Su¨¢rez termina la campa?a en Avila y en Cebreros, su pueblo natal
El presidente del Centro Democr¨¢tico y Social (CDS), Adolfo Su¨¢rez, pidi¨® ayer a sus simpatizantes respeto y acatamiento para el resultado que ma?ana salga de las urnas. "La cr¨ªtica y la oposici¨®n son necesarias, pero tambi¨¦n lo es buscar el entendimiento y el di¨¢logo en el Parlamento". Con nuevas llamadas al pacto de Estado, idea que ha constitu¨ªdo el eje de su campa?a, Su¨¢rez concluy¨® su intervenci¨®n ayer en el mitin minoritario que el CDS celebr¨® en un cine de Madrid.Apenas 3.000 personas, que abarrotaban el local, asistieron a este acto con el que el partido de Su¨¢rez termin¨® la campa?a. El cine, de dimensiones claramente inadecuadas para el car¨¢cter del acto -calificado por dirigentes del CDS de "reuni¨®n" m¨¢s que de "mitin"-, distaba apenas unos centenares de metros del otro cine donde el gran rival por el espacio centrista, Landelino Lavilla, cerraba su propia campa?a.
Su¨¢rez intervino en primer lugar, explicando que ten¨ªa que desplazarse a Avila para "deshacer una infamia". Al abandonar el l¨ªder del CDS el local, tras repetir una vez m¨¢s el discurso habitual de todos sus m¨ªtines, cerca de un centenar de personas salieron con ¨¦l, con intenci¨®n de dirigirse en caravana hasta Avila. De poco val¨ªeron las llamadas de los candidatos madrile?os Jes¨²s Viana y Rafael Calvo Ortega para que se quedasen; la desesperaci¨®n de los organizadores del mitin, que por sus deficiencias irrit¨® notablemente a Su¨¢rez, se hizo patente cuando comenzaron las salidas masivas. Un servicio de orden particularmente brusco contribuy¨®, en algunos momentos, a crear un cierto clima de tensi¨®n en el acto.
La ¨²ltima jornada electoral de Adolfo Su¨¢rez fue ayer particular,mente ajetreada. Desde Barcelona, donde celebr¨® su ¨²ltimo gran mitin, se traslado por la ma?ana a Valencia y Alicante, en una mete¨®rica visita a las zonas afectadas por las inundaciones. A primera hora de la tarde vol¨® a Madrid para asistir al mini-mitin que clausur¨® la campa?a del CDS. Y, desde all¨ª, viaj¨® a Avila, para estar con sus paisanos en las ¨²ltimas horas antes del comienzo del d¨ªa de reflexi¨®n. Tras el ultimo mitin importante de la campa?a, en Barcelona, Su¨¢rez decidi¨® viajar de inc¨®gnito a la zona levantina afectada por las inundaciones. Tan de inc¨®gnito fue este viaje que Su¨¢rez decidi¨® no bajar en ning¨²n momento del Land Rover en el que visit¨® las comarcas inundadas de Alcira, Gand¨ªa y Alicante. Evit¨® entablar contacto con las personas que hac¨ªan cola para aprovisionarse de comida o con los que, en Gand¨ªa, han visto arruinadas sus tierras para los pr¨®ximos siete a?os. El l¨ªder del CDS quer¨ªa, aparentemente, impedir una utilizaci¨®n electoralista de su visita a la zona devastada. Pero, acaso, tambi¨¦n jugaba el recuerdo de los abucheos que, el d¨ªa anterior, hab¨ªa recibido en estos lugares el presidente Calvo Sotelo, al entrar en contacto directo con una poblaci¨®n exasperada.
La tentaci¨®n de Jim¨¦nez de Parga
Pese a sus deseos de ini¨®gnito, Su¨¢rez no pudo impedir ser recibido en Alicante por una comitiva de autom¨®viles con megafon¨ªa, que emit¨ªan el himno del CDS. El din¨¢mico cabeza de candidatura local, Manuel Jim¨¦nez de Parga, no pudo evitar la tentaci¨®n de propagar a los cuatro vientos la visita de su l¨ªder, que en realidad, apenas constituy¨® un r¨¢pido tr¨¢mite que permiti¨® a Su¨¢rez comprobar muy superficialmente la magnitud de la tragedia.
Tras el mitin de Madrid, Su¨¢rez se desplaz¨® a su pueblo natal, Cebreros, el gran olvidado de su campa?a electoral. De ah¨ª, a Avila, donde escuch¨® las campanadas que marcaban el comienzo de la jornada de reflexi¨®n. Seg¨²n manifest¨®, Su¨¢rez quer¨ªa, con su presencia en su provincia natal, desmentir el contenido de unas cartas ap¨®crifas, distribu¨ªdas por tierras abulenses, que con membrete del CDS afirmaban que Su¨¢rez se retiraba de la campa?a y recomendaba "votar al centro". Medios del CDS atribuyeron privadamente esta maniobra a la responsabilidad del cabeza de candidatura de UCD, Jos¨¦ Mar¨ªa Mart¨ªn Oviedo.
Pero lo tard¨ªo de la hora en que lleg¨® a su pueblo y a su provincia, hizo que Su¨¢rez apenas pudiera contactar directamente con unos pocos centenares de personas.
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