En la Uni¨®n Sovi¨¦tica no se espera un pronto acuerdo sobre el tema de Afganist¨¢n

La din¨¢mica introducida en la pol¨ªtica exterior sovi¨¦tica por el nuevo l¨ªder Yuri Andropov podr¨ªa facilitar un acuerdo pol¨ªtico sobre Afganist¨¢n y, consecuentemente, la retirada de los 100.000 soldados que la URSS mantiene en ese pa¨ªs. Pero, por el momento, nadie cree que se obtengan a corto plazo resultados espectaculares al respecto, seg¨²n se comenta en Mosc¨².

Recientes declaraciones efectuadas por dirigentes sovi¨¦ticos y paquistan¨ªes lograron aumentar el grado de optimismo. El experto del Kremlin para los asuntos norteamericanos, Georgui Arbatov, declaraba a la revista estadounidense Time que Mosc¨² desea obtener un acuerdo pol¨ªtico sobre Afganist¨¢n. Por su parte, el presidente de Pakist¨¢n, Zia Ul Haq, afirmaba ayer en el diario londinense Financial Times que los sovi¨¦ticos desean retirar sus tropas de ese pa¨ªs.Seg¨²n el l¨ªder paquistan¨ª -que se entrevist¨® con Yuri Andropov durante los funerales de Le¨®nidas Breznev-, merece la pena negociar con los sovi¨¦ticos, ya que ¨¦stos, opina, est¨¢n dispuestos a retirar las tropas que mantienen estacionadas en Afganist¨¢n desde hace casi tres a?os. El acceso de Andropov al poder puede facilitar un compromiso, sugiri¨® Zia UI Haq.

La condici¨®n impuesta por Mosc¨²

En el fondo, la postura del Kremlin no ha variado gran cosa. La diplomacia sovi¨¦tica, desde hace seis meses -cuando todav¨ªa vivia Breznev-, parece interesada en obtener un acuerdo sobre Afganist¨¢n.

En este sentido, el Kremlin anim¨® las gestiones realizadas por las Naciones Unidas, pero la condici¨®n puesta siempre por Mosc¨² para retirarse de Afganist¨¢n sigue en pie: los soldados de la URSS no se marchar¨¢n "mientras no cese la injerencia extranjera". Es decir, hasta que las potencias occidentales, China y algunos pa¨ªses ¨¢rabes no retiren por completo su ayuda a la guerrilla musulmana que opera desde Pakist¨¢n.

El reciente optimismo de algunos observadores se basaba en tres cuestiones: primera, la supuesta oposici¨®n de Andropov a la invasi¨®n de Afganist¨¢n, operaci¨®n militar a la que se cree se mostr¨® contrario en su momento.

Segunda, la rapidez con la que Andropov se entrevist¨® con Zia Ul Haq, la primera ministra india (Indira Gandhi) y el presidente afgano (Babrak Karmal), aprovechando la visita que ¨¦stos realizaron a Mosc¨² para asistir al entierro de Le¨®nidas Breznev, menos de una semana despu¨¦s de que Yuri Andropov fuera nombrado secretario general del Partido Comunista de la Uni¨®n Sovi¨¦tica (PCUS). Por ¨²ltimo, la tercera raz¨®n que sustenta el optimismo es la receptividad con la que parece que Zia UI Haq ha acogido las propuestas sovi¨¦ticas. En efecto, el presidente paquistan¨ª parecia dispuesto a flexibilizar sus planteamientos desde el final de la pasada primavera, cuando funcionarios de su Gobierno se entrevistaron en Ginebra con diplom¨¢ticos afganos bajo los auspicios de las Naciones Unidas.