La sombra del 'shogun' es alargada

La elecci¨®n de Yasuhiro Nakasone como primer ministro no es s¨®lo la de un hombre sino tambi¨¦n la de su sombra, Kakuei Tanaka, una de las figuras m¨¢s carism¨¢ticas y moralmente dudosas de la escena pol¨ªtica japonesa, que se vio obligado a abandonar la jefatura de Gobierno en 1974 por su implicaci¨®n en el esc¨¢ndalo de los sobornos de la Lockheed, la compa?¨ªa aeron¨¢utica norteamericana.El partido liberal democr¨¢tico, que gobierna Jap¨®n desde el restablecimiento de la independencia en los a?os cincuenta, es una constelaci¨®n de facciones cuyos miembros est¨¢n unidos a un jefe por relaciones de clientelismo a veces pol¨ªtico, pero con frecuencia fundamentalmente econ¨®mico. En el interior de esas facciones se produce la verdadera alternancia del poder, m¨¢s que en los ritos de celebraci¨®n democr¨¢tica.

De esta manera, no ha sido raro que un primer ministro japon¨¦s debiera una relaci¨®n de clientela a un jefe de facci¨®n que ten¨ªa la suficiente fuerza para imponerle a los otros grupos, pero quiz¨¢ no tanta para tomar directamente la presidencia del Gobierno. Lo extraordinario en este caso es que Tanaka ni siquiera es ya miembro del partido gobernante pese a lo que el shogun en la sombra, sobrenombre tomado del pasado militar y feudal del pa¨ªs, es hoy m¨¢s poderoso que nunca con el nombramiento de su protegido. Kakuei Tanaka, de 64 a?os, poseedor de una inmensa fortuna seg¨²n el modelo americano del vendedor de peri¨®dicos que llega a lo m¨¢s alto, fue llevado ante los tribunales en 1976, acusado de haber aceptado de la compa?¨ªa norteamericana 1,8 millones de d¨®lares para que influyera desde su posici¨®n de primer ministro en la compra de determinado tipo de avi¨®n.

Aunque el caso no est¨¢ todav¨ªa visto para sentencia, que se espera para fines del a?o pr¨®ximo, Tanaka se vio obligado a darse de baja del partido, sin que ello le impidiera ser repetidamente elegido por su distrito natal de Niigata miembro de la Dieta japonesa. Desde esa posici¨®n controla directamente 107 de los 421 diputados del partido en la C¨¢mara, e indirectamente se estima su influencia decisiva sobre 243. Sin ese apoyo, Nakasone jam¨¢s habr¨ªa sido elegido primer ministro.

En estos momentos, Tanaka tiene m¨¢s necesidad que nunca de ser el shogun, el jefe del jefe del Gobierno ante la expectativa de la decisi¨®n judicial. Una condena del l¨ªder entre bastidores, si ello es posible, liberar¨ªa a Nakasone de ataduras anteriores, pero pocos dudan en Jap¨®n de que la sombra del shogun es alargada.