Ronald Reagan confirma su estrategia econ¨®mica y pol¨ªtica ante el 98? Congreso de Estados Unidos
Inaugurando las sesiones del 98? Congreso de Estados Unidos, el presidente Ronald Reagan pronunci¨® ayer su tradicional discurso sobre el estado de la Uni¨®n, centrado en mantener la esperanza popular de que la estrategia econ¨®mica de su Administraci¨®n lograr¨¢ vencer la recesi¨®n que afecta a EE UU, mantener el prestigio en relaciones internacionales y prometer mejores d¨ªas para el futuro de los norteamericanos.
Reagan dijo que "este es un periodo doloroso para Am¨¦rica, del que nos recuperaremos gracias al coraje, la paciencia y la fortaleza de los nortearnericanos". Precis¨® que el principal problema econ¨®mico actual es el alto ¨ªndice de d¨¦ficit p¨²blico que, seg¨²n Reagan, debe resolverse gracias al "consenso por encima de los partidos, la prudencia, la justicia y el realismo".El presidente norteamericano se refiri¨® tambi¨¦n en su discurso a la necesidad de un acuerdo sobre reducci¨®n y control de armas, dentro de la revitalizaci¨®n de la defensa de Estados Unidos, y a la necesidad de la independencia energ¨¦tica.
La alocuci¨®n televisada del presidente recibi¨®, como es tradicional, la r¨¦plica del Partido Dem¨®crata, que present¨® su propio programa, basado en reducir el precio del cr¨¦dito, luchar contra el paro y conseguir una reducci¨®n mutua, equilibrada y verificable de armas entre los Gobiernos de Estados Unidos y la Uni¨®n Sovi¨¦tica.
A mitad de camino
El optimismo natural del presidente Reagan, justo a mitad de camino a los dos a?os de su gesti¨®n presidencial, no es compartido por la mayor¨ªa de los norteamericanos. Seg¨²n sondeos publicados por dos grandes diariosy cadenas de televisi¨®n norteamericanas, The Washington Post-ABC y The New York Times-CBS, la popularidad del presidente se encuentra al nivel m¨¢s bajo de toda su Administraci¨®n.
En el primer sondeo, el 54%, critica la gesti¨®n del presidente, y en el segundo, el 47% se muestra contrario. El malestar de los norteamericanos se centra, en especial, en el incremento del paro.
Cuando en enero de 1982, el presidente Reagan pronunci¨® su mensaje sobre el estado de la Uni¨®n, prometi¨® la creaci¨®n de nuevos puestos de trabajo, con la consecuente baja del ¨ªndice de desempleo, la reducci¨®n del d¨¦ficit del presupuesto y la disminuci¨®n de la inflaci¨®n. S¨®lo en este ¨²ltimo tema ha logrado un ¨¦xito, al cerrar 1982 con una inflaci¨®n del 3,9%. Pero el desempleo se ha disparado, con m¨¢s de doce millones de personas sin trabajo (10,8% de la poblaci¨®n activa), y, los d¨¦ficit para 1983 se anuncian superiores d los 180.000 millones de d¨®lares.
Lucha contra el paro
Todos esos problemas, con principal hincapi¨¦ en la lucha contra el paro, formar¨¢n el temario de las labores del 982 Congreso de EE UU, salido de las elecciones de noviembre de 1982. Un Congreso en el que el Partido Republicano, al que perienece el presidente Reagan, contin¨²a manteniendo la mayor¨ªa, pero en el que los dem¨®cratas, actualmente en la oposici¨®n, controlan y ganan veintis¨¦is esca?os en la C¨¢mara de Representantes. Un Congreso, en definitiva, que ser¨¢ menos tolerante hacia las propuestas legislativas que env¨ªa la Administraci¨®n Reagan.Se anuncian serias diferencias en el momento de votar el nuevo presupuesto para 1984, en el que, tanto dem¨®cratas como republicanos, piden recortes en el espectacular cap¨ªtulo destinado a la defensa, que supone casi el 30% del presupuesto, con 240.000 millones de d¨®lares.
Hay unanimidad para reformar la seguridad social, a fin de ahorrar en el gasto p¨²blico y serias amenazas de incrementar los impuestos, eliminando indirectamente el plan de Ronald Reagan que, en tres a?os, aplic¨® redueciones de impuestos directos del orden del 25%.
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