La Iglesia de Estados Unidos y el desarme
ACABA DE concluirse en el Vaticano una conferencia que ha discutido un documento de la Iglesia de Estados Unidos sobre los problemas de la guerra y del armamento nuclear. En ella han participado obispos de Estados Unidos, Francia, Rep¨²blica Federal de Alemania, Reino Unido, Italia, B¨¦lgica y Holanda, y diez representantes de la curia romana. Se trata de una reuni¨®n completamente at¨ªpica, sin precedentes, provocada muy probablemente por el profundo impacto que ha causado, en los ¨²ltimos meses, en la Prensa y hasta en el Gobierno, ese proyecto de carta pastoral, considerado y votado en noviembre del a?o pasado en una asamblea plenaria del Episcopado de Estados Unidos. No puede ser simple casualidad que los obispos europeos invitados pertenezcan a aquellos pa¨ªses m¨¢s directamente afectados por el problema del armamento nuclear.Un primer esbozo de documento fue elaborado por un grupo de cinco obispos bajo la presidencia de monse?or Bernardin, obispo de Chicago (hijo de emigrantes italianos); es significativo que entre esos cinco redactores se encontraba monse?or John O'Cormor, capell¨¢n castrense. Sometido a la asamblea plenaria del Episcopado norteamericano a mediados de noviembre pasado, obtuvo 195 votos a favor, 71 votos con "serias reservas" y doce votos contrarios. Por ello la decisi¨®n fue continuar la discusi¨®n y elaboraci¨®n del documento, que ser¨¢ sometido a la aprobaci¨®n de una nueva asamblea plenaria en el pr¨®ximo mes de mayo.
?Cu¨¢l es la raz¨®n de la tormenta que la publicaci¨®n de este texto ha levantado en la opini¨®n p¨²blica, y en los c¨ªrculos gubernamentales y parlamentarios de Estados Unidos? Por primera vez, la Iglesia cat¨®lica no se limita a tomas de posici¨®n morales sobre el problema general de la guerra, sino que, a partir de las exigencias de una doctrina cristiana, opina sobre aspectos concretos de la utilizaci¨®n eventual del arma at¨®mica en el mundo contempor¨¢neo. Y lo hace con posiciones que se enfrentan con actitudes oficiales de la Administraci¨®n Reagan.
Los puntos que han levantado una pol¨¦mica m¨¢s fuerte son, entre otros, los siguientes: se considera que es injustificable responder con medios nucleares a un ataque convencional; lo cual choca de lleno con lo que es doctrina estrat¨¦gica de la OTAN y del Estado Mayor norteamericano. Declara que no se puede, en ning¨²n caso, lanzar un ataque at¨®mico contra zonas habitadas por civiles, ni siquiera para contestar a un ataque de ese mismo g¨¦nero. Se pronuncia por el cese inmediato de la producci¨®n, almacenamiento y experimentaci¨®n de armas at¨®micas; es decir, en favor del "congelamiento" nuclear, cuando el presidente Reagan ha dicho en repetidas ocasiones que tal "congelamiento" ser¨ªa dejar a la Uni¨®n Sovi¨¦tica en condiciones de ventaja. Declara asimismo que la posesi¨®n de armas nucleares, con el fin de disuadir a la otra parte, s¨®lo es aceptable si va acompa?ada de negociaciones para disminuir los arsenales nucleares. El documento es de gran extensi¨®n y los aspectos indicados m¨¢s arriba s¨®lo pueden dar idea de hasta qu¨¦ punto se inserta en un debate, que, tambi¨¦n en Europa, est¨¢ en el centro de la situaci¨®n internacional; y, en ciertos casos, de las pol¨ªticas interiores y de las luchas electorales.
Uno de los principales reproches que se ha hecho, desde diversos ¨¢ngulos, al documentode los obispos de Estados Unidos, es que no tiene en cuenta, e incluso que se separa de la doctrina cat¨®lica tradicional sobre la posibilidad de "guerras justas". Pero los que han redactado, y los que apoyan el documento, argumentan que precisamente la exigencia del arma nuclear introduce elementos radicalmente nuevos; y que el esfuerzo que han hecho ha sido el de colocarse ante los problemas sin precedente de un mundo en el cual la destrucci¨®n del g¨¦nero humano se convierte en una posibilidad.
Los debates de la reuni¨®n del Vaticano no han sido hechos p¨²blicos. Se ha emitido un comunicado bastante escueto, en el que la reuni¨®n se califica de "consulta informal"; se reafirma la responsabilidad y autoridad moral de la Iglesia en las cuestiones de la guerra y de la paz, y se agrega que "los participantes expresaron el deseo de continuar el di¨¢logo... "
Por su parte, el obispo de Chicago ha declarado que el proyecto de la Iglesia de Estados Unidos no sufrir¨¢ cambios sustanciales; si bien se elaborar¨¢ m¨¢s la parte sobre la disuasi¨®n y la responsabilidad de las dos superpotencias en la carrera armamentista.
Esta reuni¨®n celebrada en el Vaticano, y su trasfondo, es decir, lo que est¨¢ ocurriendo en la Iglesia de Estados Unidos -Iglesia que hist¨®ricamente se ha inclinado m¨¢s bien a actitudes de derecha, bastar¨ªa recordar su posici¨®n durante la guerra de Espa?a en los a?os treintaindican sin duda la extraordinaria amplitud que adquiere en la actualidad la preocupaci¨®n, la sensibilidad, la angustia incluso de los hombres ante las terribles amenazas que implica la acumulaci¨®n y constante perfeccionamiento del armamento nuclear.
Pero quiz¨¢ lo m¨¢s importante de esa actitud de los obispos de Estados Unidos es que contribuye a deshacer la idea de que s¨®lo los expertos, militares o diplom¨¢ticos, saben y pueden opinar sobre los problemas de los armamentos y de las amenazas nucleares. Cuando lo decisivo, al nivel que han llegado las cosas, es que ese problema interesa a todo el mundo y que as¨ª pueda hacerse sentir una creciente presi¨®n de la opini¨®n p¨²blica en favor del desarme nuclear.
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