Las autoridades italianas temen que la banda mafiosa Camorra ampl¨ªe sus actividades en Roma

El asesinato en Roma, el s¨¢bado, de un jefe del hampa napolitana, Vincenzo Casillo, acci¨®n reivindicada por los Justicieros de la Campania, confirma de una manera espectacular los temores manifestados desde primeros de a?o por los magistrados italianos: la capital parece haberse convertido en un abierto teatro de operaciones para las diversas bandas de la Camorra.

La sospecha naci¨® el a?o pasado con la detenci¨®n de comerciantes por encima de toda sospecha, titulares de un negocio en un barrio popular romano. En realidad se trataba de elementos de primera l¨ªnea de la Nueva Familia, agrupaci¨®n de una treintena de clanes que siente un odio feroz por Raffaele Cutolo, en la actualidad, encarcelado en la localidad sarda de Nuoro, y sus seguidores de la nueva Camorra organizada.Se sab¨ªa desde hace tiempo que Roma y sus alrededores, la zona Castelli Romani, a unos treinta kil¨®metros al sur de la capital, serv¨ªan de base en la retaguardia a los camorristas que necesitaban una coartada. Sin embargo, ¨¦sta es la primera vez que la capital italiana debe sufrir la ley de la muerte, que ha causado cerca de un millar de v¨ªctimas en N¨¢poles y su regi¨®n desde que comenzaron los arreglos de cuentas entre las diferentes bandas.

El atentado del s¨¢bado en Roma se explica por la personalidad de la v¨ªctima. Vicenzo Casillo, de 39 a?os, buscado por tr¨¢fico de droga y por varios homicidios, era, de todos los lugartenientes de Cutolo, el que ten¨ªa m¨¢s autoridad. En el veh¨ªculo de Casillo, donde estall¨® una potente carga explosiva, se encontraba tambi¨¦n Mario Cuomo, de veintitr¨¦s a?os, liberado el pasado mes de octubre por un comando cuando era trasladado en un furg¨®n policial de una prisi¨®n a otra. Cuomo ha perdido las dos piernas y se encuentra en estado cr¨ªtico. El atentado fue reivindicado en N¨¢poles por los Justicieros de la Campania, organizaci¨®n que ya ha prestado en varias ocasiones su brazo armado a la Nueva Familia. El llamamiento realizado por los Justicieros para que los partidarios de Cutolo dejen las armas no tiene visos de hacerse efectivo. Ambas bandas tienen el firme prop¨®sito de llegar hasta el final en su lucha de exterminio, dado lo que se halla en juego: miles de millones en tr¨¢ficos, que van desde el de la droga hasta el de las adjudicaciones il¨ªcitas.