S¨®lo la credibilidad democr¨¢tica del poder har¨¢ posible la colaboraci¨®n de la Prensa

La democracia amenazada por el terrorismo no puede defenderse con m¨¦todos antidemocr¨¢ticos, a las limitaciones y chantajes de ETA no pueden a?adirse otras limitaciones y chantajes desde el Estado, la Prensa no puede cumplir el papel de delatora, sino contribuir a la b¨²squeda de soluciones y solo lo har¨¢ v¨¢lidamente por el camino del autocontrol. La coerci¨®n con leyes especiales, jueces especiales y tutores especiales que vengan a decir lo que es bueno y a discernir lo que es interesante, no sirve m¨¢s que para sumar tensi¨®n. As¨ª resumi¨® el director de EL PAIS, Juan Luis Cebri¨¢n, el horizonte de entendimiento entre la Prensa y el Gobierno en el seminario sobre "Informaci¨®n y Terrorismo" organizado por el IPI en el palacio de Fuensalida de Toledo.El ¨²ltimo panel dedicado al caso de Espa?a estuvo moderado por Jesus Polanco, consejero delegado de PRISA, editora de EL PAIS, y en ¨¦l intervinieron como ponentes Juan Jos¨¦ Ros¨®n, exministro del Interior; Carlos San Juan, subsecretario del Interior; Jos¨¦ Mar¨ªa Benegas, diputado del PSOE por Alava y Juan Mar¨ªa Bandr¨¦s, diputado de Euzkadiko Ezkerra por Guip¨²zcoa. En el debate subsiguiente participaron tambi¨¦n Jos¨¦ Javier Uranga, director del Diario de Navarra; Antonio Barrena, director de El Correo Espa?ol-El Pueblo Vasco; Jos¨¦ F¨¦lix Azurmendi, director de Eguin; Miguel Larrea, director de El Diario Vasco; F¨¦lix Garc¨ªa Olano, director de Deia; Mar¨ªa Josefa Marzo Ruiz, directora de Hierro; Pedro Jos¨¦ Ram¨ªrez, director de Diario 16; Antonio Font¨¢n, presidente de la secci¨®n espa?ola del IPI y los periodistas brit¨¢nicos que hab¨ªan expuesto en una sesi¨®n anterior el caso del Ulster (ver EL PAIS del 20 de diciembre p¨¢gina 26).

El exministro Ros¨®n afirm¨® que "s¨®lo en la medida en que quienes tienen como profesi¨®n el ejercicio de la libre expresi¨®n y cumplen el derecho a la informaci¨®n se percaten de que, a veces, sirven sin saberlo los objetivos de los terroristas, es posible contrarrestar su estrategia" y consider¨® imprescindible un apoyo m¨¢s firme a "quienes en nombre de la sociedad van en la vanguardia de la reducci¨®n de la violencia: los miembros de los cuerpos de seguridad, que han debido realizar no s¨®lo el trabajo m¨¢s duro, sitio tambi¨¦n el mas arriesgado sin un m¨ªnimo de reconocimiento". Ante el terrorismo que utiliza, entre otras armas, muy singularmente la informativa, "la Informaci¨®n es", concluy¨®, "un elemento imprescindible para la respuesta social y lo es tanto para atacar en sus causas el fen¨®meno, como en la b¨²squeda de soluciones pol¨ªticas, culturales, sociales, econ¨®micas o policiales. Como es decisiva para estimular a gobiernos y sociedades en la acci¨®n de aislamiento de los terroristas en el entorno de su convivencia".

Para el subsecretario del Interior, Carlos San Juan, "el terrorismo s¨®lo es posible gracias a los efectos multiplicadores de los medios de comunicaci¨®n social", de donde dedujo que en manera alguna puede consentirse que la informaci¨®n se convierta en apoyo consciente o incosciente al terrorismo, que busca la sumisi¨®n de la prensa. Se arriesg¨® despu¨¦s en una clasificaci¨®n de las noticias. Las escuetas, ce?idas al hecho; las seguidas de opini¨®n, que deber¨ªan tipificarse penalmente con claridad y las que suponen propaganda de ideas, cuya difusi¨®n, cuando tienen origen terrorista, constituye una cooperaci¨®n a sus fines violentos. El diputado socialista Jos¨¦ Mar¨ªa Benegas asegur¨® en su ponencia que "la publicidad y la propaganda de sus acciones constituye un elemento esencial para la consecuci¨®n de los objetivos terroristas porque el efecto psicol¨®gico juega un papel preponderante en la lucha de voluntades que es el terreno donde se decide la batalla.

La organizaci¨®n terrorista, dijo el diputado socialista, no solamente necesita de la publicidad para conseguir sus efectos intimidatorios o desestabilizadores, sino, tambi¨¦n, para aumentar, conservar o no perder sus adeptos o sus apoyos sociales". Se mostr¨® partidario de impedir la incitaci¨®n a la violencia y de llegar a una "clara tipificaci¨®n del delito de apolog¨ªa del terrorismo cometido a trav¨¦s de los medios de comunicaci¨®n social". Advirti¨® tambi¨¦n sobre "una coincidencia objetiva entre los intereses period¨ªsticos de informar y de informar de todo sin ninguna limitaci¨®n y los de la propia organizaci¨®n terrorista de conseguir una publicidad cada vez mayor de sus acciones, de sus protagonistas, de su proyecto pol¨ªtico y de sus intenciones futuras".