Biling¨¹ismo en Catalu?a

Perm¨ªtame contestar brevemente al comentario que los se?ores Miguel Angel G¨®mez Naharro y Jaime S¨¢nchez Fern¨¢ndez de la Vega hacen al art¨ªculo "Hacia la igualdad", de Aina Moll. A las siete preguntas de G¨®mez Naharro contesto con una sola: ?Cu¨¢ndo se dar¨¢n cuenta estos se?ores de que -viven en Gerona y no en C¨¢ceres, o en Barcelona y no en Sevilla (por poner un ejemplo)? Nadie les exige que aprendan ipso facto catal¨¢n, en cuyo caso tendr¨ªan raz¨®n en quejarse, pero s¨ª se puede esperar que procuren aprenderlo o, al menos, entenderlo. Yo resido hace a?os en la Rep¨²blica Federal de Alemania y he procurado aprender el idioma que aqu¨ª se habla, incluso entender la forma dialectal con que lo hablan los habitantes de la regi¨®n donde me encuentro, sin por ello dejar de cultivar mi lengua propia. En cuanto a las comparaciones que hace Jaime S¨¢nchez con el r¨¦gimen anterior, aparte de que creo que es un tema que es mejor "no meneallo", s¨®lo una peque?a observaci¨®n: las leyes persecutorias y discriminatorias del idioma y la cultura catalana las dictar¨ªa Francisco Franco, pero los que las hac¨ªan cumplir eran los miles y miles de funcionarios de la Administraci¨®n p¨²blica, para los que resultaba m¨¢s c¨®modo no tener que aprender un nuevo idioma.Al fin y al cabo es la misma posici¨®n que toman los que interpretan la Constituci¨®n en el sentido que el biling¨¹ismo regulado en la misma les exonera de tener que aprender otra lengua si trasladan su residencia a otra comunidad del territorio nacional. /