V¨ªsperas del 'cambio' a la portuguesa
El Partido Socialista portugues parte como favorito en esta 'carrera', en la que Alianza Democr¨¢tica se juega su existencia como coalici¨®n
El primer ministro dimisionario de Portugal, Francisco Pinto Balsermao, puso ayer a disposici¨®n del Consejo Nacional de su partido el cargo de presidente de los socialdem¨®cratas. Dentro de dos meses, con casi toda probabilidad el 25 de abril, los portugueses ir¨¢n de nuevo a las urnas, por d¨¦cima vez desde la revoluci¨®n de, los claveles. La se?al de partida para la nueva carrera electoral no ha sido dada todav¨ªa, pero se barajan ya las hipot¨¦ticas f¨®rmulas de gobierno.
?El pr¨®ximo Gobierno ser¨¢ de centro-izquierda, de centro-centro o de amplio consenso nacional? Hay respuestas para todos los gustos, pero todos los partidos -con excepci¨®n de los grup¨²sculos de ambos extremos, cada vez m¨¢s insignificantes- est¨¢n de acuerdo en un aspecto: el pr¨®ximo Ejecutivo portugu¨¦s debe ser a la vez un Gobierno fuerte y prestigiado, un Gobierno con amplio apoyo pol¨ªtico, mayoritario en el Parlamento, capaz de convencer a patronal y sindicatos de la necesidad de un pacto social y de colaborar sin complejos con el presidente de la Rep¨²blica, Ramalho Eanes. La clase pol¨ªtica portuguesa prefiere jugar su suerte a la ruleta rusa de las elecciones -que todos los partidos est¨¢n de acuerdo en que se celebren el pr¨®ximo 25, noveno aniversario de la revoluci¨®n- en lugar de organizar otras salidas constitucionales.
Paralelismo con UCD
El orden de prioridades definido por los socialistas portugueses es significativo al respecto: "Primero, ganar las elecciones; despu¨¦s, conseguir el pacto social. Y solamente entonces hacer las alianzas pol¨ªticas eventualmente necesarias para formar el Gobierno, que debe contar con un apoyo parlamentario mayoritario".A pesar del vocabulario necrol¨®gico utilizado por la oposici¨®n comunista y socialista para referirse a Alianza Democr¨¢tica, la coalici¨®n gubernamental -formada por los democristianos del Centro Democr¨¢tico Social (CDS), el Partido Social Dem¨®crata (PSD) y el peque?o y original Partido Popular Mon¨¢rquico (combinaci¨®n inestable de carlismo y ecologismo)- es todav¨ªa un cad¨¢ver sin sepultura, que molesta a todo el mundo. Hay todav¨ªa en el PSD y en el CDS activos o retirados de la pol¨ªtica para un per¨ªodo de reflexi¨®n, como el presidente de los democristianos, Freitas do Amaral, muchos de ellos defensores de una Alianza Democr¨¢tica renovada, con este nombre u otro, como coalici¨®n cl¨¢sica o como partido.
La Prensa espa?ola no es la ¨²nica que estableci¨® durante la larga agon¨ªa de Alianza Democr¨¢tica un paralelo entre el proceso de autofagia que destru¨ªa la coalici¨®n portuguesa y el desmantelamiento del partido espa?ol UCD.
Tratando de curarse en salud, los dirigentes de AD siempre negaron el paralelismo, y los defensores de la AD renovada afirman ahora que la salvaci¨®n del proyecto concebido por Sa Carneiro, Freitas do Amaral y Amaro da Costa, "no como una coalici¨®n gubernamental, sino como un proyecto pol¨ªtico global", consiste en transformarlo en un partido pol¨ªtico.
Un partido que Nuno Rocha, director del semanario Tempo y ferviente defensor de la idea unificadora, define con las siguientes caracter¨ªsticas: "Una filosof¨ªa pol¨ªtica que va del centro-derecha al centro-izquierda, engloba en su conjunto a la socialdemocracia, la democracia cristiana, el liberalismo mon¨¢rquico y la defensa de los principios ecol¨®gicos, se opone al marxismo ateo colectivista en nombre de la defensa de la doctrina social de la Iglesia, de la familia y del personalismo y de la iniciativa privada"; o sea, una especie de super UCD, que "tendr¨ªa como adversario al Partido Socialista y como enemigo al Partido Comunista portugu¨¦s".
