Josep Renau ha muerto; su obra vive
El pintor y cartelista valenciano Josep Renau ser¨¢ enterrado hoy en Berl¨ªn Oriental, en una ceremonia que tendr¨¢ car¨¢cter oficial, organizada por el Ministerio de Cultura de la Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana. En este pais vivi¨® Renau su exilio desde 1958, despu¨¦s de veinte a?os en M¨¦xico, donde residi¨® a partir del final de la guerra civil espa?ola. El pintor, que disfrutaba la nacionalidad alemana, ser¨¢ enterrado en Berl¨ªn Oriental por expreso deseo de sus familiares, y al sepelio asistir¨¢n personalidades de la cultura valenciana, as¨ª como un representante de la Fundaci¨®n Renau. El pintor muri¨® el pasado 11 de octubre, cuando contaba 75 a?os de edad.
EL PAIS ha publicado en los ¨²ltimos a?os valiosos datos testimoniales relativos a la vida y la obra de Josep Renau, el pintor valenciano de nombre universal fallecido recientemente en la Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana, donde resid¨ªa desde 1958. Es l¨®gico suponer que los lectores conocen los rasgos fundamentales que enmarcan la recia personalidad del artista, como autor de carteles fuera de serie, patriota de relevantes m¨¦ritos, que protagoniz¨®, como director general de Bellas Artes, el salvamento del patrimonio nacional art¨ªstico durante la guerra de 1936-1939; su colaboraci¨®n en M¨¦xico con David Siqueiros en la creaci¨®n de grandes murales hist¨®ricos.Todo esto es sabido y mi modesto prop¨®sito se reduce a mostrar, con ayuda de algunos recuerdos personales, la coherente personalidad del gran Josep Renau, como artista y hombre de nuestra ¨¦poca, en su triple vertiente de pensar alto, sentir hondo y hablar claro en el idiorr¨ªa de las artes pl¨¢sticas.
Conoc¨ª a Josep Renau, con su admirable esposa, Manolita Ballesteros, tambi¨¦n pintora, durante el a?o 1932, en una reuni¨®n de comunistas celebrada en el bar ruzafe?o llamado La Ferroviaria. Un a?o despu¨¦s, al ser galardonado con el primer premio por un cuento infantil en el concurso organizado por la revista Orto, recib¨ª la primera ayuda del artista, pues fueron ellos quienes lo ilustraron, sin lo cual seguramente no se hubiera publicado.
Por mi actividad pol¨ªtica deb¨ªa visitar frecuentemente la casa del artista, ubicada en la calle de Alboraya, de la que no sal¨ª nunca sin que me obligaran previamente a comer, pues conociendo mi situaci¨®n de parado se esforzaban en ayudarme, sin el menor asomo de humillaci¨®n.
M¨¢s tarde, en 1937, recib¨ª de Josep Renau la mayor ayuda que pod¨ªa darme: pint¨® especialmente el famoso cartel del brazo en alto, empu?ando un fusil, con la consigna que se hizo tan popular en los pueblos valencianos: "Defended la peque?a propiedad".
Puede decirse que este cartel, pegado en los lugares c¨¦ntricos de cada poblaci¨®n, fue como. un bander¨ªn de enganche para constituir la Federaci¨®n Provincial Campesina, de la que f¨²i secretario y lleg¨® a contar con 70.000 afiliados.
Esta toma de posicion en defensa de los campesinos valencianos hizo que tambi¨¦n su esposa, Manolita Ballesteros, cuando se hallaba en estado interesante de su hija Julia, continuara participando en los actos p¨²blicos, afrontando los riesgos que esta postura conllevaba.
En relaci¨®n con los obreros, quiero recordar dos hechos concretos de Josep Renau. En 1933, cuando tambi¨¦n el problema del paro era preocupante en el pa¨ªs, escrib¨ª un manifiesto en el que ped¨ªa a todos los trabajadores que se sacrificaran por sus compa?eros formando un fondo de ayuda con parte de sus donativos. Cuando el amigo Renau vio el proyecto se apresur¨® a borrar este p¨¢rrafo, aclar¨¢ndome que la cuesti¨®n del paro deb¨ªa resolverse con la lucha, mediante la ayuda del Estado y fomentando la iniciativa empresarial.
Tambi¨¦n por las mismas fechas de 1933, el d¨ªa que sal¨ª de la prisi¨®n, Josep Renau me entreg¨® un paquete de manifiestos escritos por ¨¦l para repartirlos entre los obreros de la f¨¢brica de productos qu¨ªmicos cuyo propietario era don Antonio Noguera.
Finalmente, por el mes de mayo del presente a?o, cuando estuve nuevamente en Valencia, supe por su hermano Juan que el artista hab¨ªa regresado a la Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana, pues, pese a los buenos prop¨®sitos de la fundaci¨®n que lleva su nombre, muchas de las promesas hechas por algunas autoridades para crearle condiciones que propiciaran su repatriaci¨®n quedaron en calendas graecas, es decir, promesas en las mesas...
Pero tambi¨¦n he sabido que la ingente obra creada por el gran artista se ha convertido en bandera enarbolada por la juventud; as¨ª se deduce de los versos que dedica a Josep Renau la joven poetisa Mar¨ªa Jos¨¦ Bartual Yuste, en su libro Horas de soledad."No s¨¦ qu¨¦ puedo regalarte, /no s¨¦ si adem¨¢s te gustar¨ªa. /S¨®lo s¨¦ que todo t¨² eres arte, /s¨®lo s¨¦ que todo t¨² eres poes¨ªa".
Yo, con motivos sobrados para conocer a mis compatriotas, estoy seguro que la deuda impagada que tenemos todos nosotros con Josep Renau, orgullo de la democracia y el patriotismo valenciano, tendr¨¢ pronto reflejo en obras concretas que inmortalicen su creaci¨®n y, con ella, los m¨¢s nobles ideales de nuestra ¨¦poca.
Julio Mateu es poeta valenciano y miembro de la Uni¨®n de Escritores de la URSS.
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