Los herederos generacionales del Kremlin
Nikita Jruschov fue elegido en 1953 por un Politbur¨® de once miembros. Su sucesor, Le¨®nidas Breznev, lleg¨® a esa misma c¨²spide con el voto de diez titulares de la m¨¢xima instancia de la URSS, el mismo n¨²mero que nomin¨® a Yuri Andropov. El camarada K necesit¨® cuatro a?os para consolidar su poder; Breznev, tan s¨®lo dos. Andropov no parece ser una excepci¨®n a esta regla hist¨®rica de la Uni¨®n Sovi¨¦tica, porque, como sostiene Mijail Vosslensky, es la Nomenklatura quien otorga el cargo de primus inter pares (primero entre iguales), pero cada uno de esos iguales tiene su propia clientela pol¨ªtica que juega en su propio beneficio. Por ello cada nuevo vojd (jefe) sovi¨¦tico debe esperar su oportunidad para imiponerse a esta especie de nuevo feudalismo.
Andropov ha sido elegido por un pacto que le confiere un papel de l¨ªder transitorio -ya ocurri¨® con Breznev, pero las tornas cambiaron luego-. La edad del ex jefe del KGB, 68 a?os, aleja sus posibilidades de dirigir un vasto plan de reformas econ¨®micas que necesariamente se alargar¨¢n. Este presumible car¨¢cter de transitoriedad lleva al an¨¢lisis de los j¨®venes que puedan acceder al poder en un plazo relativamente corto. Sin embargo, su opci¨®n estar¨¢ marcada m¨¢s que por el mandato de Andropov, por la disputa sobre la direcci¨®n pol¨ªtica efectiva del pa¨ªs.
El ex primer polic¨ªa de la URSS es la cabeza oficial del Partido Comunista de la Uni¨®n Sovi¨¦tica (PCUS), pero Constantin Chernenko ha sido oficialmente nombrado sucesor de Mijail Suslov, el hacedor de zares como preboste de la ideolog¨ªa oficial y supremo controlador del aparato del partido. La fuerza es innegable si sabe aprovecharla como su antecesor.
La impresi¨®n de v¨¦rtigo de lo que acontece ahora en el Kremlin puede ser m¨¢s aparente que real. Los primeros discursos de Andropov son fundamentalmente continuistas, tanto en el aspecto interno como en el exterior.Asimismo, la consideraci¨®n de que la ¨²nica promoci¨®n importante, por el momento, la de Gueidar Aliev, est¨¢ vinculada con el clientelismo pol¨ªtico de Andropov, es cuando menos relativa.
Ciertamente Aliev fue jefe del KGB en Azerbaiy¨¢n -antes actu¨® de esp¨ªa en Ir¨¢n, Afganist¨¢n y Turqu¨ªa- siendo Andropov su jefe supremo. Pero su promoci¨®n pol¨ªtica lleg¨® de la mano de Semion Tsvig¨²n, cu?ado de Breznev, vicepresidente del KGB, suicidado en enero pasado, que se emparent¨® con el fallecido l¨ªder sovi¨¦tico cuando ¨¦ste dirig¨ªa el partido en Moldavia, Tsvig¨²n su polic¨ªa y Chernenko la propaganda. La nominaci¨®n de Aliev como viceprimer ministro bien pudiera responder a un papel de inquisidor contra aquellos que violen las normas del primer ministro, Nikolai Tijonov, m¨¢s que a convertirse en rival de ¨¦ste, claramente brezneviano.
Otra de la leyes no escritas de la pol¨ªtica sovi¨¦tica, pero que hasta ahora se ha cumplido matem¨¢ticamente, es que el vojd debe formar parte simult¨¢neamente del Politbur¨® y del Secretariado -los m¨¢ximos organismos decisorios de la URSS-. Dejando al margen a Andropov y Chernenko el ¨²nico hombre que re¨²ne en estos momentos ambos cargos es, precisamente el m¨¢s joven de los dirigentes Mijail Gorbachev, de 51 a?os de edad.
Hay un aspecto interesante en la biograf¨ªa pol¨ªtica de Gorbachev, como es su dominio tanto de las cuestiones t¨¦cnicas -especialmente la agricultura- como de la organizaci¨®n del aparato del partido. Se supone que ambas razones propiciaron su ascenso en 1978 bajo el doble apadrinamiento de Breznev y Suslov.
Por cuesti¨®n de edad, Gorbachev desbanc¨® a Grigori Romanov, l¨ªder del partido en Lenin grado, 58 a?os, que pasa por ser tan s¨®lo un pr¨ªncipe provincial -su base pol¨ªtica est¨¢ en su regi¨®n-. Su actividad, bastante gris¨¢cea, qued¨® enturbiada, a principio de los a?os ochenta, por la acusaci¨®n que se le hizo de estar mezclado en un extra?o negocio de mercader¨ªa con pinturas pertenecientes al patrimonio nacional ruso.
Ya en el grupo de los sexagenarios se encuentra el influyente secretario de Ucrania, Alexander Cherbitski, 63 a?os, ¨ªntimamente ligado a Breznev y destacado miembro de la llamada mafia del Dnieper. Al igual que Romanov, es solamente miembro del Politbur¨®. Cherbitski puede haber encontrado un apoyo importante en la persona del actual jefe del KGB, Vitali Fedorchuk, que hasta el pasado mes de marzo dirig¨ªa la polic¨ªa en el territorio de Cherbitski (Ucrania).
Naturalmente, siempre hay que tener en cuenta nuevas promociones, como podr¨ªa ser el caso de Evdard Chevarnatse, 54 a?os, o de V¨ªctor Dolgik, 58 a?os. El primero es suplente del Politbur¨® y el segundo secretario del PCUS.
En el caso de Evdard Chevarnatse, la promoci¨®n de Aliev puede haber sido un obst¨¢culo. Las carreras de ambos hombres se parecen considerablemente. El primero accedi¨® a la direcci¨®n del partido en Georgia en 1972, despu¨¦s de dirigir la polic¨ªa en esta Rep¨²blica y, al igual que Aliev, su misi¨®n fundamental fue la de eliminar la corrupci¨®n a altos niveles del partido y el Gobierno. Dolgik es fundamentalmente un t¨¦cnico, lo que exigen las circunstancias actuales, eficaz, al parecer, en el desarrollo industrial siberiano.
Pero en cualquier acertijo sobre la pol¨ªtica sovi¨¦tica no se puede desde?ar a los militares, quienes han conseguido colocar un hombre de confianza en el Secretariado, Nikolai Rizkov, 53 a?os, t¨¦cnico en industria armamentista. La c¨²spide militar,-el t¨¦cnico Dimitri Ustinov, el duro y profesional Nikolai Ogarkov y el esp¨ªa Alexis Epishev- no permitir¨¢n una desatenci¨®n al Ej¨¦rcito Rojo.
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