Marcelo Rebelo de Sousa, en el PSD, y Luis Barbosa, en el CDS, sin suscribir el programa de Nuno Rocha, parecen dispuestos a luchar por este nuevo partido, que dipone de un ¨®rgano de Prensa, el diario A Tarde, donde escriben regularmente ilustres disidentes del PSD de Balsemao, como Vitor Cunha Rego, Vasco Pulido Valente o Carlos Macedo.
Para el dirigente socialista Jaime Gama, "Alianza Democr¨¢tica est¨¢ muerta y enterrada", porque su "pol¨ªtica fracas¨® y sus dirigentes llevaron a Portugal al borde de una cat¨¢strofe nacional".
El dirigente democristiano Luis Barbosa ironiza que los socialistas portugueses han aprendido la lecci¨®n del PSOE y que el programa de gobierno socialista definido por Gama difiere poco del que Alianza Democr¨¢tica quiso llevar a la pr¨¢ctica, con la oposici¨®n parlamentaria de los socialistas y la sindical de los comunistas. Pero para completar la identificaci¨®n con el cambio protagonizado por el PSOE ser¨ªa necesario que el PS alcance la mayor¨ªa absoluta en. los pr¨®ximos comicios.
Si ¨¦sta es oficialmente la meta te¨®rica del PS, nadie juzga posible que el partido consiga mejorar un 10% sus resultados de las elecciones municipales de diciembre pasado. Porque, confiesa Gama, los socialdem¨®cratas han sido "cogidos por sorpresa por la r¨¢pida desintegraci¨®n de Alianza Democr¨¢tica", y dos meses es un plazo muy corto para rehacer la unidad del partido, que estuvo al borde de la ruptura hace menos de un a?o, y presentarse como una clara alternativa de poder.
"Adem¨¢s", comenta un dirigente socialista, "Mario no es Felipe"; y un comunista precisa: "Felipe Gonz¨¢lez es para millones de espa?oles una esperanza, el hombre del cambio. Para la izquierda portuguesa, Mario Soares es un mal menor, y adem¨¢s un mal ya conocido".
'Pacto de r¨¦gimen'
La reciente batalla por la revisi¨®n constitucional y el pacto de r¨¦gimen entonces establecido por Soares con Alianza Democr¨¢tica sirvi¨® de pretexto al PC portugu¨¦s para una dura campa?a contra el secretario del PS, que encontr¨® eco en la izquierda no comunista y puede limitar el voto ¨²til de este sector a favor de los socialistas en las pr¨®ximas elecciones.Por todas estas razones, la mayor parte de los observadores prev¨¦ que el PS obtendr¨¢ una mayor¨ªa relativa, pero no absoluta, que le obligar¨¢ a aliarse con el PSD. Con o sin Balsemao como presidente, el PSD ser¨¢ el m¨¢s directo adversario del PS en las futuras elecciones, en que los cuatro grandes partidos portugueses se preparan a disputar por separado por primera vez desde 1976.
Eliminado el efecto multiplicador del m¨¦todo D'Hondt, bastar¨¢ que el PSD y el CDS obtengan los mismos resultados que en las municipales de 1982 para impedirles formar una mayor¨ªa absoluta en el Parlamento, y es probable que el grupo socialista sea m¨¢s numeroso que el PSD y el CDS juntos.
Historia socialdem¨®crata
El secretario del PSD, Antonio Capucho, encuentra a¨²n argumentos en la historia del partido de Sa Carneiro y en los ¨²ltimos resultados electorales del PSD para defender la posibilidad de una victoria electoral socialdem¨®crata."Con otro presidente, con otro primer ministro, con propuestas claramente socialdem¨®cratas para resolver los problemas concretos del pa¨ªs, con un estilo joven, din¨¢mico, un di¨¢logo imaginativo con las otras fuerzas pol¨ªticas, con el
a una vida interna intensa y un llamamiento a las bases, el PSD puede volver a ser el gran partido popular que fue", afirma un militante de primera l¨ªnea.
En muchos cuadros j¨®venes del PSD y en un sector de su direcci¨®n, el viento sopla con fuerza en favor de un acuerdo con los socialistas. "El programa del Partido Socialista se confunde con el nuestro", afirma el dirigente socialdem¨®crata de UGT, Antonio Cabecinhas, con la autoridad que le da la experiencia de tres a?os de vida com¨²n con los socialistas.
