Acentuado pesimismo sobre el desenlace del secuestro de Orbegozo
A falta de noticias concretas, las especulaciones sobre la eventual evoluci¨®n de las negociaciones entre los representantes de la familia de Saturnino Orbegozo y los secuestradores del industrial guipuzcoano oscilan en las ¨²ltimas horas entre los m¨¢s negros presagios y ciertos destellos de esperanza. Con la diferencia de que mientras los primeros se apoyan en hechos m¨¢s o menos conocidos, aunque no en sus detalles, los segundos se basan en meras impresiones.As¨ª, parece confirmado que las negociaciones iniciadas poco despu¨¦s del secuestro a trav¨¦s de una v¨ªa que podr¨ªa calificarse como habitual, quedaron rotas el jueves de la semana pasada. Una fuente solvente, directamente relacionada con esa v¨ªa habitual, se declaraba ayer "personalmente muy triste" y "claramente pesimista" respecto a la eventual reanudaci¨®n de las conversaciones.
Cabe igualmente dar por confirinada la responsabilidad de ETA (VIII Asamblea), cuyo comunicado de la semana pasada, aparentemente destinado a desmentir su participaci¨®n en el secuestro, ha sido casi un¨¢nimemente interpretado en sentido diametralmente opuesto.
El comunicado, en efecto, no negaba en modo alguno la responsabilidad de los octavos, sino que se limitaba a recordar la obviedad de que dicha organizaci¨®n "no se ha declarado en ning¨²n momento autora del secuestro".
La confirmaci¨®n de la autor¨ªa de los octavos, unida a su aparente inter¨¦s en desvincularse de la acci¨®n -es decir: de dar a esta un contenido exclusivamente econ¨®mico, sin la pretensi¨®n de justificarla con argumentaciones m¨¢s o menos pol¨ªticas- podr¨ªa quiz¨¢s, sin embargo, dar pie a la esperanza de que en ning¨²n caso el desenlace pueda ser sangriento. Ni en su historia reciente, ni en los planteamientos de su asamblea, ni en sus teorizaciones cr¨ªticas sobre la actividad de otros grupos armados, podr¨ªan encontrar los octavos argumentos que justificasen, incluso de cara a los sectores m¨¢s pr¨®ximos a la organizaci¨®n, un desenlace sangriento de una acci¨®n cuyos objetivos fueran puramente econ¨®micos. En esa hip¨®tesis, los autores considerar¨ªan el secuestro m¨¢s bien como un "arresto prolongado" -seg¨²n una terminolog¨ªa otras veces utilizada- y se dispondr¨ªan a entablar una guerra de nervios por ver qui¨¦n cede antes.
La avanzada edad del secuestrado y su delicado estado de salud ser¨ªan las bazas con que contar¨ªan los secuestradores, antes que con la amenaza directa contra la vida del industrial.
Un aspecto negativo que diferencia sin embargo este secuestro de otras acciones de los poli-milis es que estos no cuentan actualmente, tras su ruptura con Euskadiko Ezkerra, con un referente pol¨ªtico capaz de influir en el desenlace de la acci¨®n. De todas formas, la agrupaci¨®n local de FE de la zona de Zum¨¢rraga, en una conferencia de Prensa celebrada ayer en dicha localidad, hizo un llamamiento a los secuestradores en el sentido de que "si se erigen en representantes del pueblo trabajador vasco, lo mejor que pueden hacer es dejar libre a Orbegozo sin condiciones".
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