La OTAN no quiere que Madrid adopte una soluci¨®n a la francesa

M. A. A., Comprenden que el Gobierno espa?ol necesita tiempo para formar criterio y valoran positivamente el contenido y el tono de la primera intervenci¨®n del ministro de Asuntos Exteriores, Fernando Mor¨¢n, en la sesi¨®n del Consejo celebrado en Bruselas los d¨ªas 9 y 10 del pasado diciembre. Dicen abominar de la confusi¨®n y estiman que en la sesi¨®n de mayo deber¨¢ presentarse una definici¨®n m¨¢s clara, que elimine "la insoportable perspectiva de la duda", en expresi¨®n del embajador de uno de los aliados europeos ante la Organizaci¨®n.

El norteamericano Glenn Cella, asistente del secretario general adjunto para Asuntos Pol¨ªticos, rechaz¨® el concepto de Alianza a la carta y puso el m¨¢ximo ¨¦nfasis al se?alar que no hay otro estatuto v¨¢lido que el de la plena integraci¨®n. El jefe de gabinete de Luns, Van Campen, no adivina qu¨¦ ventajas tendr¨ªa para la OTAN una situaci¨®n espa?ola a mitad de camino que optara por mantener la adhesi¨®n a la Alianza, pero fuera de la organizaci¨®n militar integrada. El ejemplo franc¨¦s se estima deplorable y debilitador. Sintom¨¢ticamente, indica Van Campen, cuando los griegos invocaron ese principio fueron los franceses los primeros en protestar a Atenas.

?D¨®nde quedan todas aquellas bravatas con ocasi¨®n de los debates parlamentarios de Leopoldo Calvo Sotelo, Jos¨¦ Pedro P¨¦rez-Llorca, Alberto Oliart y otras figuras de la extinta UCD, entonces gobernante, sobre la total pluralidad de opciones entre las que podr¨ªa negociarse una vez ratificada la adhesi¨®n al Tratado del Atl¨¢ntico Norte? Ahora resulta que -como escribi¨® el ministro Fernando Mor¨¢n en su libro Una pol¨ªtica exterior para Espa?a, publicado en 1980- para lograr el efecto psicol¨®gico y pol¨ªtico deseado sobre otros pa¨ªses europeos de la OTAN, "es necesario que Espa?a aparezca integrada sin reticencias ni matices".

El director adjunto del Instituto Internacional de Estudios Estrat¨¦gicos (IISS) de Londres, coronel Jonathan Alford, consecuentemente deduc¨ªa, ya en diciembre de 1981, que bajo la reserva de Madrid a desplegar en su territorio armas nucleares ser¨ªa preferible que no ingresara en la OTAN porque otros pa¨ªses intentar¨ªan invocar a su favor el precedente y aumentar¨ªa la resistencia. "Una excepci¨®n a favor de Espa?a", se?alaba Mor¨¢n en el anterior trabajo, "producir¨ªa el efecto imitativo antes explicado, algo que no pueden desear los Estados Unidos, ni Alemania, ni Gran Breta?a".

Mor¨¢n: "Una operaci¨®n complicada"

En el libro citado, de septiembre de 1980, advert¨ªa Mor¨¢n lo que habr¨¢ podido comprobar durante la ¨²ltima sesi¨®n del Consejo Atl¨¢ntico en Bruselas y al recibir en Madrid por primera vez, el 15 de diciembre, al secretario de Estado norteamericano, George Shultz, a saber, "que dif¨ªcilmente tolerar¨ªan Estados Unidos y sus aliados europeos la creaci¨®n de una nueva Francia", y habr¨¢ tenido ocasi¨®n de reflexionar sobre la exactitud de otra de sus afirmaciones en torno a la eventual construcci¨®n de una soluci¨®n propiamente europea, "entrar ahora en la OTAN para luego tratar de desvincularse es una operaci¨®n harto complicada y, por decirlo claramente, absurda".

Las declaraciones a la revista Politique Etrang¨¦re de Felipe Gonz¨¢lez casi inmediatamente antes de acceder a la presidencia del Gobierno reflejan un estado de decepci¨®n sobre los efectos efectivos que podr¨ªa esperar Espa?a al confirmar su integraci¨®n en la Alianza. He aqu¨ª los t¨¦rminos de la respuesta: "En absoluto. Despu¨¦s de nuestra entrada en la OTAN no ha habido ninguna aceleraci¨®n en las negociaciones para la adhesi¨®n a la CEE.

Rechazo del Reino Unido

Adem¨¢s, el Reino Unido ha mantenido su actitud de rechazo en lo que concierne a la descolonizaci¨®n de Gibraltar. Los problemas internacionales, que habr¨ªan podido ser arreglados m¨¢s f¨¢cilmente mediante la integraci¨®n militar en la OTAN, no solamente no se han resuelto, sino que se han deteriorado. Los socialistas espa?oles constatamos que nuestra adhesi¨®n a la OTAN no ha resuelto nada y consideramos que los Estados europeos no deben conceder un inter¨¦s excesivo al hecho de que Espa?a permanezca o no en la OTAN".

A la OTAN corresponde, en palabras de Henry Simmonet, hacer todo lo posible para que Espa?a llegue a convencerse de la utilidad de completar su integraci¨®n. Es la OTAN quien debe crear un clima favorable que haga deseable a Espa?a la vida en la Alianza.

En Bruselas el jefe de nuestra diplomacia aclar¨® que "Espa?a se ha adherido a la Alianza, pero no ha consumado su integraci¨®n en la organizaci¨®n militar ni proceder¨¢ a hacerlo mientras realiza un estudio en profundidad de las consecuencias pol¨ªticas y de defensa que implicar¨ªa". Tambi¨¦n record¨® que "el pueblo espa?ol debe tener los elementos para hacer conocer su opini¨®n sobre las formas de aportaci¨®n a la defensa occidental" y que Espa?a permanece, en tanto como "miembro fiel, s¨®lido y cooperador de la Alianza, asume las obligaciones de su pertenencia a la misma y las ejecutar¨¢". Mientras dure el comp¨¢s de espera, "nos mantendremos en la OTAN, no la debilitaremos su organizaci¨®n, ni los fines que persigue", resumi¨® el ministro.

Descartada la diplomacia de la silla vac¨ªa, la asistencia a los distintos comit¨¦s de la OTAN se estudiar¨¢ circunstanciadamente para hacer o¨ªr la voz de Espa?a sin dejarse arrastrar a automatismos de integraci¨®n. "Si somos capaces de mantener con firmeza alguna postura, esa actitud tendr¨¢ consecuencias", dijo el titular de Exteriores a los periodistas espa?oles