En cambio, una posici¨®n como la de Meneres Pimentel, ministro de Justicia del Gobierno de Balsemao, que preconiza la fusi¨®n entre el PS y el PSD en un graripartido socialdem¨®crata, es muy minoritaria y provoca una fuerte hostilidad incluso en la llamada ala izquierda del partido.
Una coalici¨®n PS-PSD o PSDPS, seg¨²n los resultados alcanzados, es considerada como la soluci¨®n l¨®gica y natural por aquellos que atribuyen al CDS y a la derecha la ruptura de una coalici¨®n que la mano de hierro de Sa Carneiro impuso a su partido en 1979 contra la oposici¨®n de gran parte de su grupo parlamentario.Para la poetisa Natalia Corjeia, que abandon¨® recientemente el grupo parlamentario del PSD, "lo peor de todo esto es que Mario Saoares, que no quiso aliarse con Sa Carneiro y se opuso por todos los medios a la entrada del PSD en la Internacional Socialista, est¨¢ dispuesto ahora a llegar a un acuerdo con un partido reducido a sus sectores m¨¢s conservadores, dirigido por oportunistas. Y si Mota Pinto sucede a Balsemao antes de las elecciones, con el apoyo de los defensores de una Alianza Democr¨¢tica renovada, no est¨¢ excluido que pretenda imponer un matrimonio de tres. O sea, el acuerdo PS-PSD-CDS, sugerido por el desaparecido dirigente socialdem¨®crata Sa Carneiro, que algunos dirigentes del CDS llaman bloque democr¨¢tico.
El n¨²mero dos del Partido Socialista, Almeida Santos, que ya se pronunci¨® p¨²blicamente contra cualquier tentativa de aislar y marginar a los comunistas, con quienes hay que contar para el pacto social, la pacificaci¨®n del pa¨ªs y el esfuerzo de reconstrucci¨®n nacional, propuso incluso un Gobierno de salvaci¨®n nacional, con la colaboraci¨®n de los cuatro grandes partidos, aunque sus palabras hayan sido luego desmentidas por otros dirigentes socialistas.
Y a la derecha, nada
De los cuatro grandes, el partido portugu¨¦s que enfrenta con mayores recelos el pr¨®ximo acto electoral es seguramente el CDS. El prestigio y la personalidad de Freitas do Amaral, el papel de l¨ªder moral de Alianza Democr¨¢tica asumido por el presidente de los democristianos desde la muerte de Sa Carneiro, escondieron durante mucho tiempo la realidad interna del segundo partido del Gobierno.Un dirigente que abandon¨® el CDS antes de la crisis actual afirma: "El CDS no existe como partido. Es una especie de clan, con algunas decenas de miembros que no comparten las mismas posiciones program¨¢ticas o ideol¨®gicas, pero que tienen en com¨²n una cierta idea del Estado y de la gesti¨®n de la Administraci¨®n p¨²blica, el culto de la eficacia y el deseo de modernizar Portugal".
El ala derecha del CDS defiende abiertamente la bipolarizaci¨®n, la formaci¨®n de un partido conservador puro y duro, capaz de movilizar la patronal, de destruir las leyes socializantes y la constituci¨®n colectivista que impiden el libre funcionamiento de la iniciativa privada y del mercado.
Este lenguaje es muy pr¨®ximo al de la poderosa Confederaci¨®n Patronal de la Industria (CPI), asociaci¨®n gremial formada en su mayor¨ªa por patronos de choque, educados por cincuenta a?os de dictadura y que siguen confundiendo productividad con mayor explotaci¨®n y lucha contra la inflaci¨®n con reducci¨®n de los salarios.
Por esta raz¨®n, seg¨²n el mismo dirigente, Portugal s¨®lo puede ser gobernado por el centro, pero Un "centro verdadero, con hombres que se encuentran ahora colocados, y mal, en el CDS, en el PSI), en el PS y en torno al presidente Eanes".
"El Gobierno PS-PSD no resolver¨¢ ning¨²n problema", afirman los comunistas, pero cualquier Gobierno futuro ser¨¢ "menos malo que Alianza Democr¨¢tica y sus planes de subversi¨®n de la democracia". El PC sigue siendo el ¨²nico partido que sigue apostando por la bipolarizaci¨®n. Est¨¢ seguro de que la victoria final ser¨¢ suya un d¨ªa, a pesar de ser largo, dif¨ªcil el camino que lleva a la revoluci¨®n.
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