La URSS festeja su 60? aniversario sin elegir presidente

El pueblo sovi¨¦tico y sus dirigentes, reunidos alrededor del nuevo jefe del Kremlin, Yuri Andropov, celebran hoy, martes, el sesenta aniversario de la fundaci¨®n de la Uni¨®n de Rep¨²blicas Socialistas Sovi¨¦ticas con una gran ceremonia en su Parlamento (Soviet Supremo), acompa?ada de inmumerables actos y festejos por todo el pa¨ªs. Sin embargo y con anuncio oficial incluido, el acontecimiento no originar¨¢ ni una amnist¨ªa, ni la elecci¨®n de un nuevo jefe del Estado, cargo vacante desde la muerte de Le¨®nidas Breznev.

En este sesenta cumplea?os, el poder pone el acento, a la hora de los balances, en el car¨¢cter unitario de los 270 millones de habitantes que componen ese mosaico de cien naciones o etnias que hablan setenta lenguas y poseen casi otros tantos alfabetos. En la pr¨¢ctica, en el terreno ling¨¹¨ªstico, religioso o econ¨®mico, los particularismos locales, se adelantan a los intereses de clase.

Tendencias nacionales

Adem¨¢s, aun no reconoci¨¦ndolo oficialmente, el propio partido comunistas (PCUS) debe hacer frente a tendencias nacionales centr¨ªfugas, y as¨ª el caso de Georgia es ejemplar. Esta rep¨²blica meridional de 5 millones de habitantes, con reputaci¨®n de nacionalista, resiste todav¨ªa hoy a la rusificaci¨®n ling¨¹¨ªstica.A fin de cuentas, cuando, el 17 de noviembre de 1917, los bolcheviques llegaron al poder, lo primero que hicieron fue tomar a la Rep¨²blica Federada Socialista Sovi¨¦tica de Rusia como modelo de todas las dem¨¢s que quedar¨ªan integradas en 1922.

En el caso georgiano, despu¨¦s de sesenta a?os, las diferentes tentativas para dotar al georgiano del car¨¢cter de lengua de Estado en el seno de la rep¨²blica, suscita, no poca hostilidad en el poder central; la ¨²ltima conocida se remonta a la primavera de 1981.

El poder se esfuerza en generalizar el principio del biling¨¹ismo (ense?anza paralela del uso y la lengua nacional), pero insistiendo en el papel del ruso, lengua materna de 150 millones de habitantes y hablada por 215 millones de sovi¨¦ticos seg¨²n el ¨²ltimo censo y de uso indispensable en funciones de responsabilidad.

La religi¨®n no es reprimida en cuanto tal, sino en la medida que pueda despertar los sentimientos nacionalistas. El n¨²mero de locales y servidores de culto han disminuido en los ¨²ltimos quince a?os, en especial en los Estados b¨¢lticos -cat¨®licos y luteranos-, incorporados a la URSS en 1940.

En cuanto a los 50 millones de musulmanes que viven fundamentalmente en las cinco rep¨²blicas del Asia central, parecen resistir a la rusificaci¨®n. Si los matrimonios mixtos son habituales en Bielorrusia, Ucrania y Armenia, son raros entre los musulmanes.

De manera general, las autoridades tratan de apaciguar el sentimiento nacional con la satisfacci¨®n de las necesidades materiales y apartar los sentimientos nacionalistas hablando de la "conciencia internacionalista".

Existe el riesgo de que algunas naciones reclamen una mayor influencia en las decisiones a nivel federal, un peligro que Mosc¨² no minimiza. Existe, adem¨¢s, posibilidad de que tales reivindicaciones tracen los l¨ªmites de una descentralizaci¨®n econ¨®mica.