el cad¨¢ver y expresar su dolor.La ¨²ltima imagen p¨²blica de M¨¦ndes-France, para los franceses, fue la que emiti¨® la televisi¨®n en mayo de 1981, cuando Mitterrand entr¨® oficialmente en el palacio del El¨ªseo. Los dos hombres, austero el primero y distante el segundo, rompieron su imagen tradicional cara al p¨²blico y, en medio de todos los invitados de izquierdas -franceses y extranjeros-, se abrazaron fuerte y largamente. M¨¦ndes-France no contuvo las l¨¢grimas y lloraba como un ni?o mientras el nuevo presidente le manifestaba: "Si yo estoy aqu¨ª es gracias a usted".

Todos los apologistas de M¨¦ndes-France repiten el mismo lema: "Era un hombre riguroso, ejemplar, obstinado hasta el exceso". Y su vida de pol¨ªtico, iniciada desde muy joven, fue una traducci¨®n de esa leyenda. Fue ministro, diputado, alcalde y presidente del Consejo en 1955. Cuando el general Charles de Gaulle lleg¨® al poder, en 1958, ¨¦l, como su amigo Mitterrand, se declar¨® adversario total de la Constituci¨®n que inauguraba el reinado de la V Rep¨²blica.

Ni se crey¨® que De Gaulle terminar¨ªa con la guerra de Argelia ni que se mantendr¨ªa mucho tiempo en el poder. A partir de este momento puede decirse que la pervivencia del general le borraron del mapa pol¨ªtico.

Sus intentos posteriores fueron otros tantos fracasos. En mayo de 1968, por unos momentos, sin comprender muy bien lo que ocurr¨ªa -como el resto de la clase pol¨ªtica-, se agarr¨® al brazo de los estudiantes revolucionarios, a pesar de que ¨¦l y Mitterrand hab¨ªan convenido en secreto que las barricadas no eran su tema. Por ello, el entonces militante del antigaullismo en la Asamblea Nacional se declar¨® candidato a la vacante que, a su modo de ver, iba a producirse con la ca¨ªda del general De Gaulle.

Fue autor de trece libros, sobre econom¨ªa y pol¨ªtica, esencialmente, y viajero infatigable.