Un combate por la libertad de Prensa
Con el prop¨®sito de replicar uno de los esl¨®ganes del PSOE, Socialismo es libertad, el autor critica el programa socialista en aspectos como la ense?anza, la econom¨ªa, o la sanidad, para poner especial ¨¦nfasis en las supuestas limitaciones que sobre la libertad de expresi¨®n contienen algunas proposiciones del PSOE.
La verdadera esencia de la democracia es la fe en la libertad, y el que esta fe sea honesta y total, porque es entonces cuando de ella se deriva la voluntad de extender ese bien que es la libertad a todos los ¨¢mbitos de la actividad humana, sea la Prensa, la ense?anza, la econom¨ªa o la pol¨ªtica. Por ello, para que esta libertad sea cierta no vale excluirla de alguno de estos campos, pues de lo contrario, y aun cuando se invoque la libertad, lo que se est¨¢ haciendo es colocar la primera piedra de la dictadura. Dictadura que ser¨¢ m¨¢s o menos velada, pero igualmente desp¨®tica al fin, en cuanto que no tolera la discrepancia leg¨ªtima, la libre actividad y corta el dinamismo natural para -en nombre de teor¨ªas igualitarias o de pretextos falaces- amparar el despojo de las libertades usando el peso del poder p¨²blico.Jam¨¢s se habl¨® tanto de libertad, y bueno es que se sienta su necesidad, pero vemos con preocupaci¨®n c¨®mo se est¨¢n elaborando proyectos contra la libertad, porque ¨¦sta -as¨ª expresada- es un concepto amplio y significativo, pero te¨®rico, ya que su manifestaci¨®n pr¨¢ctica son las libertades plurales de actuaci¨®n en todos los campos humanos y sociales, y basta echar una ojeada a ciertos programas pol¨ªticos para ver c¨®mo defendiendo la libertad te¨®rica se excluyen las libertades pr¨¢cticas, concretas y reales.
Queremos aqu¨ª mencionar el programa e ideolog¨ªa del Partido Socialista, autoerigido en pont¨ªfice de la libertad en abstracto, y que en nombre de ¨¦sta se prepara para guillotinar la libertad de ense?anza, la econ¨®mica o la de expresi¨®n del pluralismo ideol¨®gico y social a trav¨¦s de televisiones tambi¨¦n plurales y no controladas desde el Estado.
Y es que, o se cree en las libertades plurales y concretas o se est¨¢ repitiendo en otros ¨¢mbitos el caso de Fouquier Tinville, el implacable juez de la Revoluci¨®n Francesa, que, en el nombre de la libertad y en prevenci¨®n contra la tiran¨ªa, enviaba al cadalso a todo el que se atrev¨ªa a discrepar de la libertad te¨®rica establecida por el tirano Robespierre.
En ning¨²n pa¨ªs socialista hay libertad
Dej¨¦monos de concepciones abstractas sobre la libertad y menos a¨²n de identificaciones excluyentes. Viene esto a colaci¨®n de que uno de los esl¨®ganes divulgados por el PSOE era aquel de Socialismo es libertad, cuando cualquiera que medite un par de veces la frase se percatar¨¢ de que en ning¨²n pa¨ªs socialista hay libertad, aparte de que en Europa, en general, y en Espa?a, en particular, fueron los partidos liberales y conservadores los que instauraron la libertad, siendo luego los socialistas -bastantes a?os m¨¢s tarde, y tras limar bastantes de sus autoritarias concepciones- los que se adaptaron al r¨¦gimen de libertades que otros hab¨ªan instituido.
Adaptaci¨®n que no les ha servido para dejar de pedir la supresi¨®n de ciertas libertades concretas. Verbigracia:
- Hablan de un aire libre en cultura y de libertad de ense?anza, pero piden su estatificaci¨®n, y as¨ª, quienes se quedar¨ªan al aire libre ser¨ªan los profesores de ideas no socialistas.
- Hablan de libertad econ¨®mica, pero defienden las nacionalizaciones.
- Hablan de aires puros en sanidad, pero nos regalan un tufo a quir¨®fano estatal y a ambulatorio colectivizado, con frecuencia mil veces peor y m¨¢s sucio que cualquier hospital privado.
- Y hablan de libertad de expresi¨®n, pero defienden el monopolio de la televisi¨®n en la esperanza de usar y abusar de ¨¦l.
Y eso no es defender las libertades, sino aniquilarlas en nombre de una te¨®rica libertad, porque cuando la ense?anza, la econom¨ªa, la sanidad, la televisi¨®n y todo lo dem¨¢s se desea que est¨¦ bajo control estatal, el propuesto cambio es un cambio totalizante que tiene un lema: Todo en el Estado, nada fuera del Estado, y la libertad va por otro sitio.
Porque, si se pide el monopolio de la televisi¨®n, ?qui¨¦n garantiza que no se pedir¨¢ luego el monopolio de la Prensa? Y si se pide el monopolio de los recursos financieros, ?qui¨¦n garantiza que se usar¨¢n para favorecer la libre empresa y no para marginarla? En Francia, con un Gobierno socialista-comunista, la maquinaria est¨¢ ya en marcha: se nacionaliz¨® la banca, se usan los medios audiovisuales con fines descaradamente partidistas y se inculpa a los hombres vinculados a la Prensa libre de supuestas infracciones, a la vez que se moviliza a comandos sindicales para presionar a los Jueces a emitir veredictos que condenen a quienes apoyan o financian la Prensa antigubernamental.
Ya se?ala Louis Pauwels, agudo testigo del proceso contra la libertad, que la nacionalizaci¨®n del cr¨¦dito y la utilizaci¨®n pol¨ªtica de los medios audiovisuales nos llevan directamente a la ¨²ltima fase: la del embargo de la Prensa., escrita que es la consagraci¨®n definitiva de la degradaci¨®n de la democracia y el preludio de la sumisi¨®n final.
Es la misma historia de siempre: la libertad en teor¨ªa contra las libertades reales. Aqu¨ª, en Espa?a, los socialistas, en el nombre de esa libertad te¨®rica, quieren impedir la libertad de expresi¨®n a trav¨¦s de una pluralidad de cadenas de televisi¨®n que ellos no controlar¨ªan. Cuidado. Ya dice Louis PauweIs que el combate por lo que queda de libertad de informar es un combate ¨²ltimo, avalado, por otra parte, por la Convenci¨®n Europea de los Derechos del Hombre.
Hay que estar ojo avizor. Las libertades reales tienen enemigos, y aunque algunos digan amar mucho la libertad, va a haber que recordarles que hay amores que matan.
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