Despistados a los treinta
Se est¨¢ desarrollando en Espa?a un g¨¦nero de comedia que versa sobre las parejas de quienes tienen treinta a?os y pertenecen a una clase media, digamos acomodada. Ex universitarios, ex rojillos, con buenos puestos en su empresa, ya no se meten en pol¨ªtica ni salen de su peque?o mundo. Del trabajo van a casa; a veces, de casa al cine, y en esos mon¨®tonos trayectos encuentran la posibilidad de sus aislados escarceos. Casados, se plantean con miedo la validez de su matrimonio; asustados ante la soledad, sufren eventuales contradicciones, impropias ya de su edad, pero ajustadas, como un guante, a la inmadurez que sufren.Jos¨¦ Luis Cuerda, en su primera pel¨ªcula, Pares y nones, habla de ellos con cierto distanciamiento, pero sin separarse plenamente. Les quiere aunque digan tonter¨ªas. El resultado no produce personajes de mucho inter¨¦s, pero Cuerda ha sabido encontrarles el tono de una cierta caricatura, con la que narra los problemas que tienen con el sexo, las indecisiones con su futuro y las ni?er¨ªas de su comportamiento.
Pares y nones
Gui¨®n y direcci¨®n: Jos¨¦ Luis Cuerda. Fotograf¨ªa: Antonio Ruiz-Anch¨ªa. M¨²sica: Jos¨¦ Nieto. Sonido: Ibiricu. Int¨¦rpretes: Antonio Resines, Virgina Mataix, Silvia Munt, Carlos Velat, Alicia S¨¢nchez, Mercedes Camins. Comedia. Espa?ola, 1982. Local de estreno: Rosi B.
Espor¨¢dicos aciertos de humor
La pel¨ªcula tiene, pues, espor¨¢dicos aciertos en el terreno del humor. La declaraci¨®n de humor que hace Miguel Angel Rell¨¢n en t¨¦rminos comerciales o la idea de que para ligar es mejor pedir caf¨¦ con leche que el cubata de costumbre, tienen un desarrollo ingenioso, que provoca las risas del p¨²blico. Colabora a ello Antonio Resines, a cuyo alrededor transcurre la pel¨ªcula: es un actor t¨ªpico del g¨¦nero, en el que mantiene su estilo desgarbado, de improvisaci¨®n poco articulada, sin construir desde el fondo la identidad de sus personajes. Su aparente soltura es la base fundamental del trabajo que realiza en Pares y nones; el p¨²blico, ya digo, lo recibe con risas.A mi juicio, por encima de Resines, y aun de su compa?ero masculino, Carlos Velat, destacan las interpretaciones de Alicia S¨¢nchez, Silvia Munt y Virginia Mataix: cada una de ellas, aunque el gui¨®n sea poco explicativo con los vaivenes sentimentales de sus personajes, aporta una inteligente sensibilidad, que enriquece las secuencias: son actrices entusiastas que utilizan su excelente educaci¨®n dram¨¢tica. Cuerda sabe c¨®mo desmadejar las secuencias de su gui¨®n en busca del humor. El es quien mejor ha rodado las historietas de estos hombres ca¨®ticos, que s¨®lo representan epid¨¦rmicamente a otros colegas suyos de id¨¦ntica confusi¨®n. Tiene un dominio del oficio que no suelen alcanzar los autores en sus primeras obras.
Vida sexual de los adultos
La cuesti¨®n que suscita Pares y nones se desprende en parte de la propia pel¨ªcula, para enclavar se en el g¨¦nero al que pertenece Es sabido que cada uno de estos j¨®venes directores niega parentesco con los dem¨¢s, pero sus puntos comunes son m¨¢s abundantes de los que pueden diferenciarles.Mejor o peor rodadas, estas pel¨ªculas, que nos hablan de la triste vida sexual de unos hombres adultos que no saben c¨®mo superar sus problemas, parecen nacidas de la abstracci¨®n. Si hubiera que entender nuestra realidad a partir de lo que en ellas se documenta, creer¨ªamos que las angustias que hace a?os padec¨ªan L¨®pez V¨¢zquez o Alfredo Landa por ligar con ex¨®ticas suecas s¨®lo se han transformado en sus adjetivos. Ahora s¨ª, se liga con gente del trabajo y se alquilan apartamentos para consumar esas relaciones, aunque tampoco, al parecer, se triunfe siempre. Se vuelve otra vez al hogar y las tormentas (los par¨¦ntesis) se aplazan durante un tiempo.
Es poco. Que los nuevos autores del cine espa?ol est¨¦n tan preocupados por estas cuestiones como para olvidar todas las dem¨¢s no es, desde luego, una perspectiva apasionante. Sobre todo si la autocomplacencia tiene m¨¢s peso que la cr¨ªtica. Del amor y sus tragedias ha hablado siempre el cine, pero s¨®lo ha tenido inter¨¦s cuando lo ha hecho de vuelta, superando los l¨ªmites del estrecho documental inmediato.
Si Jos¨¦ Luis Cuerda sabe lo que quiere, y lo hace bien, justo es demandarle reflexiones m¨¢s complejas, mayores ambiciones.
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