Clausuradas las celdas 'negras' de la c¨¢rcel Modelo de Valencia por orden judicial

Las celdas llamadas negras -sin luz ni ventilaci¨®n- de la c¨¢rcel Modelo de Valencia han sido clausuradas por orden judicial, en relaci¨®n con el sumario que se practica en torno a la muerte por ahorcamiento de un preso de diecisiete a?os en una de ellas. La investigaci¨®n judicial fue iniciada por dos abogados, que ejercitaron la acci¨®n popular prevista en la Constituci¨®n. Seg¨²n se desprende de las declaraciones recogidas, parecen existir numerosas irregularidades en torno al caso.

El 31 de octubre pasado, sobre las cinco de la tarde, el funcionario Juan Enrique Jim¨¦nez Elena, que estaba encargado durante ese d¨ªa de las celdas de aislamiento de la c¨¢rcel Modelo de Valencia, encontr¨® en la n¨²mero cinco al preso Juan Antonio Garc¨ªa Aci¨¦n, de diecisiete a?os, colgado del cuello con un jir¨®n de una manta que previamente habia amarrado a la cancela interior de la estancia. El m¨¦dico de la prisi¨®n, que, al parecer, no hab¨ªa reconocido al joven cuando ingres¨® en la c¨¢rcel, solo pudo certificar su muerte.Hechos como este se han producido con frecuencia en las c¨¢rceles espa?olas, entre las que la de Valencia es una de las que registra mayor n¨²mero de suicidios. La muerte del joven probablemente no hubiera sido objeto de una minuciosa investigaci¨®n judicial de no ser por la acci¨®n popular que ejercitaron los abogados Crist¨®bal Fern¨¢ndez y Virgilio Latorre. El titular del Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero ocho de Valencia, Francisco Mart¨ªnez Mu?oz, fij¨® una fianza de quinientas pesetas a cada uno de los iniciadores de la acci¨®n popular.

"Tratamos", manifest¨® Crist¨®bal Fern¨¢ndez en unas declaraciones publicadas el pasado 13 de noviembre por EL PAIS, "de que, por una sola vez, se analicen en profundidad las causas y se depuren las oportunas responsabilidades, en su caso, a la vez que sirva como precedente para la adopci¨®n de medidas cautelares".

Por lo pronto, la investigaci¨®n judicial ya ha tenido algunos efectos concretos. Las celdas que en el argot de la prisi¨®n se denominan negras o ciegas, por carecer de luz y de ventilaci¨®n, fueron clausuradas y precintadas en virtud de un oficio de fecha 27 de diciembre pasado, dirigido por el juez al director de la c¨¢rcel. Se hace constar en el mismo que esas dependencias no pueden ser alteradas ni utilizadas de nuevo para introducir a reclusos. Estas celdas, cuyas caracter¨ªsticas contravienen el vigente reglamento penitenciario, ven¨ªan siendo utilizadas habitualmente, pese a que el propio Armando Flors Mateu, director de la c¨¢rcel cuando ocurri¨® el fallecimiento de Garc¨ªa Aci¨¦n, y actualmente cesado, reconoce en una declaraci¨®n prestada ante el juez, que cree no re¨²nen las condiciones indicadas en el art¨ªculo 112.4 del reglamento.

Normas sobre aislamiento

Dicho apartado se?ala que "el aislamiento se cumplir¨¢ en el compartimento que habitualmente ocupe el interno y, en los supuestos de que lo comparta con otros o por su propia seguridad o por el buen orden del establecimiento, pasar¨¢ a uno individual de semejantes medidas y condiciones".Juan Antonio Garc¨ªa Aci¨¦n, que era natural de El Egido (Almer¨ªa), se encontraba cumpliendo condena de dos a?os, por robo, en el Instituto Penitenciario de Liria, establecimiento de r¨¦gimen abierto, cuando se decidi¨® su traslado a la c¨¢rcel de Valencia, en funci¨®n de un incidente con un funcionario, al que parece ser que intent¨® agredir, seg¨²n algunas declaraciones.

El altercado se produjo en la localidad de C¨¢rcer, donde el recluso, junto con otros compa?eros, estaba trabajando en las tareas de limpieza y acondicionamiento del pueblo tras las inundaciones de octubre. Por lo que se puede desprender de las declaraciones formuladas por las personas que intervinieron en el traslado, parece que ¨¦ste no se realiz¨® de acuerdo con lo previsto en el reglamento, sino de una forma bastante irregular.

Ram¨®n Cano Calatrava, director del Instituto Penitenciario de Liria, reconoce en su declaraci¨®n, prestada ante el juez el pasado d¨ªa 11, que el traslado lo decidi¨® a t¨ªtulo personal, y despu¨¦s de consultarlo con el jefe de servicios. Se?ala tambi¨¦n que no se hab¨ªa incoado expediente disciplinario contra Garc¨ªa Aci¨¦n, ni tampoco expediente de regresi¨®n de grado, que es lo pertinente para pasar del grado tercero, o r¨¦gimen abierto, a otro. Igualmente dice que tampoco pudo hablar con anterioridad al traslado con el director de la prisi¨®n de Valencia, aunque s¨ª lo hizo con el jefe de servicios de ese centro. Por otra parte, asegura que intent¨® localizar al juez de vigilancia por tel¨¦fono el d¨ªa del traslado, sin conseguirlo.

El reglamento penitenciario indica claramente que "la Direcci¨®n General de Instituciones Penitenciarias es el ¨®rgano competente para decidir, con car¨¢cter ordinario o extraordinario, la clasificac¨ª¨®n y destino de los recluidos en los distintos centros penitenciarios". Igualmente se?ala que "cuando se verifiquen estos traslados se notificar¨¢, si se trata de penados, al juez de vigilancia".

Flors Mateu, el entonces director de la c¨¢rcel de Valencia, dice en su declaraci¨®n que se encontraba en el establecimiento cuando fue ingresado Garc¨ªa Aci¨¦n, pero que no tuvo conocimiento del ingreso hasta el d¨ªa siguiente, en que tambi¨¦n supo que se le hab¨ªa conducido a una celda de aislamiento. A?ade que ese d¨ªa, el 31 de octubre, tuvo mucho trabajo porque los presos llevaban a cabo una huelga de hambre. Flors asegura que no sab¨ªa si el juez de vigilancia ten¨ªa noticia del ingreso del joven, si bien conoc¨ªa que hab¨ªan tratado de localizarle por tel¨¦fono. Indica que antes del fallecimiento no fue llamado el m¨¦dico de la prisi¨®n y que no sabe en qu¨¦ concepto ¨ªngres¨¦ Garc¨ªa Aci¨¦n, aunque supone que por traslado.

Jos¨¦ Ignacio Mart¨ªnez del Buey, jefe de servicio de la c¨¢rcel Modelo de Valencia, se encontraba desempe?ando sus funciones el 30 de octubre. Reconoce en su declaraci¨®n que cuando lleg¨® Garc¨ªa Aci¨¦n, que iba acompa?ado por el director del centro de Liria y un funcionario, tom¨® la decisi¨®n de ingresarlo en la celda de aislamiento n¨²mero cinco, dados los antecedentes agresivos del recluso que le comunicaron y ante la actitud violenta que manifestaba.

Diversas declaraciones parecen apuntar a la posible existencia de supuestos malos tratos -las de la madre del fallecido, que reconoci¨® el cad¨¢ver- y las de varios internos que aseguran haber o¨ªdo que Garc¨ªa Aci¨¦n fue golpeado por los funcionarios. El informe forense indica, por el contrario, que no hay m¨¢s indicios de violencia que los relacionados con el ahorcamiento.