Brillante partido de la Real Sociedad en Glasgow

La Real Sociedad logr¨® ayer su cota internacional m¨¢s elevada, los cuartos de final de la Copa de Europa. En su eliminatoria contra el Celtic logr¨® conservar uno de los dos goles de ventaja que se trajo del partido de ?da en Atocha. Su clasificaci¨®n fue brillante, producto de un juego inspirado durante la primera parte, y nunca peligr¨® ya que la derrota lleg¨® en el pen¨²ltimo minuto del partido.La tradici¨®n dice que el Celtic no supone obst¨¢culo para que los equipos espa?oles sigan adelante en los torneos continentales. Esta vez fue la Real Sociedad la que salv¨® con facilidad la eliminatoria. Y adem¨¢s con un juego de alto nivel. No busc¨® su continuidad en una defensa a ultranza. Dentro de una l¨®gica prudencia, su estrategia fue de contenci¨®n pero con la idea bien clara de buscar el gol. En el primer cuarto de hora tir¨® a puerta tantas veces como el Celtic. Sus contraataques fueron verticales, sin esperar el apoyo del compa?ero que permitiera congelar el juego lejos del ¨¢rea propia. Zamora y Zubillaga fueron dos flechas ofensivas lanzadas por el genial L¨®pez Ufarte, el ¨²nico que en ocasiones practic¨® el juego individualista con el fin de atraerse contrarios y dejar m¨¢s espacios libres para favorecer el desmarque de. Satr¨²stegui.

El juego preciosista que sigui¨® al gol de la Real, inspirado por la tranquilidad del saber que se estaba rayando la perfecci¨®n y que ser¨ªa necesario encajar cuatro goles para quedar eliminados, no tuvo continuidad en la segunda parte. El Celtic apret¨® y hubd momentos de agobio que fueron perdiendo intensidad porque la Real opt¨® por un juego conservador, aunque resultara vulgar en esta fase. La salida de Larra?aga, que reapareci¨® despu¨¦s de mes y medio inactivo, fue un bal¨®n de ox¨ªgeno para que la Real se pudiera sacudir la presi¨®n a base de hacer correr el bal¨®n m¨¢s tiempo sobre el campo contrario.

El Celtic, el tan temido f¨²tbol fuerza del Celtic, no result¨® tan fiero. Impresion¨® en los treinta primeros segundos del encuentro. Despu¨¦s, su peligrosidad se redujo a introducir hasta cuatro jugadores debajo de los palos en los lanzamientos de corner y en rematar a puerta constantemente, a¨²n cuando pudiera resultar m¨¢s positivo continuar la jugada. La borrachera de disparos, 25 en total, dio sus frutos al equipo escoc¨¦s, aunque demasiado tarde. Fue el premio a un f¨²tbol que se mantiene fiel a sus ra¨ªces.